Heinrich Rudolf Hertz nació en Hamburgo en 1857
y en una familia de origen judío. Desde muy niño destacó por su inteligencia,
leía a los clásicos griegos en su lengua original y aprendió árabe a los doce
años. Su pasión era la física que estudió en Berlín con Gustav Kirchoff. Le
interesaron en particular la electricidad y el magnetismo, convirtiéndose aun
antes de concluir sus estudios, en una autoridad en los campos magnéticos. No
obstante también le interesaron la ingeniería y los trabajos manuales. Fue
siempre aficionado a la carpintería y al torno. Se cuenta la anécdota de que el
artesano que de muchacho le enseñó a usar el torno, al conocer la noticia de
que el joven Heinrich había ganado la cátedra de física teórica en la Universidad
de Kiel, exclamó: una lástima, porque este
chico habría llegado a ser un buen tornero.
En
1885 Hertz desarrolló el primer sistema para transmitir y recibir ondas
electromagnéticas. Consistía en una bobina asociada a un sistema capaz de
almacenar cargas eléctricas durante un tiempo muy breve, y que se descargaba
rápidamente produciendo una chispa. Un sistema muy rudimentario que llamó oscilador o descargador. En realidad, Hertz había desarrollado el primer condensador. La chispa se acompaña de la
generación de un campo electromagnético. El conjunto puede producir varios
miles de chispas por segundo, lo que genera un intenso campo electromagnético.
Cuando
esto es captado por un receptor, un resonador, cuyos extremos están separados
por un pequeño espacio, la onda electromagnética se propaga desde el oscilador
al receptor aunque se sitúe a este último a mayor distancia. El dispositivo fue
el auténtico precursor de la radio.
Más
adelante Édouard Branly y Aleksandr Popov descubrieron respectivamente los
radioconductores y la antena. Basándose en todo lo anterior, en 1895 el físico
italiano Guglielmo Marconi logró transmitir información a una distancia
superior a un kilómetro. Después fue mejorando su dispositivo, consiguiendo
transmitir a distancias cada vez mayores. El 3 de junio de 1898, cuatro años
después del fallecimiento de Hertz, Marconi transmitió el primer mensaje de
radio entre la isla de Wight y la localidad de Bournemouth, en el condado de
Dorset. La radio se convirtió muy pronto en el nuevo medio de comunicación
inalámbrica.
Así
que el trabajo pionero de Hertz allanó el camino tanto a la telegrafía sin
hilos como a la radiodifusión. Como homenaje a su contribución, las ondas de
radio se denominan ondas hercianas, y
la unidad de medida de las frecuencias en el sistema internacional recibe el
nombre de hercio.
No suelo acabar lo que empiezo, pero ahora…, ahora…
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