Después
de ella ha habido muchas otras. De hecho cada vez que una estrella
incipiente emite un tímido destello, una legión de críticos y
comentaristas se apresuran a colocarle la famosa etiqueta: la
novia de América.
Decir que hace pocos años se otorgó el título a Sandra Bullock,
basta para hacerse una idea de la degradación que ha sufrido. No
obstante, y a pesar de que no ha sido la única, a Irene
Dunne le
cupo el honor de ser la primera y claro está, los primeros amores no
se olvidan así como así.
Irene
Dunne era una chica de pueblo que llegó a Hollywood dispuesta a
comerse el mundo. Y vaya si se lo comió. No dejó ni una migaja.
Desde sus primeros éxitos en el incipiente cine sonoro, no cesó de
encabezar repartos. Fue la actriz favorita de Leo McCarey, que la
utilizó en una exitosa sucesión de comedias románticas. Alternó
con los principales galanes de su tiempo, como Charles Boyer o el
mismo Cary Grant, considerado el rey de la comedia. Fue inolvidable
su interpretación en filmes como La
pícara puritana
o Tú y yo…
Hoy
os ofrecemos el enlace (haced
clic en la carátula)
para que os deleitéis con la versión doblada al español de
Serenata
nostálgica.
Una producción Columbia, dirigida por George Stevens en 1941, que
tomó su título de Penny
Serenade,
celebérrima canción compuesta en 1939 por Arthur William Halifax.
Se trata de una amable comedia romántica con Cary Grant en el papel
masculino. Tiene tantas dosis de sentimentalismo y de nostalgia como
promete su cabecera. Acaso el filme no ha envejecido tan bien como
otras comedias de su época, y hoy resulte al espectador un poco
desfasada y bastante antigua. No obstante, sirve muy bien al
propósito de admirar a un Cary Grant aun joven, pero ya en plena
madurez interpretativa, y a esta primera novia
de América,
una Irene Dunne encantadora y pletórica.
Próxima
entrega: Leo McCarey
No hay comentarios:
Publicar un comentario