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viernes, 26 de abril de 2024

ELIA KAZAN O LA ORTODOXIA DEL CONVERSO

 



Con razón suele decirse que son los conversos los más duros inquisidores. Elia Kazan, antes Elías Kazanjoglu, fue un armenio de origen griego que emigró a Europa y más tarde a los Estados Unidos huyendo de la pobreza y la persecución turca. En Berlín y después en América, fue comunista, pero en la década de los cincuenta, ya afincado en Hollywood y con una sólida reputación en la industria del cine, vio la luz y se convirtió al macartismo delatando a un montón de camaradas ante el célebre Comité de Actividades Antiamericanas. A continuación, como queriendo justificarse, dirigió La ley del silencio, toda una apología de la delación, que no sirvió para lavar ante sus antiguos amigos los estigmas de la traición.

En lo cinematográfico, Kazan aprendió de los mejores, y realizó grandes películas como Al este del Edén, ¡Viva Zapata!, Un tranvía llamado deseo, Esplendor en la hierba o Baby Doll. Como siempre solemos decir en estas breves reseñas, quedémonos con la parte artística del cineasta, y olvidemos en lo posible las debilidades humanas del personaje.

Os dejamos el enlace con la escena final y los créditos de América, América, cinta de 1963 de carácter autobiográfico, que significó una especie de testamento filmado de su autor. Sin duda una grandísima película. 

https://www.youtube.com/watch?v=5Oh1G6ti0G8

Próxima entrega: Frank Sinatra


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