Mijaíl
Aleksándrovich Bakunin nació en Torzhok, Rusia, en
mayo de 1815. Vástago de familia noble, se trasladó a Moscú a los
14 años, para formarse en la Academia de Artillería. Llegó a ser
oficial de la Guardia imperial, pero en 1835, tras una disputa
familiar, abandonó la milicia para estudiar filosofía. Interesado
al principio en la lectura de Kant, Hegel y otros racionalistas, su
pensamiento derivó hacia el socialismo. A partir de entonces, su
devenir biográfico no pudo ser más novelesco. En Berlín y París
tomó contacto con los incipientes movimientos revolucionarios,
participando en 1848 en las violentas agitaciones que culminaron en
la Insurrección de Dresde. En Alemania fue condenado a muerte, pena
que se conmutó por la de cadena perpetua. Entregado a las
autoridades rusas en 1851, Bakunin fue encarcelado en la fortaleza de
San Pedro y San Pablo, y después desterrado a un campo de trabajo en
Siberia. Escapó a Japón, desde donde viajó a San Francisco. A
través de Panamá, llegó ilegalmente a Nueva York, donde tomó
contacto con los movimientos obreros norteamericanos. Regresó a
Europa en 1861, residiendo en diferentes países occidentales,
principalmente Gran Bretaña y Suiza, donde falleció en 1876 cuando
contaba 62 años.
Hasta
aquí su agitada vida. En cuanto a su ideología, Mijaíl Bakunin
puede considerarse el padre filosófico y político del Movimiento
Anarquista. Manifestó abiertamente sus ideas libertarias ya en la
Primera Internacional, granjeándose desde entonces la enemistad de
Karl Marx y los marxistas, que le acusaron injustamente de ser un
agente paneslavista pagado por Rusia. Renegó más tarde de su
amistad con Serguéi Necháyev, partidario de una estrategia
nihilista y violenta. Respaldado por sus seguidores escindidos del
Movimiento Internacionalista, Bakunin enunció los cuatro principios
del Anarquismo:
- Supresión de los Estados nacionales.
- Abolición de las clases sociales y los privilegios hereditarios.
- Igualdad de sexos.
- Organización de los obreros y los campesinos al margen de partidos.
Kropotkin
y Proudhon pueden ser considerados, junto a Mijaíl Bakunin, los
principales ideólogos de la filosofía libertaria a nivel
internacional.
Durante
los últimos años de su vida, y sobre todo después de su muerte, el
pensamiento político de Bakunin arraigó en diversos países. Entre
otros mencionaremos su Rusia natal, aunque tras el proceso
revolucionario iniciado en 1917, el Anarquismo terminó siendo
extirpado por las autoridades soviéticas. También hubo importantes
movimientos anarquistas en Francia, Italia y Estados Unidos. Pero
donde sin duda cobró mayor fuerza y gozó de mayor respaldo popular
fue en España durante más de un cuarto de siglo.
En
1869 Bakunin había encargado al anarquista italiano Giuseppe
Farinelli, la divulgación de sus ideas en España. Farinelli visitó
Barcelona y Madrid, y estableció relación con Anselmo Lorenzo, que
fundaría en 1910 la CNT. Esta organización anarcosindicalista, así
como su rama política, la FAI (Federación Anarquista Ibérica)
tuvieron un papel destacado en el movimiento obrero español,
llegando a contar con decenas de miles de afiliados. Durante el
periodo revolucionario 1936-39 coincidente con la contienda civil,
los anarquistas españoles se organizaron en diferentes lugares,
destacando la experiencia que Buenaventura Durruti y sus seguidores
pusieron en marcha durante la campaña de Aragón.
Como
modesto tributo a la figura política e intelectual de Bakunin,
Biblioteca Bigotini pone a disposición de sus lectores el que es
probablemente su escrito más representativo. Se trata del opúsculo
Dios
y el Estado,
donde se contiene el germen de su ideología y su pensamiento
político. Haced
clic en la foto
e impregnaros de las ideas libertarias de Mijaíl Aleksándrovich
Bakunin, que nació ruso y, renegando de las nacionalidades,
conquistó a pulso el título de ciudadano del mundo.
El
hombre libre sólo debe obediencia a las Leyes Naturales. Mijaíl
Bakunin.
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