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lunes, 14 de febrero de 2022

DOSTOYEVSKI, UN PSICÓLOGO EN LA LITERATURA RUSA

 


Fiódor Mijáilovich Dostoyevski nació en Moscú en 1821. Según propia confesión, la sangre rusa de su madre le aportó constancia y amor por el trabajo, y la oriental de su padre, un bielorruso medio tártaro, le aportó el punto de locura imprescindible para el arte. Aquel padre, Mijaíl Andréievich Dostoyevski, resultó ser un loco completo. Fue un padre despótico y alcohólico, médico de un hospital para pobres, que más tarde compró tierras de labranza y se hizo con siervos que en la época zarista trabajaban en régimen de semiesclavitud. Murió cuando Fiódor tenía dieciocho años. La causa oficial fue que falleció como consecuencia de una de sus borracheras, aunque lo más probable es que fuera asesinado por los siervos después de uno de sus brutales arranques de violencia. Su madre había muerto años atrás víctima de la tuberculosis.

Dostoyevski estudió en una escuela militar donde dedicó más horas a leer a los clásicos que al estudio de las ciencias, lo que no impidió que fuera ascendido a alférez del cuerpo de ingenieros. Su carrera militar se vio truncada por la epilepsia que siempre padeció y que tan a menudo plasmó en sus novelas a través de diversos personajes. El estudio del morbo se desarrolló a lo largo del siglo XIX por especialistas en neurología como Romberg, Trousseau o Stephenson, y por psiquiatras como el mismo Sigmund Freud. Curiosamente las descripciones de la clínica y los síntomas de la enfermedad por estos autores, se deben en gran parte a la minuciosa y rica información que aportó el escritor. Supo plasmar esos aspectos en sus novelas con tal riqueza de detalles, que los científicos, ávidos lectores suyos, bebieron en sus fuentes literarias a la hora de describir la historia natural de la epilepsia.


A la temprana edad de veinticuatro años Dostoyevski había publicado ya varias novelas convirtiéndose en una celebridad literaria y siendo traducido a los principales idiomas. Ganó mucho dinero, pero no supo administrarlo, se entregó al vicio del juego y contrajo numerosas deudas. Se sucedían sus ataques epilépticos que le sumieron en una profunda depresión. Se acercó por entonces a los círculos culturales y filosóficos del nihilismo y el aún incipiente anarquismo, que hicieron furor entre los intelectuales rusos. En abril de 1849 fue arrestado y posteriormente condenado a muerte bajo el cargo de conspirar contra el zar. Conmutada la pena en el último momento, ya frente al pelotón de ejecución, su condena se cambió por cinco años de trabajos forzados en la prisión siberiana de Omsk, lugar del que no regresaba prácticamente nadie. Sus sufrimientos fueron infinitos, llegando a estar encerrado en un campo de exterminio en el que el hambre y la suciedad se aderezaban con continuas palizas. El débil y enfermizo Fiódor Dostoyevski consiguió sobrevivir milagrosamente. En 1854 fue incorporado al ejército como soldado raso. Aquel destino constituía la segunda parte de su condena, sin embargo, y a pesar de la dureza del regimiento en que sirvió, para él resultó una liberación en comparación con las penalidades sufridas en Siberia.


Liberado definitivamente en 1857 por la amnistía que proclamó el zar, Dostoyevski se casó ese mismo año con María Dmítrievna Ysáyeva, viuda de uno de sus compañeros presos en Siberia. Lo hizo para cumplir a su camarada la promesa de protegerla, pero lo cierto es que María resultó un ángel para él, pues le adoró y le cuidó hasta que la llevó prematuramente la muerte. Obtuvo permiso para seguir escribiendo y publicando, y a ello se dedicó el escritor con renovadas fuerzas. Ideológicamente se apartó del nihilismo. Abrazó una especie de pacifismo cristiano muy suyo y algo alejado de la ortodoxia religiosa. A través de su hermano Mijaíl se acercó a la filosofía de Hegel, y a través de su esposa María, adoptó una especie de feminismo primitivo. De lo que sí se hizo entusiasta fue del entonces floreciente paneslavismo, una suerte de nacionalismo que ensalzaba el valor de los campesinos, los sufridos mujiks siervos del régimen feudal, e idealizaba el folklore y las costumbres rusas. En eso coincide Dostoyevski con muchos románticos y nacionalistas de su tiempo que cultivaron la música, las artes plásticas y la literatura. Volvió a casarse, ya maduro, con Anna Grigórievna Snítkina, que había trabajado a su lado como secretaria durante varios años. Murió en 1881 en San Petersburgo, víctima de una hemorragia pulmonar.



En cuanto a su obra literaria, Dostoyevski puede considerarse, y así se ha definido por muchos, el Cervantes ruso. Constituye junto a escritores tan alejados de él geográficamente como Dickens, Galdós o Flaubert, la cumbre literaria del XIX europeo y es el principal exponente de la novela moderna en lengua rusa. Su estilo se caracteriza por un extremo cuidado de la descripción de sus personajes, sobre todo de sus sentimientos, pensamientos y mecanismos mentales. Dostoyevski es al decir de muchos, un consumado psicólogo. Por tal lo tienen Sigmund Freud o Karl Jung que en el escritor reconocen a un profundo conocedor de la psique y a un gran maestro en muchos aspectos.

Entre sus novelas más descollantes cabe citar Pobres gentes, El doble, La patrona, Niétochka Nezvánova, Humillados y ofendidos, Crimen y castigo, Recuerdos de la casa de los muertos, El idiota o Los hermanos Karamázov. Nuestra biblioteca Bigotini os ofrece hoy la versión digital de El jugador, una de las novelas más redondas y célebres de Fiódor Dostoyevski. Haced clic en el enlace y sumergíos en las profundidades de la psique de su protagonista y de su autor. 

https://www.dropbox.com/home/Profesor%20Bigotini?preview=El+jugador.pdf

El grado de civilización de una sociedad se mide por el trato que dispensa a sus presos. Fiódor Dostoyevski.

 


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