Nacido
en Buffalo en 1907, Charles Flanders, artista de
formación autodidacta, comenzó a dibujar muy joven. Se trasladó a Nueva York en
1928 y allí encontró trabajo en el King Features Syndicate, la principal
empresa dedicada a las tiras cómicas, donde muy pronto se hizo una reputación
en el negocio del cómic. Mucho más dotado para el dibujo que para el guión,
Flanders creó en 1935 la única serie que puede llamarse totalmente suya, Robin Hood, cuyo éxito se limitó a unos
efímeros dos meses. A partir de entonces, siguiendo el consejo de amigos y
compañeros, se ciñó al dibujo dando muestras de su gran oficio. Como dibujante
relevó al gran Alex Raymond en Agente
secreto X-9, serie que guionizó nada menos que Dassiell Hammett, su creador
literario. En 1938 colaboró en King of
the Royal Mounted, con guión del escritor Zane Grey, y ya a partir de 1939,
encontró al fin su serie definitiva con The Lone Ranger, que en castellano
se tradujo como El llanero solitario. Contó en sucesivas épocas con los guiones
de Ed Kressy, Fran Striker y Paul S. Newman, hasta la jubilación del dibujante
acaecida en 1971. Falleció Charles Flanders en Palma de Mallorca, en 1973. A su
talento como dibujante los chicos de mi generación debemos agradecer ratos
inolvidables con aquellos álbumes de El
llanero solitario que llegaron a España en los sesenta editados por la
mexicana Novaro. Aquí abajo tenéis unas cuantas páginas de su mano.
Disfrutadlas.
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