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sábado, 1 de abril de 2017

GIOVANNI BOCCACCIO Y LA ALEGRÍA DE VIVIR


Giovanni Boccaccio era el hijo ilegítimo de un rico mercader florentino al que sus paisanos llamaban Boccaccino di Chellino. Su nacimiento está rodeado de misterio. Se sabe que nació hacia 1313, pero desconocemos si fue en Florencia, en Certaldo o en París. En cualquier caso, se le considera florentino, porque en la capital toscana discurrió su infancia y la mayor parte de su vida. Su padre quiso dedicarle como él a los negocios, pero en vista de la poca inclinación que mostraba Giovanni, al fin consintió en aceptar y favorecer su afición a las letras. El joven Boccaccio conoció durante un viaje a Nápoles a una dama, que algunos han identificado como doña María de Aquino, hija natural del rey y esposa de un cortesano, a la que rebautizó con el nombre literario de Fiammetta. Mantuvieron durante años una relación amorosa no exenta de escándalo, hasta que ella la dio por terminada, causando en Giovanni un profundo dolor.

Waterhouse. El jardín encantado

Tras estancias temporales en Nápoles y en Rávena, regresó a Florencia, donde fue testigo directo de la terrible epidemia de peste que asoló la ciudad, y quedó recogida en El Decameron, su obra más inmortal. El éxito de esta obra le valió la general consideración de sus paisanos, que elevaron a Boccaccio a varios cargos de representación política. Fue camarlengo del Municipio, embajador en Romaña y en la corte papal de Aviñón. También le encomendaron una embajada en Padua, ciudad donde residía Francesco Petrarca. Entre ambos nació una entrañable amistad que se prolongó hasta la muerte de éste último. Boccaccio pasó sus años postreros retirado en su casa campestre de Certaldo. Al parecer, interrumpió su existencia mundana a raíz de la influencia de cierto monje sienés, un tal Ciani, que le conminó a abominar de su “pecaminosa”obra literaria. Se dice que Boccaccio estuvo incluso a punto de destruir sus trabajos, aunque afortunadamente, fue disuadido de hacerlo. Falleció en su retiro en 1375.

Pieter Brueghel. El triunfo de la muerte

En cuanto a Boccaccio como literato, se le considera universalmente miembro de la triple corona: Dante, Petrarca y Boccaccio, de la literatura renacentista. En biblioteca Bigotini nos aventuramos a situarle en el primer puesto de ese hipotético podio. Junto a los otros dos autores citados, fue también pionero de la literatura en lengua romance, en su caso en el dialecto toscano, si bien compuso también algunas poesías y otras obras en latín. Los tres autores tuvieron una influencia decisiva en la literatura europea de las siguientes décadas. Concretamente Boccaccio ejerció influencia reconocida en autores tan importantes como el Arcipreste de Talavera, Juan Rodríguez Padrón, Diego de San Pedro, Fernando de Rojas, Jorge de Montemayor, Gil Polo, Lope de Vega o Cervantes, por citar nada más a algunos de los españoles. En la obra de Boccaccio destacaremos La caza de Diana, El Filococo, El Filóstrato, La Teseida, La comedia de las musas florentinas, Amorosa visión, Elegía de Madonna Fiammetta, Ninfale fielósano, o El Corbacho.

Waterhouse. Decameron

Pero es El Decamerón sin duda la gran obra de Giovanni Boccaccio. En ella diez jóvenes, tres hombres y siete mujeres de la nobleza florentina, se reúnen en Santa María Novella, donde toman la decisión de abandonar la ciudad para huir de la epidemia de peste de 1348. En una casa de campo, van contando cada uno de ellos una serie de historias y cuentos, hasta un total de cien, durante diez jornadas (de ahí el título del libro). Cada día, uno de los jóvenes, actuando como rey de los demás, elige el tema sobre el que deberán versar los cuentos que se relaten. Las fuentes de las historias son muy diversas, desde clásicos grecolatinos, a las célebres fabliaux francesas, pasando por algunos cuentos de inspiración oriental recogidos en colecciones antiguas. Muchos de los relatos narran historias galantes algo más que subidas de tono, lo que sin duda contribuyó a la enorme popularidad que alcanzó la obra.
Biblioteca Bigotini se complace hoy en facilitar a sus lectores una versión digital completa de El Decamerón. Haced clic en la ilustración para acceder, y ¡hala, a disfrutar!

No hay nada como el amor de una mujer casada. Es algo de lo que jamás podrá disfrutar su marido. Oscar Wilde.



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