George O.
Swanson, que firmaba
muchas veces como Swan, nació en Chicago, Illinois, en 1897.
Fue el segundo de los tres hijos de Nils y Hannah Swanson, emigrantes
suecos. El padre era carpintero. Al término de la Gran Guerra el
joven George comenzó a trabajar para la Compañía Pullman, donde se inició
dibujando en la revista mensual de la empresa. Se casó en 1923 con Victorine,
su esposa que según el artista fue siempre su crítica más severa.
Se estrenó profesionalmente en el cómic trabajando para
la Newspaper Enterprise Association (NEA), y años más tarde fichó por el King
Features Syndicate de Hearst, donde transcurrió el resto de su carrera hasta su
fallecimiento en 1981.
Su primera tira de éxito fue The Flop Family, serie con la que inauguró su personal estilo
caracterizado por una comicidad alocada, el screwball lleno de recursos
humorísticos propios del cine de animación: sombreros que salían volando y
personajes que al recibir cualquier sorpresa, se proyectaban varios metros para
caer al suelo levantando una nube de polvo. Todo ello aderezado con abundantes
onomatopeyas: zzzz, klang, bang, boing, pow…
Su siguiente serie, Salesman Sam, estaba protagonizada por un gracioso dependiente,
y ya en el KFS triunfó con High
Pressure Pete, otro rotundo éxito. Swanson aseguraba que siempre evitó
mirar siquiera otros cómics y otras series, por temor a copiar ideas ajenas.
También confesó que su técnica de guión comenzaba por la viñeta final, donde
situaba siempre un colofón explosivo, para ir avanzando luego hacia atrás.
Por lo demás, su humor acaso pecó de un exceso de
localismo. Sus historietas y tiras estaban diseñadas para el público americano.
Tal vez por eso su trabajo apenas tuvo repercusión en Europa.
Aunque
George Swanson no suele figurar entre los maestros del cómic que se citan con
mayor frecuencia en recopilaciones y antologías por los especialistas, aquí, en
nuestra personal Historia de la historieta, lo consideramos un clasicazo de
primera. Coincidimos en ello nada menos que con William Randolph Hearst, que
como es sabido, fue un fanático del género que contó en su empresa con muchos
de los grandes maestros. Pues bien, Hearst siempre citó a Swanson como su
favorito. Os dejamos una selección de su arte inimitable.