Gene
Kelly fue mucho más que un bailarín acrobático.
Desde sus comienzos primero en los teatros de provincias y después
en los escenarios de Broadway, se había trazado un camino y
propuesto un objetivo: triunfar en Hollywood.
Y
a fe que lo consiguió. Kelly llevaba el cine en la sangre desde que
en su infancia devoró con ansia todas las películas que pudo, entre
sesión y sesión de claqué. Que era un consumado bailarín, nadie
puede ponerlo en duda. No puede decirse que fuera un actor genial,
pero desde luego actuaba ante las cámaras con mayor soltura y
naturalidad que Fred Astaire, al que sucedió en la cima del
estrellato. Pero Kelly fue sobre todo un magnífico coreógrafo y un
hombre de cine. Al final de su carrera dirigió algunas películas,
pero ya desde sus comienzos, los cineastas que lo dirigieron han
reconocido que era él quien llevó la batuta en todos sus trabajos.
Minnelli confesó que su amigo Gene desde el primer día de rodaje,
tenía toda la película en la cabeza.
Con
Levando anclas conquistó el favor del público. Con Un
americano en París se ganó a la crítica que unánimemente
reconoció su talento. El filme le granjeó un cierto halo de
intelectual, y desde entonces salió del cerrado círculo
hollywoodiense de comediantes y estrellas del musical, para
frecuentar a escritores y artistas en los saraos de culturetas del
Atlántico al Pacífico. Sin embargo fue Cantando bajo la lluvia, una cinta que en sus orígenes no
tenía más pretensión que la comercial, la que iba a otorgarle fama
y brillo imperecederos. Su archifamoso número pisando charcos o el
gracioso trío del good morning con Debbie Reynolds y Donald
O'Connor, además de su formidable guión, han convertido al filme en
un clásico, acaso el mayor clásico del cine musical. Kelly cultivó
también una estudiada imagen de ambigüedad sexual que le causó no
pocos problemas con la censura. Sus camisetas a rayas, pantalones
ceñidos, gorras ladeadas y anclas tatuadas le convirtieron pronto en
un icono gay.
Ofrecemos
hoy en nuestra modesta filmoteca un enlace para visionar la simpática
escena de Gene Kelly con el ratón Jerry,
número que forma parte de Levando anclas (1945). Haced
clic en la foto y disfrutad unos minutos con el trabajo de
este formidable actor y bailarín.
Próxima
entrega: Bing Crosby
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