La
melanina
es un pigmento oscuro que se halla en la mayoría de los animales. En los
humanos, en contra de lo que generalmente se supone, la melanina no sólo está
presente en
Los
lunares
o nevus pigmentarios son proliferaciones de células melánicas en la
piel o las mucosas, que originan manchas coloreadas, generalmente oscuras,
pardas o negras. Pueden ser congénitos o adquiridos.
Los
nevus
congénitos son manchas que aparecen desde el nacimiento o a los pocos
días de vida. En muchos lugares se conocen popularmente como ‘antojos’. Pueden
ser múltiples o agruparse formando manchas a veces de gran tamaño. En ocasiones
adoptan formas caprichosas, pueden tener gran volumen o cierta elevación.
Algunos presentan pelos en su superficie. Los bordes están bien definidos y su
color es muy variable, desde el rosa pálido al negro más intenso. Se subclasifican
en pequeños, medianos y grandes (a partir de
Los
nevus
adquiridos aparecen a lo largo de
En los últimos tiempos se ha observado cada vez con mayor frecuencia que ciertos melanomas (tumores malignos con gran riesgo de metástasis) se originan a partir de algún tipo de nevus. Por eso es fundamental conocer el riesgo de malignización que tienen estas lesiones. Sin duda el mayor factor de riesgo es la irradiación solar, sobre todo en personas de piel y ojos claros (fototipos 1, 2 y 3) o con historia familiar de melanomas. Las personas de piel clara que han sufrido quemaduras cutáneas anteriormente, las que tienen nevus de gran tamaño desde la infancia o las que presentan nevus displásicos, son las principales candidatas a padecer carcinomas cutáneos.
Cada
vez se constata más la relación de exposición prolongada al sol y quemaduras
solares en la niñez, con la presentación de carcinomas cutáneos en la
vida adulta. Por eso es muy importante proteger del sol especialmente a los
niños, y mucho más en los fototipos de piel clara. Conviene señalar que, aunque
raros, se han detectado casos de carcinomas cutáneos incluso en
personas de piel muy oscura y raza negra (fototipos 5 y 6).
Para prevenir la aparición de nevus no se conoce la existencia de ningún método. Sin embargo, una vez que han aparecido los nevus, sí es posible prevenir su transformación en melanomas. Lo primero, naturalmente, es evitar la exposición prolongada al sol, o hacerlo protegiéndose con filtros solares con un factor de protección elevado (véase nuestro post sobre radiaciones solares). También es muy importante el diagnóstico precoz de las lesiones. Aconsejamos vigilar periódicamente los nevus, lunares y pecas, fijándonos muy bien en sus tamaños, formas, colores y características. Se debe consultar con el dermatólogo siempre que en un lunar exista:
- Modificación
rápida del tamaño, la forma o la coloración.
- Brote
de manchas oscuras o pequeños nódulos cercanos al nevus.
- Bordes
inflamados o abultados.
- Erosión,
costras, sangrado o ulceraciones.
- Dolor
o picor intenso.
- Inflamación
de los ganglios próximos.
Cualquiera
de los supuestos anteriores será motivo suficiente para consultar. Recordad que
el ‘agujero’ en la capa de ozono atmosférica afecta de forma notable a la
intensidad de la irradiación solar. La frecuencia de aparición de melanomas
va en aumento. Yo, que tengo muchas horas de vuelo, se por experiencia que el
lugar más agradable, fresco y seguro de cualquier playa paradisiaca es el
chiringuito o el bar más cercano.
Las dos palabras más bellas de nuestro idioma no son ‘te quiero’, sino ‘es benigno’. Woody Allen.
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