Entre
los críticos cinematográficos de Cahiers du cinema y entre
los intelectuales cinéfilos que bebían en esas mismas fuentes,
cundió la especie de que William Wyler
era más un productor ejecutivo que un auténtico director. Cierta
crítica especializada que endiosó a cineastas como Ford, Hawks o
Hitchcock, consideraba a Wyler y a otros, meros artesanos de la
industria hollywoodiense a quienes faltaba la llama de la creación
artística.
Desde
Bigotini no podemos menos que manifestar nuestro completo desacuerdo.
William Wyler fue un cineasta de talento que aportó a su obra su
toque y su estilo personales. Aunque no se rodeó de una camarilla
fija de actores, supo sacar lo mejor de casi todos ellos.
Rutinariamente filmaba la misma escena un mínimo de diez veces,
hasta encontrar la toma buena. Tocó prácticamente todos los
géneros, y en todos demostró su maestría. En definitiva, un hombre
que supo satisfacer profesionalmente a una estrella de carácter tan
difícil como Bette Davis, forzosamente debe tener algunos méritos.
Hoy
os brindamos el enlace (clic en la carátula)
para visionar un montaje musical sobre Ben-Hur, uno de los mejores
trabajos de Wyler. Se trata de una composición a base de fotogramas
del filme, aderezado con la prodigiosa banda sonora, obra de Miklós
Rózsa. Disfrutadla.
Próxima
entrega: Error Flynn
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