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lunes, 6 de enero de 2014

HIPERTENSIÓN Y BRICOLAJE. HÁGASELO USTED MISMO

Si ya tienes una edad provecta, quizá los reyes magos te hayan obsequiado una de esas maquinitas para tomar la tensión. Recientemente se ha popularizado entre quienes padecen hipertensión arterial el uso de tensiómetros digitales fáciles de manejar. Es más, he observado que en ocasiones estos aparatos figuran en los botiquines domésticos de personas que ni siquiera son hipertensas. En principio parece una medida preventiva muy recomendable. No obstante, un uso indiscriminado de los tensiómetros, lejos de ser aconsejable, puede fomentar cierta tendencia a la hipocondría y traer como consecuencia alarmas innecesarias. Al objeto de aclarar algunos conceptos básicos, e ilustrar sobre la buena praxis en la medida de la presión arterial, Bigotini os ofrece unos consejos y recomendaciones elementales.

Para empezar, conviene elegir bien el aparato. No son demasiado fiables los que toman la presión en los dedos. Lo aconsejable es utilizar tensiómetros de manguito que rodee el brazo. También es importante que el manguito tenga un tamaño adecuado al perímetro del brazo. Los manguitos demasiado pequeños arrojan cifras tensionales anormalmente elevadas, mientras que los excesivamente grandes, tienden a dar cifras más bajas. Lo ideal es adquirir un manguito de la medida adecuada. En caso de modelos baratos que no ofrezcan esta posibilidad, es preferible elegir un manguito grande, cuyo error es algo menor que el pequeño, y además servirá para tomar la tensión al resto de la familia, a los amigos, al vecindario y al Orfeón donostiarra. No olvides que hay que calibrar el aparato al menos una vez al año. No compres el tensiómetro en un establecimiento que no te ofrezca esta posibilidad.


Comprueba tras las primeras tomas cuál es el brazo donde las cifras son más elevadas (siempre existe una ligera diferencia entre ambos), y elige ese brazo siempre para seguir los controles. Verás que en la pantalla digital aparecen tres cifras en cada toma. La primera es la presión arterial sistólica, PAS o PS, que corresponde a la sístole o impulso mediante el cual el corazón expulsa la sangre hacia el resto del cuerpo. La segunda cifra es la presión arterial diastólica, PAD o PD, que corresponde a la diástole en la que el corazón se relaja, disponiéndose a llenarse de sangre nuevamente. Estas tensiones sistólica y diastólica suelen expresarse abreviadamente con una barra entre ambas, por ejemplo: 130/75. La tercera y última cifra expresa la frecuencia cardiaca (FC), es decir, el número de latidos del corazón por minuto.


Ahora que ya tienes claro qué es lo que pretendemos medir, veamos cuándo conviene hacerlo. Lo principal es que la persona se encuentre tranquila y relajada. Hay que elegir un lugar cómodo y agradable, y descansar cinco o diez minutos antes de efectuar la medición. No conviene tomar la tensión después de las comidas ni tras haber realizado algún esfuerzo. Si has bebido alcohol, fumado o tomado café, debes dejar transcurrir al menos una hora antes de la medición. Los mejores momentos pueden ser al levantarse y un poco antes de la cena. También se recomienda tener la vejiga vacía. Hay que orinar antes de tomarse la tensión.

Sabido qué y cuándo, nos ocuparemos de cómo hay que tomar la tensión. Siéntate en una silla o sillón cómodo, reclina la espalda y no cruces las piernas. Coloca el brazo extendido a la altura del corazón, y apóyalo sobre la mesa o en el brazo del sillón. Es aconsejable realizar tres tomas seguidas con un intervalo de unos tres o cuatro minutos. La primera se desestimará (siempre suele ser la más elevada). Se tendrán en cuenta la segunda y la tercera, y se dará por válida la más baja de ellas, o bien se calculará la media aritmética de ambas. Anota cuidadosamente las medidas, sin olvidar consignar la fecha y la hora, y llévalas a la consulta periódica del médico o de la enfermera.

Si con la medicación que te han prescrito mantienes unas cifras tensionales razonablemente controladas, es decir, sin llegar a 160/90, continua tomando esa medicación tranquilamente. Si las cifras están por debajo de esos límites, son normales o incluso bajas, no por ello abandones la medicación. Será tu médico quien te indicará cuándo debes hacerlo. Por el contrario, si las cifras superan la barrera de 160/90, solicita consulta con él, y mientras tanto sigue con la medicación prescrita. Sólo debes plantear acudir a un servicio de urgencias cuando la tensión arterial se sitúe reiteradamente por encima de 180/100, sobre todo si la medición elevada se acompaña de cefalea intensa, visión doble o borrosa, mareo, náuseas, confusión o malestar generalizado.


Muy bien, ya está. ¿Y ahora qué? Pues ahora lo más importante es que no conviertas la medida de la tensión arterial en una especie de obsesión que no conduce a nada bueno. De nada sirve tomar la tensión cuando te encuentres mal, acabes de tener un disgusto o tengas los nervios a flor de piel. En esos casos seguramente estará anormalmente elevada, y quizá la medición no sea significativa. En definitiva, si el dichoso aparato va a servir como constante causa de preocupación y alarma, lo mejor es que lo vuelvas a meter en su caja, le pongas un lazo y lo regales a tu cuñada por su cumpleaños. Puede que ella le de mejor uso. Tu sigue acudiendo como siempre cada dos semanas a la consulta, toma la medicación que te ha prescrito tu médico, y déjate de aparatos.

La salud no es más que un estado transitorio entre dos periodos de enfermedad, y además, no presagia nada bueno. Winston Churchill.


viernes, 3 de enero de 2014

UNIVERSO EN EXPANSIÓN. EL GRAN ESTALLIDO

Estás parado en un semáforo en medio del tráfico, cuando de repente comienzas a oír la sirena de una ambulancia. Sin la menor dificultad descubres de qué dirección proviene el sonido. Si prestas un poco más de atención, de inmediato averiguas también si la ambulancia se acerca o se aleja. Quizá no te has parado nunca a pensarlo, pero el sonido se irá haciendo paulatinamente más agudo si la ambulancia se acerca, y más grave cuando se aleja de ti. Esto es lo que se conoce en física del sonido como efecto Doppler.

El equivalente al efecto Doppler también puede ser aplicado a la luz visible. En 1925 el gran astrónomo y astrofísico Edwin Hubble observó que la luz que emitían las galaxias mostraba un desplazamiento característico hacia el extremo menos energético del espectro, la llamada zona roja, donde las longitudes de onda son mayores. Ocurre que, del mismo modo que los sonidos que se alejan se van haciendo más y más graves, los objetos luminosos que se alejan experimentan un desplazamiento hacia el rojo mayor cuanto más rápidamente se esté alejando el objeto en cuestión.

Hubble comprobó que cuanto más lejos estaban las estrellas y las galaxias, más rápido se alejaban. De esta forma realizó un descubrimiento monumental: el universo se está expandiendo constantemente. Cada galaxia se aleja de todas las demás y lo hace cada vez a mayor velocidad. Si dibujas diminutas manchas de colores en un globo y lo hinchas, verás que todos y cada uno de los puntos dibujados en la superficie del globo se alejan entre sí. Pues bien, el universo se comporta de forma similar. Este descubrimiento se conoce como ley de Hubble: la velocidad a la que las galaxias se alejan de nosotros es directamente proporcional a su distancia de nosotros. Cuanto más lejos están, más rápido se están alejando.

Medir la velocidad de las galaxias resulta relativamente sencillo. La magnitud del desplazamiento hacia el rojo se corresponde con la velocidad de la galaxia. Calcular las distancias ya es otra cosa. Hubble ideó una ecuación bastante simple: v = H0.D, donde v es la velocidad de una determinada galaxia, D es su distancia de nosotros y H0 es una constante, que ahora llamamos constante de Hubble. Él estimó que el valor de esta constante era 500, medida en unidades de kilómetros por segundo por megapársec (un megapársec son 3,26 millones de años luz). La imprecisión de esta constante era de alrededor del 10%. Así por ejemplo, según Hubble, si una galaxia está a una distancia de 5 megapársec, su velocidad relativa respecto a nosotros es de unos 2.500 kilómetros por segundo.


El hallazgo de Hubble es uno de los más sorprendentes e importantes, no sólo de la astronomía, sino en general de la ciencia de todos los tiempos. Podría compararse sin exageración a las acertadas intuiciones de Darwin sobre la evolución de las especies y la selección natural. Y es que Hubble no se limitó a descubrir el universo en expansión. En efecto, conociendo el valor real de la constante de Hubble, puede darse marcha atrás al reloj y calcular el tiempo transcurrido desde el big bang, la gran explosión que dio origen al universo. En las últimas décadas los astrónomos se han esforzado en fijar el verdadero valor de la constante. Hoy en día gracias a las observaciones del fantástico telescopio orbital bautizado con el nombre de Hubble, parece haberse alcanzado un consenso. Se admite que H0 = 70,4 + 1,4 kilómetros por segundo por megapársec. La estimación actual de la edad del universo es de 13.750 + 110 millones de años. Fijaos en que la imprecisión es de un insignificante 2%. Algo increíble.


En cualquier caso, no conviene lanzar las campanas al vuelo. Podemos medir la proporción de materia oscura y de energía oscura del universo, pero ni por asomo sabemos lo que son. Tenemos una idea bastante aproximada de la edad del universo, pero seguimos preguntándonos si tendrá un final y cuándo llegará. Por supuesto, tampoco sabemos si hay vida inteligente fuera de nuestro planeta (en él sabemos por amarga experiencia que no la hay, aunque algunos se crean muy listos). En fin, te equivocarás si te acercas a la ciencia buscando respuestas. La ciencia te proporcionará siempre preguntas, y cuanto más sepas, te darás cuenta de que mucho más es lo que ignoras. Piensa en ello y disfruta las preguntas. Sobre todo las que no tienen respuesta.


“Sigo preguntándome si habrá vida después de la muerte. Y si la hay, ¿le cambiarán a uno un billete de veinte pavos?”  Woody Allen. 



martes, 31 de diciembre de 2013

BUENOS PROPÓSITOS. CÓMO DEJAR DE FUMAR

Entre los buenos propósitos para el año nuevo suele figurar siempre el de abandonar el tabaco. ¿Fumas y desearías no hacerlo? Seguro que conoces a personas que lo han conseguido. Quizá lo has intentado en alguna otra ocasión sin éxito… No desesperes. Dejar de fumar es posible. Quienes se lo proponen seriamente lo consiguen, aunque a veces son necesarios varios intentos antes de abandonar definitivamente el hábito. Personalmente debo admitir que en la escala biológica, mi fuerza de voluntad viene a ser la equivalente a la de una almeja arrocera. Pues bien, si hasta un tipo como yo lo consiguió hace ya muchos años, cualquiera puede hacerlo. Sólo es cuestión de tenerlo claro, y elegir bien el momento de iniciar la deshabituación.

El punto de partida debe ser interiorizar el enorme riesgo que supone fumar. Los cigarrillos contienen alrededor de 4.000 sustancias químicas, de las que sabemos que al menos 250 son nocivas para la salud, y más de 50 son cancerígenas. Cuando todos los demás productos de consumo cumplen con la obligación de indicar sus ingredientes, en el caso del tabaco la inmensa mayoría de esas 4.000 sustancias aun permanecen ocultas al consumidor. Es lícito sospechar que algunas de ellas serán adictivas. Esta vergonzosa permisividad forma parte de la hipocresía de las autoridades políticas y sanitarias en esta materia. Es tema que daría para escribir un tratado, pero no es este el momento ni el lugar.


También es interesante, como acicate que refuerce nuestra convicción, plantearse las ventajas que conlleva el abandono del hábito:
  • La tensión arterial se normaliza sólo 20 minutos después de fumar.
  • A las 8 horas de permanecer sin fumar, la concentración de monóxido de carbono en sangre se reduce a la mitad, y la de oxígeno se normaliza.
  • 2 días sin fumar bastan para que el organismo elimine por completo la nicotina. El riesgo de ataque cardiaco comienza ya a ser menor, y empiezan a normalizarse la sensibilidad gustativa y la olfatoria. Encontrarás más sabor a los alimentos.
  • A los 3 días sin tabaco los bronquiolos pulmonares se relajan. Eso hace que nos sintamos con más energía. Podrás subir varios tramos de escalera sin fatigarte como antes.
  • En 2 semanas mejora visiblemente la circulación. Esta mejora se acentuará durante las semanas siguientes.
  • Al cabo de 3-9 meses, desaparecen la tos, las flemas matinales, los pitidos y otros ruidos respiratorios. La capacidad pulmonar aumenta nada menos que en un 10%.
  • 1 año después de abandonar el tabaco se calcula que el riesgo coronario se ha reducido a la mitad.
  • A los 5 años de abstinencia el riesgo de ictus y derrame cerebral se sitúa al mismo nivel de los no fumadores.
  • En 10 años el riesgo de padecer cáncer de pulmón es equivalente al de quienes no han fumado nunca.
  • Finalmente, transcurridos 15 años el riesgo coronario desciende hasta el nivel de los no fumadores. La limpieza se ha consumado por completo.

Es muy importante elegir bien la fecha. De preferencia será un día señalado, como el cumpleaños o algún aniversario. Muchas personas eligen el primer día del año o el día mundial sin tabaco (31 de mayo). No obstante, mucha gente deja de fumar de forma espontánea y no premeditada, por ejemplo, tras un ataque de tos o un episodio de hemoptisis. En todo caso, una vez elegido el día, hay que considerarlo inaplazable. También es fundamental dar a conocer la decisión a los familiares, amigos, compañeros… Un compromiso que se ha adquirido exclusivamente con uno mismo, es más fácil de romper.

En cuanto a los métodos, existen muchos y muy diversos: parches, chicles de nicotina, “cigarrillos” eléctricos, boquillas de mentol, fármacos de apoyo para reducir la ansiedad, e incluso métodos menos ortodoxos que van desde las oraciones a la imposición de manos. Existen también centros y profesionales especializados que desarrollan programas de deshabituación. Personalmente soy bastante escéptico ante la mayor parte de estas técnicas. Lo fundamental y a menudo lo más efectivo, es la propia convicción del fumador para dejar de serlo. En caso de que optes por alguno de los métodos mencionados o por otro cualquiera, te aconsejo dos detalles:
  1. Coméntalo con todo el mundo, ya que hacerlo público reforzará tu compromiso.
  2. Si dudas entre varios métodos, elige siempre el más caro. La razón es sencilla: si has gastado una suma considerable, te lo pensarás mejor antes de echar por la borda tu inversión por un instante de debilidad.

Llegado el momento de dejar el tabaco, hay dos periodos bien diferenciados:

    • La primera fase de desintoxicación, que dura sólo unos días. En el comienzo conviene plantear objetivos a muy corto plazo: terminar el día sin fumar. Cada día libre de tabaco es un triunfo. Si sientes deseos muy intensos de fumar, respira hondo, mastica un chicle o un caramelo, y procura ocupar tu mente en el trabajo o en otra tarea. Piensa que ese deseo, esa ansiedad, durarán sólo unos instantes y disminuirán en frecuencia y en intensidad a la segunda o tercera semana. Puedes tomar un baño relajante. Es conveniente hidratarse bien: Agua, zumos o refrescos. Evita el alcohol y la cafeína porque suelen asociarse con el cigarrillo. No temas engordar un poco. Es lo habitual en esta primera fase. Quienes dejan de fumar suelen aumentar una media de dos a tres kilos el primer año. Más tarde tendrás tiempo para perderlos si lo consideras importante, pero en la primera fase lo fundamental es permanecer sin fumar a toda costa. Consulta con tu médico si la ansiedad o el insomnio adquieren un nivel que aconseje pedir ayuda.

    • La segunda fase de deshabituación se prolonga durante varios meses hasta los dos o tres primeros años. Los fumadores relacionan determinadas situaciones y actividades con el cigarrillo. Evítalas si puedes, y si no puedes, acostúmbrate a vivirlas sin tabaco. Lo mejor es que te costará cada vez menos esfuerzo, hasta que llegue el día en que ya no sientas deseos de fumar ni siquiera en los ambientes en que al principio te resultaba más duro.


Vive al día. Disfruta de las mejoras que paulatinamente irás experimentando en tu calidad de vida. Piensa en las ventajas que el no fumar te reportarán de forma creciente. Serás menos propenso que antes a padecer infecciones de vías respiratorias. Podrás volver a hacer ejercicio sin aquella sensación agónica que tenías cuando fumabas. Apreciarás sabores y olores que acaso ya no recordabas. Las rosas olerán a rosa, los besos sabrán a beso…
Procura ser feliz (esto es algo que yo aconsejo a menudo). Sin tabaco aumentan tu calidad y tu esperanza de vida. Sin tabaco se eleva tu autoestima: los días de duda quedaron atrás. Lo has conseguido, has vencido al tabaco, ya no eres débil. Estás en pie y en marcha. Nada te podrá parar.



 “Dejar de fumar es lo más fácil del mundo. Lo sé porque lo he hecho miles de veces”.  Mark Twain.

sábado, 28 de diciembre de 2013

LA DEGOLLACIÓN DE LOS INOCENTES

El día 28 de diciembre se conmemora en el orbe católico el sangriento episodio de la degollación o matanza de los inocentes. La autoría intelectual de semejante atrocidad se atribuye a Herodes, quien según la tradición, ordenó exterminar a todos los infantes menores de dos años de Belén y sus alrededores. Causantes involuntarios de la masacre habrían sido los reyes magos, que unos días antes, con cierta ligereza, revelaron al tetrarca judío el propósito de su viaje.
El episodio sólo aparece en uno de los evangelios canónicos, el de Mateo. Al parecer también se menciona en uno de los libros apócrifos, el evangelio armenio. Señala Mateo que con la matanza se cumplió la profecía de Jeremías. Por lo demás, no aparece en Flavio Josefo ni en ninguna otra de las fuentes históricas fiables, por lo que para muchos queda en entredicho su autenticidad.

Daniele da Volterra. La masacre de los inocentes. 1557

Desde el Medievo hay documentadas en todo el mundo cristiano, fiestas relacionadas con la matanza de inocentes, que se resuelven en bromas y otras manifestaciones lúdicas. En España e Hispanoamérica se celebran el mismo 28 de diciembre. En los países anglosajones tiene lugar una fiesta parecida el 1 de abril, con el nombre de fools day (día de los tontos), y en Francia el primer día del año se honraba al asno que cabalgó Jesús el domingo de ramos. Tales festividades jocosas parecen tener un origen común en las saturnales romanas, un carnaval solsticial que celebraba la llegada del invierno con actos burlescos en los que todo estaba permitido. A nadie debe sorprender semejante origen, si consideramos que buena parte del cristianismo se sustenta y hereda los usos paganos anteriores, ya que fue esta astuta adaptación, la fórmula elegida para introducir la religión de Cristo en el ámbito de la romanidad.

Volviendo al suceso original de la degollación de los inocentes, digamos que ha sido objeto de multitud de representaciones artísticas, tanto en la pintura como en la imagenería religiosa. Es tema muy popular durante la edad media y buena parte de la moderna hasta el siglo XVII, a partir del cual desaparece súbita y misteriosamente de las representaciones pictóricas y escultóricas. Es muy habitual plasmar junto a la matanza de niños, al rey Herodes en su trono contemplando el espectáculo. En las tablas góticas, flamencas o meridionales, también suele representarse la huída a Egipto en uno de los laterales o en segundo plano.
Las representaciones pictóricas suelen ser extremadamente realistas. Los detalles más macabros de la degollina los encontramos quizá durante el gótico, época particularmente proclive a tales excesos. En el renacimiento destaca el fresco titulado strage degli inoccenti, pintado en 1485, que se encuentra en la capilla Tornabuoni de la basílica florentina de Santa María Novella, y es obra del taller de Domenico Ghirlandaio.
Hoy os presento acaso una de las menos conocidas de las que se dedicaron al tema. Se trata de La masacre de los inocentes, que data de 1557 y es obra de Daniele da Volterra, pintor y escultor manierista, y discípulo predilecto de Miguel Ángel. Fiel imitador de su maestro, Volterra dominaba como él la anatomía y el dibujo de la figura humana. Destacó también por el acertado uso del claroscuro y por la mal disimulada sensualidad que supo imprimir a sus composiciones, y que le acarreó no pocos enemigos entre la jerarquía eclesiástica. A la muerte de Miguel Ángel, Pablo III encargó a Volterra que ejerciera de censor, cubriendo con distintos artificios las desnudeces de los personajes representados en El juicio final de la capella sistina. Afortunadamente Daniele da Volterra murió antes de concluir su poco grata misión. No obstante, pintó suficientes taparrabos como para merecer el despectivo apodo de il Braghettone, que le impuso el pueblo romano.
Tal vez por este motivo Volterra ha pasado a la historia del arte en un inmerecido segundo plano, que la crítica moderna está revisando en los últimos años, para colocar a este artista en el lugar de privilegio a que se ha hecho acreedor por la importancia de su obra y su trayectoria artística. Vaya también desde aquí mi modesto homenaje al denostado Braghettone, que no tuvo más remedio que hacer lo que en definitiva terminamos haciendo todos: trabajar para sobrevivir.


Trabaja como si no necesitaras el salario. Ama como si nunca te hubieran abandonado. Baila como si nadie te estuviera mirando…

martes, 24 de diciembre de 2013

CUENTO DE NAVIDAD

Charles Dickens (1812-1870), el autor de nuestra lectura recomendada de hoy, no sólo fue el más notable novelista en lengua inglesa, sino uno de los más brillantes narradores de la Literatura universal. Como muchos de sus personajes, Dickens tuvo una infancia difícil. Con su padre encarcelado por deudas, su familia conoció el hambre, y pasó por momentos dramáticos. Sin duda las estrecheces de su primera edad marcaron su devenir personal y literario.
Autor extraordinariamente prolífico, Dickens dio a la imprenta un buen número de novelas, que se publicaron por entregas tanto en su país como en América. Este formato folletinesco, tan extendido en la época, contribuyó a que el joven escritor adquiriera la habilidad de concluir cada capítulo con unos puntos suspensivos argumentales que dejaban al lector con ganas de proseguir en la lectura. Pero acaso la causa de su gran éxito popular se sustenta en dos pilares básicos: su sentido del humor y la humanidad de sus personajes.

En efecto, las narraciones de Dickens están impregnadas de un humor limpio y sutil, muy alejado del sarcasmo descarnado de otros autores, y a la vez, cargado de sátira social. Dickens no pierde ocasión de denunciar las sangrantes injusticias de la Inglaterra victoriana, una auténtica jungla en la que los desheredados sobreviven a duras penas en un medio profundamente hostil, sustentado en un cerrado sistema de castas. Y es en este deprimente marasmo de miserias, donde brillan con luz propia unos personajes inmensos, cargados de valor, sentido de la justicia y bondad. Mr. Pickwick, David Copperfield o el basurero de oro, entre otros muchos, son gigantes que se elevan desde el lodo hasta las más altas cimas de la humanidad. En Dickens siempre triunfa el bien, siempre se recompensa el esfuerzo y el sacrificio. Por eso sus valores son eternos. Por eso sigue emocionando al lector dos siglos después.



Hoy quiero traeros (haced clic en la ilustración) este sencillo Cuento de Navidad o Canción de Navidad, como se ha traducido también algunas veces. Es una narración brevísima que puede leerse en media hora, y que quizá tenéis un poco olvidada. Aunque las versiones cinematográficas y televisivas, infantiles o para adultos, han sido innumerables, la narración original de Dickens no ha tenido tantos lectores como pudiera creerse. Os ofrezco una traducción magnífica, la mejor que he encontrado en la red. No puede haber una lectura más apropiada para estas fechas navideñas, y espero que la disfrutéis tanto como yo. Porque leer a Dickens te impregna de espíritu navideño, y en estos tiempos difíciles (otro de sus grandes títulos), en los que a veces, mirando alrededor o leyendo la prensa, dan ganas de hacer alguna locura, Dickens te reconcilia con el género humano. Feliz Navidad, amigos. Acordaos de este viejo profesor y de su ridículo bigote, cuando estos días disfrutéis de los dulces y brindéis por la paz.

-Vamos cariño, no llores. Ahora Bigotitos estará en el cielo de los conejos.
-Pero papa, Bigotitos era un gato...
-Vaale, pero con esta salsa tan rica, casi ni se nota, ¿verdad?

sábado, 21 de diciembre de 2013

LOS TESOROS DE ATAPUERCA Y EL MISTERIOSO PASADO DEL HOMBRE

La noticia surgió hace apenas unas semanas. Otra vez la sima de los huesos, y otra vez el yacimiento burgalés de Atapuerca, nos proporcionó una nueva alegría. Un equipo del Instituto Max Planck liderado por Matthias Meyer consiguió secuenciar un fragmento considerable de ADN a partir de una muestra de dos gramos obtenida de un fémur del homo antecessor. Todo un éxito. Los restos fósiles datan de unos 400.000 años, lo que supone que se trata del ADN de homínido más antiguo que jamás ha sido secuenciado desde que se realizan este tipo de análisis.


Si de por sí esto ya constituyó todo un hito, esperaba aún otra sorpresa mayúscula. El relato pormenorizado del hallazgo apareció en un artículo de la prestigiosa revista Nature. El análisis del ADN mitocondrial, ese que se transmite por línea materna y permite rastrear los orígenes de las poblaciones, mostró una gran similitud no sólo con el ADN del homo sapiens neanderthalensis, del que los habitantes pleistocénicos de Atapuerca se han considerado siempre ancestros directos, sino con (y esto es lo más asombroso) el ADN del homo denisovano, una especie cuyos restos se han hallado nada menos que en Siberia.

El sensacional descubrimiento ha revolucionado la paleoantropología y la antropología evolutiva. Tal vez la palabra que mejor resume el estado de ánimo de los investigadores es desconcierto. El homínido de la sima de los huesos no ha podido ser clasificado aun en ninguna de las especies conocidas de homínidos. Nos encontramos ante una notable paradoja: si nunca se hubieran encontrado en Siberia restos de los denisovanos, consideraríamos a los habitantes de Atapuerca parientes cercanos de los neandertales, con los que guardan un gran parecido morfológico. Sin embargo, el análisis comparativo sitúa el ADN mitocondrial del fémur burgalés, más cerca de los denisovanos que de los neandertales.


¿Cómo pudo llegar el ADN de los denisovanos a un individuo mucho más parecido físicamente a los neandertales? Naturalmente, por el procedimiento habitual. Ya sois mayorcitos y supongo que no será necesario haceros un croquis. Hibridación, mestizaje… sexo. Un millón de años da para mucho, y en un millón de años pasan muchas cosas. La historia de la evolución humana es un enorme puzle del que desgraciadamente sólo poseemos unas pocas piezas. Lo cierto es que, contrariamente a lo que muchos expertos sostenían hasta hace bien poco, nuestra evolución dista mucho de ser lineal. Todo indica que tanto en el continente africano primero, como después en el euroasiático, coexistieron varias especies de homínidos a lo largo de varios cientos de miles de años. En todo ese tiempo la hibridación no sólo tuvo que ser posible, sino que con toda seguridad fue inevitable.



En fin, si nuestro ADN contiene importantes fragmentos del ADN de ratas o de lagartijas, ¿cómo puede asombrarnos que guarde estrecha similitud con el de parientes mucho más cercanos? La ciencia no tiene respuestas inmediatas para todas las incógnitas. Si científicos tan reputados como Arsuaga, Carbonell o Bermúdez de Castro confiesan no tener ni medio clara la estructura del árbol genealógico de los homínidos, no pretendáis que yo, que no soy más que un monigote con nariz de berenjena, resuelva vuestras dudas. Permitidme simplemente que insista en lo de la hibridación, una tarea que siempre me ha interesado, y a la que me entregué en mis años jóvenes de forma entusiasta.

El camarero: -¿Vino blanco, señor?
El cliente: -No, ha sido al ver la lista de precios. 

sábado, 7 de diciembre de 2013

UNA BREVE HISTORIA DE LA HUMANIDAD

fuente: historiacultural.com
Como es bien sabido, nuestros remotos antepasados eran monos que caminaban a cuatro patas. La primera adaptación consistió en adquirir la postura erguida que caracteriza a los toreros y a los infantes de marina. Esto constituyó no sólo un importante avance evolutivo, sino también un ahorro considerable, porque gracias a caminar erguidos, hoy día compramos los zapatos de dos en dos, y no de cuatro en cuatro. La mayoría de los economistas cifran este ahorro en el cincuenta por ciento aproximadamente, aunque hay algunos más prudentes que, no queriendo lanzar las campanas al vuelo, lo sitúan entre el cuarenta y el cuarenta y cinco. Mera cuestión de matices.

El segundo gran logro fue el dominio del fuego. En torno a las hogueras se amplió considerablemente la vida social del hombre primitivo, que contempló estupefacto cómo acudía a las barbacoas un número ingente de parientes de su esposa, cuya existencia ni siquiera sospechaba. Además el fuego resultó esencial en los periodos glaciales que llegaron después. En ellos gran parte del hemisferio norte se cubrió de hielo, lo que no sólo resultaba extraordinariamente molesto, sino sobre todo, completamente inútil, ya que aun no se habían inventado la ginebra ni el agua tónica.

fuente: glamboy69.wordpress.com

fuente: losorigenesdelhombre.blogspot.com
Con aquel frío espantoso nuestros ancestros no tuvieron más remedio que buscar refugio, y se hicieron cavernícolas. En la oscuridad de la cueva, los gestos y la mímica característica de los simios no servían de gran cosa, así que forzosamente tuvo que desarrollarse la comunicación por medio del lenguaje. Al principio los cavernícolas sólo emitían gruñidos. Un gruñido significaba ¿qué hay de cenar?, dos gruñidos expresaban ¿pero viene o no viene esa maldita cena?, y cuando el cazador paleolítico perdía definitivamente la compostura, gruñía tres veces, lo que se traducía por odio a muerte a todas tus hermanas. Entonces la hembra pegaba un berrido con el significado: si no dejas de gruñir, me largo a la cueva de mi madre, lo que causaba el inmediato apaciguamiento del macho.

Un día por mera casualidad, un muchacho adolescente juntó varias sílabas, y articuló: Monica-Belluci. Aunque entonces aquellas palabras carecían de significado, produjeron en los machos de la tribu un placer tan indescriptible, que les animaron a seguir juntando sílabas e inventando palabras complejas como salva-slip, ontología y esternocleidomastoideo. Cualquiera diría que de esos balbucientes inicios al Ulises de Joyce, dista un abismo. No lo creas, no es más que cuestión de ir degenerando…

fuente: sensacine.com


Y degenerando llegamos a nuestros días. En el título he prometido brevedad, así que no voy a extenderme en detalles insignificantes como la revolución neolítica, el imperio romano, el descubrimiento de América o los viajes espaciales. Los que tenéis estudios sabéis perfectamente cómo ocurrieron todas esas cosas, aunque hay quien dice que los jóvenes catalanes manejan una versión un poco deformada por la propaganda nacionalista. Si me obligáis a destacar algo, diré que después del fuego y el lenguaje hubo tres inventos cruciales: la rueda, la tortilla de patata y el disco de vinilo, que por otra parte responden a un único y perfectísimo diseño. Y como no quiero cansaros más, lo dejaremos aquí. Seguid disfrutando de lo que quiera que sea que estuvierais haciendo (en estos tiempos convulsos, me resisto siquiera a imaginarlo), y seguid leyéndome de vez en cuando.



Camarero, hoy no tengo tiempo de almorzar. Tráigame sólo la cuenta. Groucho Marx