Los hermanos Grimm, Jacob y Wilhelm Grimm,
nacidos en 1785 y 1786 respectivamente, en Hanau, en la región alemana de
Hesse, fueron los dos hijos mayores de una familia burguesa ilustrada. Hubo un
tercer hermano, Ludwig Grimm, que aunque no participó en las actividades
investigadoras y literarias de sus hermanos, fue un notable dibujante que llegó
a ilustrar alguna de las publicaciones de Jacob y Wilhelm.
Ambos
se interesaron desde muy jóvenes por la literatura y por la docencia. Los dos
trabajaron juntos durante toda su vida, primero como bibliotecarios, y más
tarde como profesores en las universidades de Gotinga y Berlín sucesivamente,
recalando en esta última reclutados por el káiser prusiano Federico Guillermo
IV en 1838. Jacob, el hermano mayor, fue también diputado en el Parlamento de
Fráncfort tras la revolución de 1848.
La
labor docente e investigadora de los Grimm fue muy extensa, abarcando estudios
de gramática alemana y lingüística histórica, y hasta la elaboración del
monumental diccionario alemán, obra faraónica que consta de 33 volúmenes, y que
no pudieron terminar en vida. El diccionario no pudo concluirse hasta 1960. Muy
pronto sus investigaciones les llevaron a interesarse por las sagas y las
leyendas, donde se incluyen los cuentos tradicionales que en diferentes
versiones circulaban entre las gentes de las regiones rurales, y que los Grimm
se afanaron en recopilar. Fueron fundamentalmente folkloristas y etnólogos,
actividades y materias predilectas de muchos eruditos germanos y centroeuropeos
durante el periodo del Romanticismo. En el terreno ideológico, los Grimm, como
otros estudiosos de la lingüística y el folklore alemanes, derivaron hacia lo
que podríamos llamar el nacionalismo pangermánico, con continuas referencias a
la cultura y la raza arias. Polvo del que unas décadas más tarde derivarían los
lodos que condujeron a sembrar Europa de cadáveres.
Modernamente
aquella faceta de los Grimm está prácticamente olvidada, y lo que ha pervivido
hasta nuestros días ha sido su labor divulgadora de los cuentos y narraciones.
Las primeras recopilaciones de esas historias recogían las versiones originales
que pervivían entre los lugareños. Muchas de ellas estaban cargadas de una
violencia que alcanzaba el sadismo, y contenían referencias sexuales
explícitas. Los hermanos recibieron muchas críticas por ello tras la
publicación de sus primeras colecciones de cuentos. Al principio se defendieron
alegando que no iban dirigidos al público infantil. Sin embargo, el creciente
éxito de ventas con la consiguiente repercusión económica, les llevó a
replantearse su trabajo, y en sucesivas ediciones de cuentos, fueron suavizando
y censurando muchos de los contenidos, hasta llegar a las versiones universalmente
conocidas de Blancanieves, Cenicienta,
Barba Azul, Hänsel y Gretel, El Gato con Botas, Pulgarcito, La Bella Durmiente,
y el larguísimo etcétera que todos recordamos.
Hoy os proponemos la revisión de Rumpelstilskin, uno de los cuentos más editados y reproducidos de los Grimm. Clic en el enlace y a disfrutar como niños.
https://www.dropbox.com/home/Profesor%20Bigotini?preview=Rumpelstikin.pdf
…si mañana temprano toda esta hierba seca no ha sido convertida en oro, morirás.