Nacido
en Sevilla la llana en 1499, tiempo antes de la venida del emperador Carlos, Alonso Enríquez de Guzmán era descendiente
de reyes y pariente de grandes. Debió ser tan alta su cuna, que al caer se
descalabró. Acaso víctima de su propia nobleza, cayó el caballero en manos no
demasiado cristianas de usureros, y le fueron royendo las deudas como al pan
ratonado. Echó entonces mano a la espada, no pudiendo hallar otra cosa en que
ponerla, y abrazó el oficio de soldado hallándose en las guerras de Italia de
1520. En la carnicería de los Gelves junto a Hugo de Moncada, con quien se
embarcó en Sicilia, evitó la muerte de milagro. Sirvió después al emperador
contra los agermanados en 1523 y luego en Mallorca. Pasó más tarde a Alemania,
y en Alemania pasó las más amargas penurias, llegando al extremo de mendigar un
mendrugo de pan que llevarse a la boca. Ya de vuelta en Castilla fue criado del
rey en su casa, y muy privado suyo, pero las envidias de algún poderoso le
hicieron dar con sus huesos en la cárcel de Melilla, una de las más infames
prisiones de cuantas hubo en su tiempo.
Hizo
Enríquez protesta de inocencia y hallada probanza de ser verdad, recobró
libertad y honra, volviendo a gozar del favor de su Majestad y siendo nombrado
gobernador de Mallorca. Pasó a las Indias en 1534. En el Perú tomó partido por
don Diego de Almagro, poniendo su vida en tan grande riesgo que a pique estuvo
de perderla a manos de la gente de Pizarro. Regresó a España en 1540, donde se
esforzó en la defensa de Almagro, a cuya memoria dedicó varios romances y unas
coplas reales muy hermosas compuestas en endecasílabos.
Y
es que Alonso Enríquez, amás de soldado, mendigo, preso y algo pícaro, fue
también poeta y no de los peores. A su pluma se debe una entre crónica y novela
que intituló Libro de la vida y costumbre de don Alonso
Enríquez, caballero noble y desbaratado, obra que no se dio a la
imprenta hasta 1862, cuando los restos, polvo y cenizas de su autor reposaban
hacía más de tres siglos, pues murió don Alonso en Úbeda la abundosa el año de
1547.
Es este libro de su vida la lectura que Biblioteca Bigotini os trae hoy. Hágase clic en el enlace que aquí abajo parece, y disfruten chicos y grandes las venturas y desventuras de don Alonso Enríquez, historia verdadera de sus hechos de nobleza tanto como de sus locuras y desbaratamientos, que de todo hubo y nada se callará para ocultarlo al lector.
Puse muy grand luto por él; peléme las barvas y regué mis mexillas quando supe su fallesçimiento, porque tengo por çierto que lo mismo hiziera al mío, sy fuera antes que el suyo. Alonso Enríquez de Guzmán.
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