Lucas Fernández nació en 1474 en
Salamanca o quizá en la cercana localidad de Cantalapiedra. Muy poco se conoce
acerca de su origen, salvo el nombre de sus padres, Alonso y María. Se sabe que
muy joven entró en el servicio de la catedral salmantina, donde coincidió con su
coetáneo Juan del Encina, a quien dedicamos un reciente artículo. Ambos fueron
músicos y cantores de coro, y Encina, en su Égloga
de las grandes lluvias, alude a Lucas Fernández como maestro de coro, cargo
al que al parecer, él mismo aspiraba. En cualquier caso, si existió entre ellos
alguna rivalidad, no se sustanció en querellas, sino muy al contrario, pues
ambos se prodigaron mutuos comentarios elogiosos. De hecho, en el plano
literario, cabe calificar a Fernández como encinista o seguidor de Juan del Encina.
Estamos
en los albores del Renacimiento literario español, que sigue en buena medida
las formas poéticas y dramáticas importadas de Italia. Las piezas teatrales,
tanto autos sacramentales como farsas y églogas de ambiente profano, aún no han
ingresado en ese tiempo en los corrales de comedia. Se representa en las plazas
públicas, junto al atrio de las iglesias, en improvisados tablados.
En
cuanto a la obra de Lucas Fernández, aunque probablemente debieron existir
ediciones anteriores hoy perdidas, hasta nosotros ha llegado la impresa en
Salamanca en 1514 por Lorenzo de Liondedei, que bajo el título de Siete
Farsas y Églogas al modo pastoril, contiene tres piezas religiosas, una
comedia, dos farsas o cuasi comedias,
y un dialogo para cantar que probablemente constituye el más remoto antecedente
del género musical español que más tarde se denominó zarzuela. Sin abandonar el estilo encinesco, Fernández alarga los
versos e introduce mayor número de personajes. En las farsas profanas el amor
es el tema fundamental. Aparece en ellas una clara diferencia entre los
personajes nobles, damas y caballeros, y los villanos, pastores o mozas
aldeanas, que se expresan en dialecto sayagués.
En
las piezas religiosas, dos églogas de
Navidad y un auto de la Pasión,
destaca un lirismo expresivo y premonitorio del gran teatro en lengua
castellana de las décadas siguientes. Lucas Fernández es junto a Juan del
Encina y Gil Vicente, el precursor de los autos sacramentales, las comedias y los
entremeses que triunfarían en las tablas durante el Barroco y los siglos de Oro
del teatro español. Nuestro Bigotini literario os brinda el enlace con las Farsas y Églogas
de este pionero de la dramaturgia en castellano. Disfrutad la sencillez
de su métrica, Renacimiento puro al alcance de un clic:
Requebrar y esperezar
todo
debe de ser uno,
y
de consuno
bostezar
y suspirar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario