El conducto auditivo externo está
revestido por folículos pilosos y glándulas que producen un aceite ceroso
denominado cerumen. El cerumen protege al oído atrapando el polvo, las
bacterias y otros microorganismos, al igual que otras partículas extrañas, para
impedir que penetren y causen daño a este órgano. El cerumen también ayuda a
proteger la delicada piel del conducto auditivo externo para evitar que se
irrite cuando penetra agua. El cerumen generalmente se abre paso hasta la
abertura del oído, donde cae o es eliminado con el lavado.
En algunas personas, las glándulas
producen más cera de la que puede eliminarse fácilmente del oído. Esta cera
adicional puede endurecerse en el conducto auditivo externo y bloquear el oído.
Con mucha frecuencia, el cerumen puede obstruir dicho conducto si uno trata de
limpiar el oído y accidentalmente empuja la cera más hacia adentro. El tapón de
cerumen es una de las causas más comunes de hipoacusia (sordera) temporal.
La mayoría de los casos de tapón de
cerumen pueden tratarse en casa. Para ablandar la cera en el oído se puede
utilizar lo siguiente:
·
Aceite
·
Gotas
comerciales
·
Vaselina
o glicerina líquida
Otro método para extraer la cera se llama irrigación. Utiliza agua a temperatura corporal (si está más fría o más caliente de lo necesario puede producir mareo o vértigo breve pero muy intenso). Con la cabeza en posición vertical, endereza el conducto auditivo externo, sosteniendo el pabellón de la oreja y tirando de él suavemente hacia arriba. Utiliza una jeringa para dirigir suavemente un pequeño chorro de agua contra la pared del conducto auditivo cerca al tapón de cerumen. Luego, inclina la cabeza para permitir que drene el agua. Es posible que se necesite repetir la irrigación varias veces.
Nunca
se debe irrigar el oído si el tímpano puede no estar intacto, porque la
irrigación en un oído con el tímpano perforado puede producir infección o
trauma acústico.
Solicita una cita con el médico si
tienes los oídos obstruidos con cera y no eres capaz de extraerla.
Igualmente, consulta si tienes un
tapón de cerumen y presentas nuevos síntomas, especialmente:
·
Secreción.
·
Fiebre.
·
Sordera
persistente.
·
Dolor
de oído.
Nunca
intentes limpiar el oído con bastoncillos, y mucho menos con trozos sueltos de
algodón.
Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas. Mario Benedetti.
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