A
pesar de lo que sugiere su nombre, Anselmo Ballester fue un artista italiano. Nacido en Roma en julio de
1897, Anselmo era hijo de Federico Ballester, también pintor y también romano,
que heredó el apellido español de su padre, el abuelo de Anselmo, este sí,
nacido en España y residente en Italia desde su juventud, cuando llegó allí
para aprender arte. Así que el joven Anselmo se crió entre lienzos y pinceles,
y comenzó a pintar sus primeras obras a los quince años en el taller familiar.
Alternó aquel trabajo de aprendiz con sus estudios en la Academia de Bellas
Artes de Roma. Desde muy joven se interesó por el cine, el cine mudo entonces;
y de forma recíproca, el cine o más bien los exhibidores cinematográficos, se interesaron
por él y por su talento. Podemos considerar a Ballester como el pionero de la
cartelería para el cine, no sólo de Italia, sino de Europa e incluso de la
propia América, porque realmente su estilo creó escuela entre los artistas que
se dedicaron al género en cualquier parte del mundo.
Trabajaba
generalmente pintando bocetos de pequeño tamaño, que servían como base para
realizar los grandes carteles que lucían las salas de cine sobre sus
marquesinas. Ya desde la segunda década del siglo XX, siendo aún muy joven,
contó con estudio propio en el centro de Roma, y se rodeó de un nutrido grupo
de ayudantes. A partir de 1914 trabajó para las principales productoras y
distribuidoras italianas, como Tespi, Caesar, Minerva, Cosmopolis o De
Laurentis, y después para las grandes firmas americanas, como Fox, Paramount y
RKO. No se libró Ballester de la presión política ejercida por el régimen
fascista, y produjo también diversos carteles de propaganda de innegable altura
artística. Si se trató de encargos forzosos o bien los realizó de forma
entusiasta, es cosa que en Bigotini no hemos sido capaces de averiguar
consultando las fuentes a que hemos tenido acceso. En todo caso, no nos
proponemos juzgar conductas o trayectorias biográficas, sino glosar el aspecto
artístico del personaje y su obra. Años más tarde, uno de sus carteles apareció en la película Ladrón de bicicletas, de Vittorio de Sica.
Falleció
Anselmo Ballester en su Roma natal, en 1974. Sus carteles y su estilo crearon
escuela. Se centró siempre en las estrellas de la película. Retrató a actores y
sobre todo a actrices, con tanta maestría, que en muchos casos aparecen más
atractivos que en la pantalla. Rita Hayworth fue su musa principal. Os dejamos
aquí con una selección de algunos de sus magníficos trabajos.
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