Sir
Lawrence Olivier, un actor superlativo, marca un antes
y un después en la Historia teatral en lengua inglesa. El teatro
shakespeariano nunca habría sido lo mismo sin él. Otra cosa muy
distinta es su contribución al cine. A pesar de que Olivier fue
ganador de varios premios oscar, merecido tributo a su mayúsculo
talento interpretativo, lo cierto es que Hollywood podría haberse
pasado sin él perfectamente. Quedan eso sí, en la retina de los
espectadores, sus formidables actuaciones, queda el recuerdo de sus
papeles en Rebecca o en Cumbres borrascosas, su
inolvidable Hamlet o su Ricardo III. Pero sus puestas
en escena eran quizá en exceso teatrales, y como director se limitó
a filmar escenas y parlamentos, sustituyendo las tablas por los
platós. Por eso supo ganarse el prestigio y el éxito que siempre le
acompañó, y hasta fue capaz de llevarse al huerto a una Marilyn
Monroe, que en su mejor momento se prendaba de los intelectuales
maduritos.
Hoy
os brindamos el enlace (clic en la carátula)
para ver la célebre escena de Enrique V
en la que un magnífico Lawrence Olivier hace su arenga a las tropas.
La versión original añade fuerza y verdad a esta secuencia, uno de
los más vibrantes monólogos jamás filmados. Disfrutadlo.
Próxima
entrega: Leslie Howard
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