Considerado
uno de los siete sabios de Grecia, Tales
de Mileto nació hacia 625 a .C., y pasó la mayor parte de su vida,
hasta su fallecimiento en 547
a .C., en aquella ciudad de la costa jonia del Asia
Menor. Destacó en diferentes campos del conocimiento: matemáticas, geometría,
astronomía, física, filosofía… Tales fue el iniciador de la Escuela
milesia, a la que perteneció su discípulo Anaximandro, y también más
tarde Anaxímenes. Fue precursor de las técnicas de medición por medio de la
comparación de sombras: si se traza una
línea paralela a cualquiera de los lados de un triángulo, se obtiene otro
triángulo semejante. Según una extendida leyenda, Tales midió por este
procedimiento la altura de la pirámide de Keops. Conociendo su propia estatura,
esperó a que la sombra que proyectaba su cuerpo adquiriera precisamente esa
medida, y en ese mismo instante ordenó medir la sombra de la pirámide,
obteniendo de esta ingeniosa manera la medida exacta de la construcción.
Se
atribuye a Tales de Mileto la paternidad de la especulación científica,
utilizada como método deductivo. Se interesó vivamente por la construcción de
tangentes y por los triángulos circunscritos a circunferencias. Tales influyó
decisivamente en el pensamiento socrático que floreció décadas más tarde. No parece
descabellado considerarlo como el verdadero pionero de un incipiente pensamiento
científico. Por lo que de su obra ha llegado hasta nosotros, puede
afirmarse al menos que fue el primer filósofo que supo separar ciencia y
religión, lo que en aquellos remotos tiempos en que le tocó vivir, puede
considerarse un hito de primera magnitud en la Historia de la ciencia.
Cuando
un problema parece ligero, empieza a ser importante.
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