La
lipoatrofia semicircular es un trastorno
de la grasa subcutánea que se manifiesta visualmente como una retracción de la
piel y un hundimiento del panículo adiposo localizado en los muslos y más raramente
en los antebrazos. Afecta más a las mujeres (90-95% de los casos). Generalmente
es bilateral, aunque pueden darse casos en una sola extremidad. Aparte de la
alteración estética puede presentarse con otros síntomas como picores a veces
intensos en el área afectada o con menor frecuencia hormigueos y otras
disestesias. El curso del trastorno es benigno y suele corregirse fácilmente
con el cambio de los hábitos posturales o el cese de la actividad.
Se relaciona con el mantenimiento prolongado de la presión sobre las zonas afectadas en contacto con bordes duros del mobiliario en ciertas oficinas, sobre todo cuando dichos bordes son metálicos. También se ha observado la relación de la lesión con descargas de electricidad estática en mesas y otros equipos de trabajo que no disponen de toma de tierra. La medición de la altura de las lesiones por parte de médicos y ergónomos, coincide con las aristas del mobiliario, por lo que parece existir una relación causa-efecto.
Oficialmente
la entidad no está incluida en la tabla de enfermedades profesionales. No
obstante, en Alemania, donde se observó por vez primera la alteración, y en
Cataluña, se han producido casos (a veces en forma de brotes) que han recibido
la consideración de patología de origen laboral, por lo que los Departamentos
de Trabajo y de Salud de la Generalitat
de Catalunya han editado de forma conjunta un protocolo de actuación para
la lipoatrofia
semicircular.
Factores
que parecen coincidir en todos los casos registrados son:
- Baja
humedad relativa (ambiente seco).
- Mesas
y mobiliario provisto de estructuras metálicas.
- Cantos
situados a la altura de las lesiones.
- Estructuras
desprovistas de toma de tierra.
- Descargas
electrostáticas.
- Malos
hábitos posturales.
El
diagnostico
diferencial debe plantearse con otras lipoatrofias o lipodistrofias
inducidas por inyecciones de determinadas sustancias. En estos casos las
lesiones se sitúan en otras zonas del cuerpo y no presentan necesariamente el
aspecto semicircular característico. En cuanto al tratamiento, una vez
corregidas las causas o cuando ha cesado la actividad (jubilaciones), las
lesiones tienden a mejorar o desaparecer sin mayores consecuencias.
En política pasa como en las matemáticas: todo lo que no es totalmente correcto, está mal. Noel Clarasó.
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