Este
sevillano nacido en 1775, que fue inscrito en su bautizo como José
María Blanco Crespo, era descendiente de irlandeses afincados en
Andalucía. Su padre, el vicecónsul británico William White,
españolizó su nombre como Guillermo Blanco, y se casó con la
andaluza Gertrudis Crespo. José María readaptó posteriormente su
nombre para expresar su doble origen, por eso ha pasado a la Historia
de las Letras Españolas como José María
Blanco-White.
Siguiendo
la tradición católica familiar, estudió con los dominicos y
terminados los estudios, profesó como sacerdote. Pero muy pronto, a
los diecinueve años, vio flaquear su vocación religiosa. Más
tarde, volcado por entero en las artes, el humanismo y la literatura,
frecuentó los ambientes intelectuales de su tiempo, alternando con
figuras tan sobresalientes como Juan Pablo Forner, Arjona, Tenorio
Herrera, Reinoso o Alberto Lista, con quienes fundó la Academia de
Letras Humanas de Sevilla. Fue en estos años cuando comenzó a
publicar sus primeras obras, tanto en verso como en prosa.
Marchó
a Madrid en 1805 como preceptor del infante Francisco de Paula.
Conoció a Juan Meléndez Valdés y a otros intelectuales de la
corte, y adquirió reputación de ser uno de los más prometedores
poetas y literatos españoles. Durante este periodo mantuvo
relaciones con Magdalena Esquaya, que concibió a Fernando, su único
hijo. Aunque de forma todavía secreta, Blanco-White había ya
renegado de la fe católica, desengañado en parte por el
ultracatolicismo de su familia, que mantenía a dos de sus hermanas
en conventos de clausura, y en parte por sus propias lecturas y su
acercamiento intelectual a la Iglesia Anglicana. Además de su
heterodoxia religiosa, que le puso en aprietos con la Inquisición y
le granjeó un puesto de honor en la Historia de los heterodoxos
españoles de Marcelino Menéndez Pelayo, se encontró tras la Guerra
de la Independencia enfrentado políticamente al poder, por su
decidida participación en las Juntas Patrióticas y su declarado
liberalismo. Se había trasladado a Inglaterra en 1810, en principio
con intención de regresar a España, pero ya no regresó. Falleció
en Liverpool en mayo de 1841.
Desde
el punto de vista literario, Blanco-White ejemplifica a la perfección
la transición entre el Neoclasicismo y el Prerromanticismo. Es
escritor igualmente reconocido en las letras españolas y en las
inglesas, pues tanto en prosa como en verso, brilló en ambos
idiomas. Fue él mismo quien se encargó de traducir del uno al otro
la mayoría de sus obras. Desde la óptica de la cultura española,
Blanco-White fue quizá nuestro principal embajador en el mundo
anglosajón. Junto al estadounidense Washington Irving, supo plasmar
la idiosincrasia de la España y los españoles decimonónicos con
gran rigor y lejos de los prejuicios y los tópicos que se
adjudicaban a nuestro país en el resto de Europa. En este sentido,
Blanco fue inspirador de los primeros hispanistas británicos, que en
fechas posteriores han dado tan importantes figuras al estudio de
nuestra Historia y nuestra cultura. Biblioteca Bigotini tiene hoy el
placer de poneros al alcance de un clic (hacedlo
sobre la cubierta) una formidable versión digital de la
Autobiografía de José María Blanco-White, que su autor escribió
en inglés, sin traducirla en vida al castellano. Es la mejor fuente
para introducirse en el pensamiento y el devenir biográfico de este
heterodoxo irlandés que fue también español hasta la médula de
los huesos.
Ser
bisexual duplica las oportunidades de conseguir una cita el sábado
por la noche. Woody Allen.
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