Cantante
de jazz y baladista de voz acariciadora, Bing
Crosby representó en el loco Hollywood de la edad de
oro, los valores más conservadores de la sociedad americana.
Evolucionó de jovencito de ojos claros, pelo rizado y bien
cortadito, en suma el yerno ideal, a madurito con amplias entradas y
votante republicano. La sensatez personificada. Se encontró como pez
en el agua en los varios papeles que interpretó de cura católico
irlandés redentor de muchachos díscolos. Entre sermoncito y
sermoncito, Crosby se arrancaba con una balada dulce como la miel,
que humedecía los ojos de millones de espectadores. Los censores que
aplicaron el código moral con mano de hierro lo ponían
continuamente como ejemplo. Ya de muy mayor y prácticamente retirado
de la escena, limitó sus apariciones públicas a los programas
televisivos navideños. Bing Crosby fue pionero en la costumbre que
adquirieron luego muchas estrellas, de editar discos anuales con
villancicos. Le imitaron en eso Sinatra, Martin, Amsgtron, Streisand
y un sinfín de divos.
Hoy
os proponemos visionar la versión original de Las
campanas de Santa María (1945), todo un clasicazo del
cine familiar. Impagable también la presencia de una Ingrid Bergman
angelical en el papel de monjita inefable. Dejando aparte mensajes y
moralinas, se trata de un filme notable. Haced
clic en la carátula, relajaos y disfrutadlo.
Próxima
entrega: Barbara Stanwyck
No hay comentarios:
Publicar un comentario