Así
de sencillo, sin ningún ingenioso juego de palabras. La autora y su
gran obra. Emily Brontë y
su Cumbres borrascosas,
que es con toda probabilidad la mejor novela y la más representativa
de la literatura victoriana y del Romanticismo en lengua inglesa.
Emily
Brontë nació en Thornton, Yorkshire, en 1818. Era la quinta de los
seis hermanos Brontë, hijos todos de un párroco anglicano y de una
madre que falleció prematuramente. Hace unos meses dedicamos un
artículo de nuestro blog a su hermana Charlotte (clic aquí para enlazar), donde dábamos cuenta más
extensamente de la desgraciada historia familiar: oscuros internados,
tuberculosis, una severa educación puritana, en fin, todos los
ingredientes del más puro Romanticismo británico. Branwell, el
único varón de la familia, fue una especie de fracasado, alcohólico
y adicto al opio, a quien Emily tuvo que cuidar toda su vida. De los
seis hermanos, solo tres de las chicas, Charlotte, Anne y Emily,
sobrevivieron a la tuberculosis, aunque no por mucho tiempo, pues las
tres acabaron sucumbiendo a los estragos del bacilo de Koch. Sin
embargo vivieron el tiempo suficiente para escribir y publicar varios
poemas y al menos una novela cada una. Anne fue la menos brillante de
las tres, pero Charlotte dio a la imprenta Jane Eyre, y Emily
publicó su Cumbres borrascosas. Ambas obras merecen
figurar entre las mejores novelas de su tiempo y de cualquier época.
Aquellos
tiempos no eran precisamente buenos para las mujeres. En la entrada
de Charlotte ya hicimos referencia al valor de Jane Eyre como
alegato feminista. Emily, igual que sus hermanas, se vio obligada a
publicar su novela bajo un seudónimo masculino. De haber utilizado
sus verdaderos nombres, probablemente sus trabajos nunca habrían
visto la luz. Sus anteriores intentos no pudieron ser más dolorosos.
En una ocasión enviaron unos versos al poeta Robert Southey, al que
admiraban. Recibieron la siguiente respuesta de aquel individuo: La
literatura no es asunto de mujeres y no debería serlo nunca. He
aquí cómo se las gastaban por entonces aquellos señoritos tan
románticos y tan sensibles.
En
cuanto a Cumbres borrascosas,
que es naturalmente, la novela cuya versión digital os ofrecemos hoy
en nuestra Biblioteca Bigotini, constituye una de las cimas
literarias del diecinueve británico. Se trata de una novela compleja
con una estructura innovadora que la hace única en su género. No
tuvo una gran acogida ni de crítica ni de público inmediatamente
después de su publicación. Emily la terminó en 1846, fue publicada
en 1947, y su autora falleció en 1848, de forma que nunca llegó a
conocer el éxito. Gran parte del valor de la novela radica en la
extraordinaria fuerza de sus personajes. Heathcliff, es un espíritu
salvaje y en ocasiones vengativo, que sin embargo no está exento de
matices, incluso a veces de cierta ternura a su manera tosca.
Catherine, romántica, rebelde y apasionada hasta el extremo, acaso
es el trasunto de la personalidad de la misma Emily Brontë. Las
pasiones se desatan en aquellas borrascosas y elevadas cumbres de
Yorkshire, revelándose por momentos contra los clisés y las
asfixiantes normas sociales de la época. Cumbres borrascosas es toda
una cumbre de la narrativa.
La
novela ha sido adaptada al cine numerosas veces, e incluso se han
realizado adaptaciones teatrales y radiofónicas. La versión
cinematográfica más clásica es la que dirigió William Wyler y
produjo Samuel Goldwyn en 1939. Estuvo protagonizada por Merle Oberon
y Lawrence Olivier y cosechó un gran éxito de taquilla. Tampoco es
desdeñable la versión de 1992 dirigida por Peter Kosminsky e
interpretada por Juliette Binoche y un Ralph Fiennes muy creíble en
el papel de Heathcliff. Hay otra versión de 2011, otra francesa de
1985, otra para televisión de 2003, muy buena por cierto, y hasta
una versión japonesa de 1988, por no citar alguna más primitiva del
cine mudo. Ninguna de ellas alcanza el nivel de profundidad dramática
y los ricos matices de la novela, por lo que desde este modesto foro,
os recomendamos vivamente su lectura. Haced
clic en la ilustración, y sumergíos en el universo
romántico y desmesurado de Emily Brontë y su extraordinaria Cumbres
borrascosas.
Aunque
él la amase con toda la fuerza de su mezquino ser, no la amaría
tanto en ochenta años como yo en un día. Emily Brontë. Cumbres
borrascosas.
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