Johann
Carl Friedrich Gauss nació en 1777 en una aldea de
Brunswick, Alemania. Sus padres, analfabetos, vivían en la mayor de
las miserias. El joven Carl fue lo que se dice un auténtico niño
prodigio. Aprendió a leer completamente solo, y a los siete años su
enorme talento fue descubierto por un maestro de escuela apellidado
Büttner, que le animó a continuar sus estudios y le interesó por
las matemáticas, que fueron la verdadera pasión de su vida. A los
doce años recibió la protección del duque de Brunswick, que desde
entonces se hizo cargo de su educación. Ya en su etapa escolar Gauss
corrigió los errores que halló en las demostraciones de matemáticos
tan insignes como Newton, Euler o Lagrange. Antes de terminar el
bachillerato, dominaba el griego y el latín, y completó su ley
de los mínimos cuadrados. A los diecisiete años intuyó
los principios de la nueva geometría
de la que habría de ser el principal creador, y a los dieciocho
completó su teoría de números.
Comenzó a forjarse su reputación de príncipe
de las matemáticas que le reconocieron unánimemente
sus colegas de toda Europa.
Domenico Guidobono. Alegoría de la Matemática |
Entre
sus enormes hazañas científicas cabe mencionar el Teorema
fundamental del álgebra, la construcción con
regla y compás (siguiendo las normas euclidianas) de un polígono
regular de 17 lados, la Teoría
de los números, contenida en su obra Disquisitiones
arithmeticae, el perfeccionamiento de los mínimos
cuadrados, y hasta la predicción
de la órbita de Ceres. Ya en su etapa de madurez, Gauss
enunció su Teorema de la divergencia,
tan fundamental no solo en el ámbito matemático, sino en diversas
aplicaciones científicas y por supuesto en la física. Entre 1801 y
1847 publicó varias decenas de obras, todas ellas consideradas hoy
imprescindibles por la comunidad científica.
Su
descomunal contribución a las matemáticas no debe eclipsar la
importancia de Carl Friedrich Gauss en materias como la física, la
astronomía y la geometría. La célebre campana
de Gauss es hasta nuestros días una herramienta
imprescindible en campos tan diversos como la demografía o la
epidemiología, por poner simplemente un par de ejemplos. Gauss
falleció en Gotinga en febrero de 1855. Desde el blog de Bigotini
queremos rendir nuestro modestísimo homenaje a este gigante de la
ciencia, el príncipe de los matemáticos que adquirió tan merecido
título no por nacimiento, sino por su esfuerzo y su talento,
admirables méritos de inexcusable y agradecido reconocimiento.
Las
películas de hoy en día son muy raras. Te hacen pensar. Britney
Spears
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