Heinrich
Theodor Böll, nació en Colonia en 1917. Su familia,
de clase trabajadora, no pudo pagarle los estudios superiores, por lo
que el joven Heinrich tuvo que alistarse en un campo de trabajo nazi,
como único medio de conseguir una plaza en la Universidad. A punto
de iniciar sus estudios de filología alemana, fue movilizado, y
formando parte de la Wehrmacht, combatió en Francia, Hungría,
Rumanía y la Unión Soviética. En 1945, ante el empuje imparable
del ejército rojo y la inminente derrota, inició como muchos otros
miles de soldados alemanes, la apresurada retirada desde el este,
para ser hecho prisionero por las tropas estadounidenses, lo que
consiguió finalmente, permaneciendo durante algún tiempo detenido
en campos de Francia y Bélgica. A partir de su regreso a Colonia,
comenzó a escribir, publicando en 1949 su primera novela, El
tren llegó puntual, que obtuvo un éxito inmediato.
Entre
sus novelas destacan La casa sin amo (1954), Diario
irlandés (1957), Los silencios del doctor Murke y
otras sátiras (1958), Opiniones de un payaso
(1963) y El honor perdido de Katharina Blum (1974). A
través de una fina ironía, Böll abominó de todos los extremismos
desde una posición católica. Siempre crítico con el nazismo y las
posturas xenófobas de algunos de sus conciudadanos alemanes, supo
granjearse la admiración de miles de lectores de todo el mundo. A
pesar de no haber recibido formación académica, fue miembro de la
Academia Alemana de las Letras. Obtuvo el Nobel de literatura en
1972. Falleció en Langenbroich en 1985.
Biblioteca
Biogotini os ofrece el enlace (clic en la
ilustración) para acceder a la versión digital de
Aquellos días en Odessa,
una narración brevísima de sus recuerdos de guerra, donde podréis
apreciar el estilo claro y la limpia prosa de Heinrich Böll. Que lo
disfrutéis.
El
malo descansa algunas veces. El necio jamás.
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