Pitágoras
nació en Samos (Jonia) en 580
a .C. A lo largo de su vida y su fructífera carrera
científica se interesó por diferentes ramas del saber, como la filosofía, la
música o la astronomía. Pero su principal contribución se centró en los campos
de la geometría y las matemáticas, ciencia esta última de la que es
universalmente considerado como padre e iniciador por antonomasia.
Fue
el fundador de la hermandad pitagórica, una institución predominantemente
religiosa, pero que cultivó diferentes disciplinas científicas. Pitágoras le
imprimió un acentuado tinte sectario, una orientación de sociedad secreta
decididamente elitista, que no contribuyó precisamente a hacer al personaje muy
popular entre sus contemporáneos.
Pitágoras
sobresalió en el campo de las relaciones
numéricas, y a él se atribuye el célebre teorema que lleva su
nombre: la suma de los cuadrados de los catetos de un triángulo rectángulo, es
igual al cuadrado de la hipotenusa. Desarrolló una extensa teoría sobre
razones
y proporciones, y en música descubrió la afinación pitagórica, una
gama musical construida sobre intervalos de quintas perfectas de razón 3/2.
Muchos de los grandes músicos de siglos posteriores han utilizado este método,
algunos de forma consciente, y otros al parecer, intuitivamente.
Pitágoras
se estableció en Crotona, donde regentó su famosa escuela pitagórica. A
ella se deben numerosos hallazgos científicos que, considerando su antigüedad,
hoy día resultan asombrosos. La cruz de la moneda es que el carácter hermético
y elitista de dicha institución, le granjeó numerosos enemigos. Pitágoras
falleció en 495 a .C.,
y si hemos de creer lo que nos ha transmitido la tradición, tuvo un tristísimo
final. Se dice que odiaba las habas, hasta el punto de que esta legumbre estaba
proscrita en la dieta que obligaba seguir a sus prosélitos. Pues bien, desatada
la ira de las sencillas gentes del pueblo de Crotona contra los pitagóricos, a
quienes en su ignorancia consideraban culpables de una larga serie de delitos,
una multitud enfurecida persiguió a Pitágoras hasta alcanzarle y darle una
muerte ignominiosa. ¿Dónde se produjo el linchamiento?: precisamente en un campo
de habas, aquel alimento que el sabio aborrecía.
Cuando
el profe Bigotini tuvo noticia de este suceso, se apresuró a declarar
públicamente que detestaba la langosta thermidor y una extensa relación de
otros exquisitos manjares. Nunca se sabe, -dijo-, y hay que tenerlo todo
previsto.
La
ignorancia es la madre de todos los crímenes. Honoré de Balzac.
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