Bueno,
pues ya estamos metidos hasta el cuello en una nueva Navidad. La
lotería otra vez ha pasado de largo, las luces están encendidas y
los regalos empaquetados. No hay nieve, claro, porque con eso del
calentamiento global ahora tendremos que irnos a Siberia para ver un
paisaje blanco. Pero a pesar de todo es Navidad, y en Navidad la
tradición manda que Biblioteca Bigotini se traslade al siglo XIX. En
Navidad siempre volvemos a Dickens,
porque el bueno de Charles rezuma espíritu navideño en cada
párrafo, en cada línea.
Rescatamos
hoy de nuestra biblioteca dickensiana un relato breve, un precioso
cuento titulado El armario viejo.
Se trata de una modesta pieza literaria en la que ni siquiera nuestro
viejo amigo se tomó la molestia de introducir una sola pincelada de
ambiente navideño, y a pesar de todo nos sabe a Navidad porque en
ella no falta ninguno de los ingredientes básicos de la entrañable
literatura de Dickens. Está (cómo no) el viejo avaro sin
sentimientos que goza contando sus peniques, y está también el
joven muchacho limpio de corazón, cuyo ingenio le permitirá burlar
al viejo y salir triunfante. Dickens en estado puro.
Haced
clic en la ilustración para acceder a una versión
digital de excelente traducción con la que pasaréis cinco minutos
deliciosos. ¡Feliz Navidad!
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