En
este recorrido por los inicios del comic que emprendimos hace unas
semanas, no podía faltar Thomas Arthur
Browne, genial ilustrador británico nacido en 1870,
que llegó a ser el más popular dibujante de Inglaterra durante los
periodos victoriano y eduardiano.
Su
trazo elegante y su acerado humor llenaron durante la última década
del siglo XIX y la primera del XX las páginas de los primeros y
exitosos semanarios humorísticos como Punch y Chips,
y de los diarios londinenses, que por entonces comenzaron a incluir
dibujos cómicos en sus ediciones dominicales. Browne en sus críticas
gráficas no dejó títere con cabeza. Los militares, los policías y
en general, la gente uniformada, fue blanco preferente de sus burlas.
Tampoco se libraron las nuevas modas sociales tales como la práctica
deportiva (produjo una hilarante serie sobre magullados jugadores de
rugby), la conducción de automóviles (fue un ferviente defensor de
los carruajes de caballos), y hasta la lucha de las sufragistas, a
las que ridiculizó en varios dibujos de una manera tan despiadada,
que para la mentalidad actual resulta francamente incorrecta.
Browne
brilló también en la ilustración publicitaria, siendo autor del
célebre logotipo del whiskey Johnnie Warker. Fundador del London
Sketch Club, Tom Browne revindicó la importancia del arte
gráfico en los medios, y frecuentó a los artistas e intelectuales
más descollantes de la Inglaterra de su época.
Pionero
asimismo en el dibujo de historietas con viñetas, Browne fue el
creador de la tira cómica Weary Willy and Tired Tim,
una pareja claramente inspirada en Don Quijote y Sancho Panza,
inmortales personajes de Cervantes de quien fue ferviente admirador.
Tom Browne falleció en 1910, cuando apenas contaba cuarenta años, y
se hallaba en la cima de su carrera como ilustrador.
Os
dejamos aquí una pequeña selección de sus dibujos. Reparad en la
extrema elegancia y limpieza de su trazo. Sin duda un dibujante
magnífico y un artista genial.
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