Hijo
de emigrantes noruegos, Carl Thomas
Anderson nació en Madison, Wisconsin, en 1865.
Comenzó a los veinticinco años dibujando caricaturas en el
Philadelphia Times, alguna de ellas tan notable que se
conserva en el Museo de la Industria de aquella ciudad. Pronto fue
fichado nada menos que por Joseph Pulitzer (quien dio nombre a los
prestigiosos premios), para dibujar tiras cómicas en el New
York World, diario dirigido por el egregio periodista. En la
década de 1890 Anderson triunfó con su serie The Filipino and
the Chick. Poco después fue llamado por William Randolph
Hearst, que siempre se afanaba en contratar a los mejores para
trabajar en sus publicaciones. En el New York Journal
del magnate dibujó las tiras Raffles and Bunny.
Colaboró también en otras publicaciones como Judge, Life
y Puck. Anderson hizo célebre su firma al pie de sus
trabajos, con la ese mayúscula de AnderSon.
En
el tristemente célebre crack del 29, no solo quebraron bancos e
industrias. También se vieron afectados los periódicos y todo tipo
de publicaciones, por lo que Anderson, como otros muchos dibujantes,
se vio abocado al paro. Volvió a su Madison natal, y allí tras unos
años en blanco, reinventándose desde la nada, resurgió con nuevo
ímpetu y con un nuevo personaje que le haría mundialmente célebre.
Se trata de Henry, un
chiquillo cabezón y calvo capaz de resolver cualquier situación de
la manera más disparatada. Las historietas de Henry eran casi
siempre mudas o con muy pocos diálogos, lo que le abrió las puertas
de otros países y otras culturas lejos de América. Henry apareció
por vez primera en 1933 en The Saturday Evening Post.
Los derechos fueron adquiridos por el poderoso King Features
Syndicate, que publicó las aventuras de Henry hasta la
muerte de Carl Anderson, acaecida en 1947, y después continuó
editándolas con la firma de otros dibujantes. Secuela de Henry y
también obra de Anderson fue la niña Henrietta,
precursora de otras niñas del comic como Lulú o Periquita.
Os
dejamos una breve muestra del talento creativo de Carl Thomas
Anderson y de su travieso Henry.
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