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viernes, 8 de junio de 2018

CAROLE LANDIS, UNA ESTRELLA ECLIPSADA




No todas las estrellas de Hollywood brillaron por igual. El caso de Carole Landis ejemplifica perfectamente el de otras divas de la serie B.
La pobrecilla tuvo una infancia desgraciada, tachonada de miseria y abusos sexuales. A los quince años hizo su primer matrimonio fallido, abandonó el instituto y la casa de sus padres. Se inició como bailarina en un nightclub, se tiñó de rubia y debutó ante las cámaras en pequeños papeles. Cambió su nombre (Frances Lillian Mary Ridste) por el de Carole Landis, en homenaje a su admirada Carole Lombard. El éxito llegó para ella en 1940, cuando el avispado productor Hal Roach le dio un papel en One Million B.C., una comedia prehistórica, divertida y taquillera que alcanzó gran popularidad. También se hicieron populares los pechos de Carole, dotada de una delantera espectacular que sedujo a los espectadores masculinos desde el primer fotograma en que apareció.
La Landis se convirtió en amante del poderoso productor Darryl Zanuck de la Fox, y en los primeros cuarenta actuó en algunos musicales de éxito, compartiendo reparto con Betty Grable y otras estrellas del momento. Finalizada su relación con Zanuck, su estrella declinó, viéndose obligada a trabajar en películas de serie B o a aceptar papeles secundarios. Cuando los USA entraron en guerra, Carole participó activamente en los espectáculos que patrocinados por el ejército, divirtieron a miles de soldados en África, Europa o el Pacífico.

Por otra parte, la chica no carecía de talento. Escribió varios artículos nada desdeñables para diversas publicaciones, y fue la autora del guión del cómic Winnie The Wac, obra del dibujante Vic Herman, que narraba las peripecias de una rubia platino entre la tropa, un personaje claramente inspirado en la propia actriz.
Se casó tres veces y tuvo un buen puñado de amantes. El último de ellos fue el británico Rex Harrison, que la abandonó de una forma nada elegante. Al parecer, Carole no pudo superar ese abandono, y se suicidó en Los Ángeles con una sobredosis de barbitúricos. Tenía sólo 29 años.
Como modesto homenaje al recuerdo de esta fugaz estrella, en Bigotini os brindamos el enlace para visionar un breve reportaje donde se recogen algunos de los mejores momentos de Carole Landis. Haced clic sobre el cómic de Winnie y disfrutad un par de minutos con la efímera belleza de una belleza efímera.

Próxima entrega: Priscilla Lane




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