martes, 24 de marzo de 2015

PITÁGORAS DE SAMOS Y EL NACIMIENTO DE LAS MATEMÁTICAS

Pitágoras nació en Samos (Jonia) en 580 a.C. A lo largo de su vida y su fructífera carrera científica se interesó por diferentes ramas del saber, como la filosofía, la música o la astronomía. Pero su principal contribución se centró en los campos de la geometría y las matemáticas, ciencia esta última de la que es universalmente considerado como padre e iniciador por antonomasia.
Fue el fundador de la hermandad pitagórica, una institución predominantemente religiosa, pero que cultivó diferentes disciplinas científicas. Pitágoras le imprimió un acentuado tinte sectario, una orientación de sociedad secreta decididamente elitista, que no contribuyó precisamente a hacer al personaje muy popular entre sus contemporáneos.

Pitágoras sobresalió en el campo de las relaciones numéricas, y a él se atribuye el célebre teorema que lleva su nombre: la suma de los cuadrados de los catetos de un triángulo rectángulo, es igual al cuadrado de la hipotenusa. Desarrolló una extensa teoría sobre razones y proporciones, y en música descubrió la afinación pitagórica, una gama musical construida sobre intervalos de quintas perfectas de razón 3/2. Muchos de los grandes músicos de siglos posteriores han utilizado este método, algunos de forma consciente, y otros al parecer, intuitivamente.


Pitágoras se estableció en Crotona, donde regentó su famosa escuela pitagórica. A ella se deben numerosos hallazgos científicos que, considerando su antigüedad, hoy día resultan asombrosos. La cruz de la moneda es que el carácter hermético y elitista de dicha institución, le granjeó numerosos enemigos. Pitágoras falleció en 495 a.C., y si hemos de creer lo que nos ha transmitido la tradición, tuvo un tristísimo final. Se dice que odiaba las habas, hasta el punto de que esta legumbre estaba proscrita en la dieta que obligaba seguir a sus prosélitos. Pues bien, desatada la ira de las sencillas gentes del pueblo de Crotona contra los pitagóricos, a quienes en su ignorancia consideraban culpables de una larga serie de delitos, una multitud enfurecida persiguió a Pitágoras hasta alcanzarle y darle una muerte ignominiosa. ¿Dónde se produjo el linchamiento?: precisamente en un campo de habas, aquel alimento que el sabio aborrecía.

Cuando el profe Bigotini tuvo noticia de este suceso, se apresuró a declarar públicamente que detestaba la langosta thermidor y una extensa relación de otros exquisitos manjares. Nunca se sabe, -dijo-, y hay que tenerlo todo previsto.

La ignorancia es la madre de todos los crímenes. Honoré de Balzac.



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