José Rafael Hernández nació en 1834 en una zona
rural al sur de la provincia de Buenos Aires. Su familia materna, los Puyrredón,
era una de las más ilustres de Argentina, relacionada con la independencia del
país. Hacia 1840 la familia se refugió en Montevideo, huyendo de los rosistas.
El pequeño José alternó temporadas en las estancias paternas con sus estudios
en el Liceo Argentino de San Telmo. Una afección respiratoria del niño aconsejó
trasladarlo con su padre a las pampas, donde aprendió a andar a caballo y se
relacionó estrechamente con los gauchos, un contacto que marcaría para siempre
su carácter y su sensibilidad. Se casó muy joven con Carolina González del
Solar, también hija de estancieros, y tuvo con ella nada menos que ocho hijos.
José se ganaba la vida con la compra venta de terrenos en el sur de Buenos
Aires, región que en el último tercio del XIX experimentó un crecimiento
extraordinario. Aficionado a la lectura, regentó también una librería, la
Librería del Plata.
Pero
el joven y fogoso José Hernández no se acomodó a la plácida existencia del
pequeño burgués. Se enroló en las milicias bonaerenses a las órdenes de Rosas,
Belgrano y Velazco, participando activamente en diferentes levantamientos y
batallas. El sable y las cabalgadas le llevaron al periodismo y a la política,
un camino muy transitado en la Argentina de aquel tiempo. Militó en el partido
Federal Reformista que lideraba Nicolás Calvo, más conocido por el apelativo
despectivo de los chupandinos, por la
desmedida afición a empinar el codo que se atribuyó a sus integrantes. Como
periodista, codirigió desde Uruguay La
Reforma Pacífica, el órgano periodístico de su partido. Se hicieron muy
populares sus artículos en aquel medio, que firmó con el seudónimo de Vincha. Escribió también en El Nacional Argentino, que se editaba en
Paraná. Según algún biógrafo, Hernández colaboró en ese tiempo con el diario El Litoral de Paraná, aunque la ausencia
de firma de las columnas que se le atribuyen, hace imposible tener completa
certeza de ello. En 1863 Hernández fundó El
Argentino, donde se empleó a fondo contra sus adversarios políticos. Otros
medios en que colaboró fueron El Eco de
Corrientes, La Patria, La Capital de Rosario o El Río de la Plata.
En
cuanto a su obra literaria, José Hernández es el mundialmente reconocido padre
e iniciador de la que se ha llamado literatura
gauchesca, un género genuinamente argentino que, con el tiempo ha
traspasado fronteras. Ya en los primeros trabajos, tanto periodísticos como
poéticos, de Hernández, aparecen términos y expresiones del argot de los
gauchos. Así en Rasgos biográficos del
general Ángel Peñaloza, en Vida del
Chacho o en La Instrucción del
Estanciero. No obstante, la obra cumbre de Hernández y principal exponente
de la literatura gauchesca, es sin ninguna duda El
gaucho Martín Fierro, editada por vez primera en 1872, y su
continuación de 1879, La vuelta de Martín
Fierro. Ambas partes constituyen una verdadera epopeya épica, un largo
poema que se hizo inmediatamente popular entre las gentes sencillas, a veces
leído en voz alta en figones y pulperías, cuyas estrofas se entonaban
acompañadas del rasgueo de guitarras y los golpes rítmicos del tambor del
llano. El protagonista de la epopeya es un proscrito, borracho, pendenciero y
hasta racista. Grandezas y miserias de una nación en el periodo histórico de su
formación, del nacimiento de sus señas de identidad.
En
Martín Fierro encontramos reminiscencias de la literatura española clásica, el
Romancero viejo, por ejemplo, salpicadas de rasgos de la novela picaresca. Hay
también toques de Romanticismo, donde se exalta al bandido y se mitifica la
rebeldía hasta el límite. Todo sabiamente mezclado en la marmita del gauchismo
más puro. La integridad, el coraje, la independencia del gaucho, presiden la
obra de Hernández. Es, naturalmente, la que hoy nuestra biblioteca Bigotini
tiene el placer de poner a vuestra disposición en su versión digital. Haced
clic en el enlace y deleitaos con los versos inmortales de José Hernández y su
gaucho Martín Fierro.
https://www.dropbox.com/home/Profesor%20Bigotini?preview=El+gaucho+Mart%C3%ADn+Fierro.pdf
A
los blancos hizo Dios, a los mulatos San Pedro, y a los negros hizo el diablo
para tizón del infierno. José Hernández. Martín Fierro.