Calila e Dimna
es probablemente uno de los textos literarios más antiguos de la narrativa
universal. Su fuente más remota conocida hasta la fecha es el Panchatantra
hindú aparecido hacia el año 300. En el 540 fue traducido al pahlavi o persa literario, y poco
después al sirio. El iraní Ibn Al-Muqaffa lo tradujo al árabe (Kalila
wa-Dimna) en el siglo XIII, y fue este el texto que por encargo de
Alfonso X se trasladó al romance de la Castilla de su tiempo. La versión que actualmente
conocemos nos ha llegado a través de dos manuscritos de principios del siglo
XV. En uno de ellos, conservado en la biblioteca del Escorial, se dice que fue romançado por mandato del infante don
Alfonso, era de mill e dozientos e noventa y nueve años, fecha que
calculando el cambio de calendario, situaría la traducción en 1261. Sin
embargo, puesto que Alfonso X ascendió al trono en 1252, y se le llama “el
infante”, muchos especialistas lo datan en fecha no posterior a 1251.
También
se dice en el manuscrito escurialense que fue
sacado del arábigo al latín, e luego romançado, pero esto parece muy
improbable, puesto que la traducción castellana es tan fiel al texto árabe, que
no sugiere un paso intermedio por el latín. Como quiera que la escuela de
traductores de Toledo contaba entonces con la flor y nata de la erudición de su
época, lo más verosímil es que se tradujera directamente del árabe tanto al
romance como al latín, y se haya perdido el texto latino.
Calila
e Dimna, los personajes que dan título a la obra, son dos zorros o dos chacales
en cuyas bocas se ponen la mayor parte de los cuentos contenidos en la obra. Se
trata efectivamente, de una colección de fábulas o relatos breves al modo de la
literatura sapiencial tan popular en oriente, destinada a la educación de los
príncipes. Diálogos y monólogos introspectivos muy del estilo del más conocido Conde
Lucanor o libro de los exemplos, del infante Don Juan Manuel.
La
estructura de la obra, sigue los usos medievales de narraciones dentro de otras
narraciones, como las muñecas rusas o las cajas chinas. Muchos de los exempla o cuentos ejemplarizantes, son
protagonizados por animales, bueyes, leones, ratones…, lo que entronca con la
tradición antiquísima de trasladar al lector a una edad remota en la que
hablaban los animales y razonaban como eruditos. En los textos clásicos se
invocaba la edad de oro, y en la
cultura y el folklore populares, se habla de los tiempos de maricastaña o de la Marica Castañas.
La
obra tiene tres partes diferenciadas. La primera o introducción de Al-Muqaffa,
es una especie de apología del saber, donde se incluyen algunos exempla. La segunda, historia
de Bercebuey, describe el viaje a la India de este personaje en busca de la sabiduría,
es una especie de de contemptu mundi.
La tercera parte, historia de Calila y Dimna propiamente dicha, consta a su vez
de dos partes, una que contiene las narraciones más reconocibles del Panchatantra hindú, y otra final con
añadidos posteriores donde son menos claras las influencias orientales.
Estamos
ante la que pasa por ser la primera obra de ficción extensa de la literatura
peninsular. Biblioteca Bigotini os ofrece un enlace con la versión digital
completa del Calila e Dimna
correspondiente a la
Biblioteca virtual Miguel de Cervantes. Hacec clic en la portada y
deleitaos con la lectura de esta maravilla trasladada al romance antiguo. Un
gozo para el alma y hasta para los sentidos de quienes amamos nuestra lengua
desde su mismo nacimiento. Aquí la vais a encontrar aun en pañales.
-Mas
quiero roer favas seguro e en paz que comer mil manjares corrido e sin solaz.
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita.
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