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miércoles, 30 de abril de 2014

SE EQUIVOCÓ LA PALOMA. REDOBLE LENTO POR ALBERTI

Rafael Alberti, gaditano nacido en El Puerto de Santa María en 1902, fue poeta del 27, marinero en tierra, pintor, agitador, marxista, caminante, explosivo, surrealista, deshabitado, verso suelto, golfo de sombras y abierto a todas horas. En aquella fantástica generación del 27, Alberti es el que sale en la esquina de la foto, apenas entrevisto el rostro y apenas dibujado entre la niebla. Si Lorca es Granada y Andalucía entera del Mediterráneo a Portugal y desde el moro a los confines de Castilla, Alberti es sólo Cádiz, humilde y chiquita si se quiere, pero hermosa y diáfana Cádiz, envuelta en su salada claridad.

Alberti se crece y se hace inmenso por momentos en la doliente España de la guerra fratricida y del exilio cruel. Sus versos taconean y bailan y repican y nacen y renacen una y otra vez, como el ave fénix de las cenizas polvorientas, para volar y ceñirse al arco iris, como se ciñe el toro a la taleguilla en un redondo lento, largo, interminable, eterno… La paloma se equivocó en 1999, y se llevó la muerte al poeta en el mismo Puerto que le vio nacer. Bigotini, que también tiene alma de poeta, aunque sea un alma pequeñita y de papel, como corresponde a un monigote, os quiere dejar hoy este poema tan humilde y a la vez tan grande de Alberti: La Paloma. Haced clic en el dibujo y leedlo dos o tres veces. Es muy corto.

Aquí yace media España. Murió de la otra media. Mariano José de Larra.



domingo, 27 de abril de 2014

CUADRADOS MÁGICOS. LA FASCINACIÓN DE LOS NÚMEROS

Los cuadrados mágicos son tan antiguos como el interés del ser humano por los números. Las primeras referencias de este curioso pasatiempo las encontramos en una escritura china datada en 2200 a.C. Un cuadrado mágico consta de N2 casillas. Cada una de ellas debe estar ocupada por un número distinto. La suma de los números de todas las filas horizontales y verticales, así como la de las diagonales principales, debe ser siempre la misma. Si los números de un cuadrado mágico son todos los comprendidos entre 1 y N2, se dice que el cuadrado mágico es de orden N, y la suma de cada fila y de cada columna es una constante igual a N(N2 + 1)/2. Veamos un sencillísimo ejemplo de cuadrado mágico de 32 casillas, uno de los más simples conocidos, formado por los números del 1 al 9, cuya suma de filas, columnas o diagonales es 15:



En 1514 el gran artista renacentista Alberto Durero , que no solo brilló por su maestría en el dibujo, sino que fue un auténtico sabio de su tiempo, interesado en una infinidad de materias y fanático de las proporciones geométricas y las relaciones numéricas, creó un singular cuadrado mágico de 42. Las filas, las columnas y las diagonales principales suman 34. También suman 34 los números de las cuatro esquinas exteriores (16 + 13 + 4 + 1), y los del cuadrado interior de 2 x 2 (10 + 11 + 6 + 7). Como curiosidad singular, fijaos en que los dos números  centrales de la última fila (15 y 14) forman la cifra 1514, año en que Durero realizó el dibujo. Mirad:


Y si Alberto Durero os parece un genio, ¿qué decir de Benjamin Franklin? Su cuadrado mágico de 82 casillas compuesto en 1769, está repleto de simetrías asombrosas. La suma de cada fila y de cada columna es 260. La suma de la mitad de cada fila o columna es 130,  la mitad de 260. Además, cada una de las filas dobladas suma 260. Los cuadrados marcados en gris constituyen dos ejemplos de filas dobladas. Los cuadrados con borde negro son un ejemplo de fila doblada discontinua (14 + 61 + 64 + 15 + 18 + 33 + 36 + 19), que también suma 260. Los números de las cuatro esquinas sumados a los cuatro números centrales dan como resultado 260. La suma de cualquier subcuadrado de 2 x 2 es 130, y la suma de cuatro números cualesquiera equidistantes del centro del cuadrado también da como resultado 130… A pesar de todas estas extraordinarias simetrías, las diagonales mayores no suman 260, así que el cuadrado de Franklin no cumple las condiciones de un cuadrado mágico convencional. Helo aquí:


Pero el campeón mundial en materia de cuadrados mágicos fue sin duda el matemático francés Bernard Frénicle de Bessy, cuya colección de nada menos que 880 cuadrados mágicos, se publicó póstumamente en 1693. El profe Bigotini os anima a jugar con la magia de los números. Os sugiero que no os limitéis a las matrices cuadradas. Hallaréis simetrías asombrosas si dejáis volar la fantasía y construís prismas o estrellas, por ejemplo. En el universo biológico que se abre a nuestros sentidos y a nuestras mentes más allá del objetivo de los microscopios, encontramos también simetrías fantásticas y relaciones numéricas que nos dejan sin aliento.

Por cierto, como lo prometido es deuda, aquí tenéis otra posible solución con resultado “= 16” del juego de los cuatro cuatros que publicamos el pasado 6 de abril:


Ser ateo es la fórmula más segura de la salvación. Entre tantas religiones, lo más probable es elegir una equivocada, y pasarnos la vida cabreando a Dios cada domingo.



miércoles, 23 de abril de 2014

ARISTÓTELES: FILOSOFÍA, CIENCIA Y... EROTISMO

Los biógrafos de Aristóteles fechan su nacimiento en 384 y su muerte en 322 a.C. El epíteto Estagirita, que en ocasiones se le aplica, proviene de la polis macedonia de Estagira, que fue su cuna. Se le supone hijo de Nicómaco, que fue médico del rey Amintas III. A la sombra del mítico monte Athos, nació y creció el que probablemente es considerado por la Historia como el más influyente científico de todos los tiempos. Aristóteles fue discípulo de Platón, que a su vez recogió las enseñanzas de Sócrates. Este triunvirato de sabios sin duda ocupa la cima del Parnaso de la filosofía y de la ciencia. Por su parte, Aristóteles contó entre sus muchos discípulos con uno de importancia extraordinaria. El joven Alejandro de Macedonia, al que más tarde conocería el mundo entero como Alejandro Magno o Alejandro el grande, fue su pupilo.


Si estas notas biográficas no fueran suficiente aval, Aristóteles es sin duda el autor más comentado de cuantos han existido jamás. Su obra ingente, que abarca desde la filosofía hasta las ciencias naturales, ha sido reproducida más que la de ningún otro. Se le atribuyen doscientos tratados, aunque de ellos sólo treinta y uno han llegado hasta nosotros. Hasta prácticamente el siglo XVII, en que con Descartes, Newton o Leibniz, entre otros, aparece el método científico, Aristóteles fue para los estudiosos y eruditos de casi veinte siglos, la autoridad de referencia con mayor peso.

Aristóteles pasó veinte años en Atenas asistiendo a La Academia de Platón. Viajó después a Atarneo y Aso, ciudades de Asia menor, donde continuó su formación. Vivió dos años en Mitilene, en la isla de Lesbos, donde se interesó por la zoología y lo que llamaríamos hoy biología marina. En 343 a.C. el rey macedonio Filipo lo requirió para dirigir en Pella la educación del joven príncipe Alejandro, que entonces contaba trece añitos. Regresó a Atenas, donde fundó El Liceo, en el que las clases eran públicas y gratuitas. Allí reunió una importante biblioteca y un número ingente de alumnos, a los que se llamó peripatéticos, del término griego peripatos, con el significado de itinerantes, por la costumbre que al parecer tenían de conversar y discutir mientras daban largos paseos.


Tras la prematura muerte de Alejandro, los macedonios cayeron en desgracia en Atenas. Tal vez por está causa, Aristóteles abandonó la ciudad y su Liceo, según sus propias palabras, porque no veía razón para permitir que Atenas pecara dos veces contra la filosofía, en referencia a la muerte a que los atenienses habían condenado a Sócrates años atrás. Regresó a su país en 323, y falleció al año siguiente (322 a.C.) en Calcis (isla de Eubea) por causas naturales. El profesor Bigotini os trae una versión digital de La Política, uno de los tratados aristotélicos más célebres y clarividentes. Haced clic en la imagen para acceder al texto.

Como es natural, diecinueve o veinte siglos de fama dan para mucho. Gran parte de la obra de Aristóteles, tanto filosófica como científica, forma parte más del mito que de la realidad. Entre sus muchos tratados desaparecidos, los hay firmemente documentados y seguramente también los hay imaginarios. Hasta la introducción de la imprenta en el s. XVI, sus obras se copiaban a mano, sufriendo las ideas de Aristóteles numerosas mutilaciones, adiciones y falsificaciones de toda índole. Y si nos preguntamos legítimamente qué hay de mito y qué de realidad en su legado intelectual, con la misma fórmula cabe dudar de algunos hechos biográficos que se le atribuyen.

En el título hacía referencia al erotismo. Pues bien, aunque parezca imposible, el bueno de Aristóteles tampoco se libró de protagonizar chistes verdes. Durante la Edad Media y el Renacimiento se popularizó la historia de los amores de Aristóteles y Filis, hoy caída en el olvido, pero muy arraigada en la Europa medieval. Según esta tradición impía, Filis era una bellísima cortesana por la que se sentía atraído Alejandro de Macedonia aun adolescente. Su preceptor Aristóteles, queriendo alejarle del mal camino, amonestó al muchacho con elocuentes razones y le previno contra la mala influencia de las mujeres. Debió ser muy persuasivo, porque Alejandro le obedeció, y se apartó de la tentación.

La despechada Filis, que era mujer de recursos, se propuso vengarse del maestro. Para ello utilizó sus infalibles armas de seducción. Dispuso las cosas de manera que Aristóteles pudiera contemplarla en un jardín, bailando lúbricamente y practicando “ciertas deshonestidades”. El preceptor, cautivado, solicitó sus favores, y ella accedió sólo a cambio de que el grave Aristóteles, el sabio eminente y varón ejemplar, fuera su montura. En efecto, Filis ensilló al viejo maestro, le puso un bocado de hierro, y fue su cruel amazona fustigándole sin piedad. He aquí un precedente de Sacher Masoch y del bondage más pecaminoso. Semejante cuento rijoso circuló por los monasterios y cenobios de Europa entera, y si en el refectorio fue motivo de risitas y cuchicheos, en el scriptorium lo fue de versos satíricos y hasta de ilustraciones escasamente honestas.

La fábula sirvió de inspiración a infinidad de artistas plásticos. Pinturas, grabados, esculturas y arte mueble (relieves de sillería) reprodujeron al pobre Aristóteles a cuatro patas con Filis a cuestas. Hoy os ofrezco una pequeña selección de estas curiosas obras (haced clic en la ilustración). Si encontráis algunas un poco subidas de tono, creedme, no son las más escandalosas. Ya sabéis que este es un blog serio.

Hay estudiantes que se avergüenzan de ir al hipódromo, y ver que hasta los caballos consiguen terminar sus carreras. Woody Allen.



domingo, 20 de abril de 2014

TUBERCULOSIS, VACAS Y ROMANTICISMO

La tuberculosis, infección bacteriana causada por el Mycobacterium tuberculosis, también conocido como bacilo de Koch, constituye la enfermedad contagiosa de mayor prevalencia del planeta. La Organización Mundial de la Salud estima en 2.000 millones las personas infectadas por el bacilo en todo el mundo, detectándose ocho millones de nuevos infectados cada año. Unos dos millones de habitantes de la Tierra mueren anualmente a causa de la enfermedad.

Conviene distinguir entre la enfermedad propiamente dicha y la llamada infección tuberculosa latente. Aproximadamente un tercio de la población mundial se encuentra en esta situación, siendo el porcentaje mucho mayor en los países pobres. El ingreso del germen suele producirse por vía aérea. En el foco de la infección (generalmente los alveolos pulmonares) se genera un granuloma en cuyo interior los macrófagos que forman parte de nuestro sistema inmunitario, establecen una lucha con los bacilos. En aproximadamente el 70% de los casos los macrófagos ganan la batalla, y aunque no llegan a destruir la totalidad de los bacilos, al menos mantienen controlada su concentración. Es entonces cuando comienza la infección latente, que no genera ningún síntoma. Sólo puede ser detectada mediante la intradermorreacción o test cutáneo de Mantoux, que también conocemos como prueba de la tuberculina. Las personas portadoras no tienen capacidad de contagiar, pero existe un riesgo cifrado en aproximadamente el 10% de que se pierda el control de la concentración bacilar, reanudándose su crecimiento y produciéndose una tuberculosis activa. Por eso es muy importante someter a los portadores a un tratamiento profiláctico con isoniazida. Lamentablemente, la administración debe prolongarse durante nueve meses, lo que dificulta su cumplimiento.

La tuberculosis activa es generalmente una afección pulmonar que se caracteriza por tos crónica productiva, con esputo sanguinolento, febrícula, sudores fríos y acusada pérdida de peso. En una minoría de casos, sobre todo si concurren procesos que comprometen el sistema inmunitario del paciente, la tuberculosis puede diseminarse a otros órganos y sistemas: sistema nervioso, circulatorio, genitourinario, linfático, articular, digestivo o incluso afectar a la piel.

Históricamente la tuberculosis, también conocida clásicamente como tisis, del latín phithisis, ha acompañado al género humano desde los albores de la civilización. Se estima que Mycobacterium tuberculosis como especie bacteriana podría tener una antigüedad de no más de 22.000 años. Se acepta que evolucionó a partir de otras especies más antiguas dentro del género Mycobacterium, que además de la citada especie M. tuberculosis, incluye a M. bovis, M. africanum, M. microti y M. canetti. Todo indica que M. tuberculosis evolucionó a partir de M. bovis (la más primitiva de las especies, que afecta a los bóvidos). El escalón siguiente sería el paso de M. bovis a la especie humana, a partir de la domesticación del ganado bovino, que según los indicios arqueológicos, pudo producirse hace unos 20.000 años. Idéntica evolución debió sufrir M. canetti, el bacilo que afecta a los perros, que ya por entonces debían ser nuestros más fieles compañeros.


A lo largo de la era preantibiótica la tuberculosis ha sido un azote histórico. Si bien se mantuvo en cifras aceptables mientras las concentraciones humanas no fueron importantes, a partir del nacimiento de las grandes urbes, tanto la incidencia como la prevalencia de la enfermedad se dispararon, llegando a alcanzar proporciones escandalosas durante el siglo XIX y la primera mitad del XX. Proliferaron en este periodo los sanatorios antituberculosos, ubicados en lugares aislados y campestres que garantizaban la sanidad del aire. En el plano artístico y literario, la tuberculosis fue la enfermedad emblemática del Romanticismo. Podría decirse que el bacilo de Koch es un protagonista más en obras literarias como La montaña mágica de Thomas Mann o La dama de las camelias de Alejandro Dumas, cuya trágica y romántica agonía se representa entre emocionados aplausos en La Traviata, sublime legado musical y dramático del gran Giuseppe Verdi. El profe Bigotini, que fue cantante lírico en su lejanísima juventud, todavía canturrea en la ducha el aria de Alfredo:

Di quell’amor quell’amor ch’è palpito, dell’universo dell’universo intero, misterioso, misterioso altero, croce, croce e delizia, croce e delizia, delizia al cor…

Fluye el canto como un manantial, entre ingrávidas pompas de jabón, y se derraman hacia el desagüe las lágrimas, generoso caudal de recuerdos y emociones.

No envejeces cuando se te arruga la piel, sino cuando se te arrugan las ilusiones.



miércoles, 16 de abril de 2014

LAUREL Y HARDY. DOS NIÑOS GRANDES



Sons of the desert, film de 1933 que en España se proyectó con el título de Compañeros de juerga, es probablemente la película donde mejor se reflejan las personalidades de Stan Laurel y Oliver Hardy. Dos tipos entrañables que juegan a vivir una aventura engañando a sus esposas. Hardy como siempre, se las da de listo, pero es quien se lleva los golpes y quien sufre las mayores desgracias. Mientras tanto, el bueno de Stanley lo sigue obediente y suele salir mejor librado. El gordo y el flaco en estado puro.
El blog de Bigotini os facilita el enlace para ver esta versión de Compañeros de juerga con un doblaje al castellano antiguo y un tanto mediocre. No importa demasiado. En realidad Laurel y Hardy eran artistas del silencio a los que accidentalmente llegó el sonido, pero que en definitiva, siguieron basando su humor en los tradicionales gags visuales de la época muda. Veréis que hay escenas enteras en las que no se pronuncia palabra y apenas interviene sonido alguno. No hace falta. Basta con la loca comicidad de la pareja.
Haced clic en el cartel de la peli y divertíos con los golpes, tropezones y bofetadas que jamás faltaron en su filmografía. Es una producción de MGM donde se nota la batuta de Hal Roach, un clásico del slapstick, a medias con el mismo Stan Laurel que siempre participó en la producción y la dirección de sus películas.

Próxima entrega: Otros géneros

domingo, 13 de abril de 2014

GENÉTICA, INFORMÁTICA Y ECONOMÍA. LA LEY DE MOORE

Richard Dawkins afirma que la genética se ha transformado en una rama de la tecnología de la información. Si decimos que el código genético es digital, no estamos empleando una metáfora más o menos afortunada. Lo cierto es que el código genético es verdaderamente digital, en el mismo sentido que lo son los códigos informáticos. Aun más, a diferencia de los códigos informáticos, el código genético es universal. Los ordenadores utilizan una gran variedad de lenguajes mutuamente incompatibles. El código genético en cambio, con alguna excepción de menor importancia, es idéntico en todas las criaturas vivientes. Desde la humilde bacteria, a la monumental secuoya o el saltador canguro, todos los seres vivos del planeta tenemos la misma confección.

Según la Ley de Moore el poder de los ordenadores se duplica cada 18 meses. Parece un hecho comprobado, y se ha cumplido al pie de la letra durante los últimos cincuenta años. Puesto que el código genético es digital, ¿podemos aplicar la Ley de Moore a la genética? Y yendo un poco más lejos, ¿podemos transformar kilobytes en “kilobases” de ADN, y aplicar un coste económico a su secuenciación? La respuesta a ambas preguntas es afirmativa: podemos.
Siguiendo la estimación de Jonathan Hodgkin que recoge el mismo Dawkins, en 1965 costó alrededor de 1000 libras esterlinas por letra secuenciar el ARN ribosómico de una bacteria. En 1975, secuenciar el ADN del virus X174 costó alrededor de 10 libras por letra. En 1995 costó 1 libra por letra secuenciar el ADN del nematodo Caenorhabditis elegans. En 2000, cuando el Proyecto Genoma Humano estaba tocando a su fin, los costes de secuenciación eran de 0,1 libra por letra. Los costes están descendiendo según una escala logarítmica.


La progresión sugiere que en 2050 seremos capaces de secuenciar el genoma completo de una persona concreta por unos 150 euros (o su equivalente en 2050). Esto quiere decir que cada individuo podrá costear su propio proyecto genoma personal. Será posible construir árboles de parentesco, relacionando a cada persona del mundo con todos y cada uno de los demás habitantes de la Tierra. Hoy diagnosticamos la tuberculosis con una radiografía de tórax. En 2050, por el mismo precio de una radiografía, se podrá conocer el texto completo de todos y cada uno de los genes de un individuo. El médico extenderá una receta que no será la recomendada aproximadamente para una persona promedio con esa enfermedad, sino la que se ajuste con máxima exactitud a su genoma…

Naturalmente, quienes tenemos cierta experiencia del mundo en que vivimos, sabemos que no siempre se cumplen las expectativas más optimistas. Existen límites tecnológicos y económicos a la progresión, de manera que ni los rascacielos pueden seguir creciendo indefinidamente, ni todo el mundo puede permitirse comprar un automóvil. A pesar de todo, en materia genética nos encontramos todavía en la cresta de la ola de la Ley de Moore. Hagamos votos por que la progresión dure lo suficiente para permitir a quienes alcancéis 2050, una vida mejor.

640 Kb de memoria tienen que ser suficientes para cualquiera. Bill Gates (gran visionario) en 1981.



miércoles, 9 de abril de 2014

ANTONIO ALATORRE Y EL APOGEO DEL CASTELLANO

Antonio Alatorre Chávez, nació en Jalisco en 1922. No sólo fue un escritor notable, sino el más brillante y lúcido filólogo mejicano, y uno de los principales críticos e historiadores de la literatura en lengua castellana. Fue autor de una obra monumental: Los 1001 años de la lengua española, pieza fundamental para comprender la historia y la evolución de nuestro idioma en toda su grandeza, que ha sido reeditada infinitas veces, y es desde su primera publicación, obra de referencia obligada para filólogos e hispanistas de todo el mundo. Su muerte en 2010, cuando, a pesar de su avanzada edad, se hallaba en plenitud intelectual y creativa, nos privó de una de las mayores autoridades de la filología hispánica.

Gran polígloto, Alatorre tradujo al castellano más de treinta obras del latín, francés, inglés, alemán, italiano y portugués. Ejerció la docencia y la investigación en diferentes instituciones, y editó revistas prestigiosas como Nueva Revista de Filología Hispánica, Historia Mexicana o Revista Mexicana de Literatura. Participó en Diálogos, Vuelta, Pauta, Biblioteca de México, Nexos, Paréntesis y Letras Libres. Junto a Juan Rulfo y Juan José Arreola, Alatorre fundó la revista Pan, otra referencia imprescindible de la literatura hispánica. En 2012 se editó a título póstumo su última novela y acaso la más lograda de sus obras de ficción: La Migraña, un recorrido iniciático por las edades del hombre, con un trasfondo autobiográfico.


Biblioteca Bigotini tiene el placer de poner a vuestra disposición una edición digital condensada de su obra El apogeo del castellano. Haced clic en la portada. Está tomada del original publicado en 1996 por el Fondo de Cultura Económica. Consideradlo mi modesto homenaje a ese gran hombre y gran erudito que fue Antonio Alatorre.

La maldita indiferencia algún día llevará a la humanidad al desastre… Aunque eso a mí me tiene sin cuidado.



domingo, 6 de abril de 2014

LA MAGIA DE LOS NÚMEROS. JUGANDO CON EL CUATRO

El cuatro es sin duda un número interesante. Es el primer número compuesto (aquellos cuya suma de sus divisores anteriores a sí mismos, arrojan un resultado menor que ellos): 1 + 2 = 3, que es menor que 4. Después del uno, el cuatro es el segundo cuadrado perfecto. En numerología, religión y ciencia, el cuatro es un número de gran importancia. Pero hoy Bigotini no tiene mucha gana de desplegar su erudición. Hoy el profe prefiere jugar, y os propone jugar precisamente con el cuatro. ¿Qué os parece por ejemplo, expresar todos los dígitos a base de cuatros exclusivamente? No sólo eso: a base de cuatro cuatros (4, 4, 4, 4). ¿Qué no es posible? Fijaos bien:

44 - 44
=
0
44 / 44
=
1
(4 / 4) + (4 / 4)
=
2
(4 + 4 + 4) / 4
=
3
[(4 – 4) / 4] + 4
=
4
[(4 x 4) + 4] / 4
=
5
[(4 + 4) / 4] + 4
=
6
(44 / 4) – 4
=
7
(4 + 4 + 4) – 4
=
8
(4 / 4) + (4 + 4)
=
9

Podemos seguir con el 10:

(44 – 4) / 4 = 10

…y con algunos otros:

(44 + 4) / 4 = 12

4 + 4 + 4 + 4 = 16

44 – 44 = 212

44 – (4 x 4) = 240

44 – (4 / 4) = 255

¿Verdad que es fantástico? El profe os anima a pensar en nuevas combinaciones. Para abrir boca os propongo hallar una operación con cuatro cuatros que también dé como resultado 16, y sea diferente a la subrayada en naranja. En la próxima entrada que dediquemos a los juegos matemáticos, desvelaremos la solución.

Si sueles fracasar en el primer intento, procura no aficionarte al paracaidismo.



miércoles, 2 de abril de 2014

PLATÓN Y LO PLATÓNICO

Platón fue un ateniense que tal vez nació en la vecina localidad de Egina hacia 482 a.C. Hijo de familia ilustre, varios de sus parientes formaron parte de la aristocracia que gobernó Atenas en su tiempo. Desde niño demostró sus grandes dotes intelectuales y su amor por el estudio. En su juventud se interesó por la poesía, el drama, la pintura y las artes en general. Si hemos de creer a algunos de sus biógrafos, Platón fue autor de epigramas que hoy se tienen por auténticos, y hasta de alguna tragedia actualmente perdida. Al parecer su relación con Sócrates le apartó de las artes hasta el punto de que en su obra República llegó a abominar de ellas. También ocupó parte de su tiempo en el ejercicio gimnástico y atlético. Existen menciones de su participación en las guerras del Peloponeso y el istmo de Corinto, y se le describe como un hombre de aspecto físico notable, si bien su nombre, Platón (Platon), puede traducirse como “grandes omóplatos”, por lo que posiblemente sería cargado de espaldas.


Aunque tuvo otros maestros anteriores, fue Sócrates quien ejerció en Platón una mayor influencia. En sus Diálogos recogió lo más destacado del pensamiento socrático, y según Aristóteles, en Sócrates hay que buscar el germen de la teoría de las ideas platónica. No está claro si Platón asistió personalmente al suicidio-ejecución a que fue condenado su maestro. Lo que está fuera de duda es que fue uno de sus discípulos predilectos, y desde luego su más sobresaliente sucesor intelectual. Tras la muerte de Sócrates, Platón viajó a Megara, donde se relacionó con Euclides, el fundador de la escuela megárica de inspiración socrática. En Cirene trató con el matemático Teodoro y con Aristipo, también socrático y fundador de la escuela cirenaica. En sus viajes a Italia y Sicilia trabó conocimiento con eléatas y pitagóricos. En Siracusa conoció a Dión, a quien instruyó en la doctrina socrática.

De vuelta en Atenas, Platón adquirió una finca en las afueras, al parecer en un emplazamiento dedicado al héroe Academo, por lo que su escuela recibió el nombre de Academia. Según la historiografía más fiable, la Academia platónica funcionó ininterrumpidamente hasta 86 a.C., año en que fue destruida por los romanos. Reconstruida poco después, la escuela siguió impartiendo enseñanzas hasta su cierre definitivo por el emperador cristiano Justiniano en 529. Para legalizar una sociedad que poseyera tierras y locales propios, parece que en la época de Platón era requisito imprescindible registrarla como thíasos o lugar de culto. Platón eligió como divinidades a las Musas, que ejercían la protección de la educación. Nuestro protagonista de la ciencia de hoy murió en 347 a.C., a la edad de 80 o 81 años.


En cuanto a las obras de Platón, con las únicas excepciones de las Cartas y la Apología, todas están escritas en forma de Diálogos, un estilo común en su época. Platón forzosamente tuvo que ser un autor prolífico. Lo prueba el que hasta nuestros días han llegado decenas de sus obras, acaso en buena parte corrompidas por la inevitable sucesión de copistas y comentaristas de los siglos anteriores a la imprenta. Biblioteca Bigotini os propone la lectura de Apología de Sócrates (haced clic en la imagen). Se trata de la versión digital de uno de los escritos platónicos de juventud, donde es el mismo maestro en primera persona quien se defiende de sus acusadores. Espero que de su lectura obtengáis algún pasatiempo y no poca enseñanza.

El que se jacta de sus certezas acaba dudando de todo. La duda permanente es el único camino para alcanzar alguna certeza.