Si
el cine fuera una religión (y para algunos lo es), su diosa sería sin duda
Greta Garbo. Esta Greta Lovisa Gustafsson, valquiria de lejanas latitudes
boreales, era una ninfa fría e inalcanzable, cuyo rostro y cuya misteriosa
mirada atraían a la cámara de un modo que difícilmente podrá volver a repetirse
nunca.
Alcanzó
la categoría de mito nada más llegar a aquel Hollywood aun silente, pero ya
loco, desmesurado y pecaminoso. Durante su década y pico de reinado
indiscutible permaneció siempre envuelta en una nube de misterio. La leyenda (acaso
intencionada) de ambigüedad sexual que la acompañó, contribuyó a agrandar el
mito. Con toda probabilidad la Garbo, como se la conoció mundialmente, ha sido
la más admirada estrella del firmamento hollywoodiense. Su fama y su misterio
traspasaron de tal manera las fronteras que no hubo rincón del mundo donde su
resplandor no brillara. Prueba de ello es el video del que el blog de Bigotini
os ofrece hoy un enlace (haced clic en la ilustración). Se trata de un
reportaje de una cadena de televisión rusa sobre la estrella, en el que no
falta ni uno solo de los elementos mitomaniacos imprescindibles en este tipo de
hagiografías fílmicas. El exotismo del idioma contribuye aun más si cabe a
agigantar la figura de la inmortal Garbo. Esperamos que os guste tanto como al
profe y a mí.
Próxima entrega: Joan Crawford
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