Antonio
Quintero era un espalda mojada que se
abrió paso a codazos en la América racista a la que emigró siendo un niño.
Primero Mae West y más tarde su talento y su esfuerzo, le convirtieron en Anthony Quinn, un actor formidable que
empezó haciendo papeles de indio o de mexicano y terminó ganándose una merecida
reputación en los platós cinematográficos. Ganador de dos premios Oscar al
mejor actor de reparto, Quinn rara vez consiguió en América papeles protagonistas
que siempre se reservaban en Hollywood para actores caucásicos, como dicen ellos.
En
Europa fue muy distinto. El cine europeo le ofreció magníficos papeles, como el
de La Strada de Fellini, como El secreto de Santa Vittoria o como el
de Zorba, y le permitió participar en
grandes coproducciones como Lawrence de
Arabia o Los cañones de Navarone.
Para recordar como merece a este actor magnífico, os dejamos con el video de Orgía sangrienta, una producción de la United fechada en 1956, y hoy día injustamente olvidada. Haced clic sobre el enlace y recordad como merece el talento de Anthony Quinn.
https://www.youtube.com/watch?v=Q8DMKCcvXis
Próxima entrega: Maureen O’Hara
No hay comentarios:
Publicar un comentario