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lunes, 28 de junio de 2021

SÍNDROME DEL TÚNEL CARPIANO

 

El síndrome del túnel carpiano (STC) es una neuropatía periférica producida cuando el nervio mediano, a nivel de la muñeca, queda atrapado o presionado en el interior del túnel carpiano.

El túnel carpiano es un pequeño orificio situado en el límite de la muñeca y la mano. Está limitado en su parte proximal por los huesos pisiforme, semilunar, piramidal y escafoides; y su parte distal por el trapecio, trapezoide, el grande y el ganchoso. A través de este túnel discurren los tendones del músculo flexor común superficial de los dedos, los tendones del músculo flexor común profundo, y el tendón del músculo flexor largo del pulgar. Contiene también el nervio mediano, que se encarga de la sensibilidad de la parte anterior de los dedos (excepto el meñique), así como del componente motor de la musculatura que permite el movimiento de los dedos y el pulgar.

Todo proceso que provoque ocupación del espacio, inflamación de los tendones, presencia de líquido, etc., causa el atrapamiento del nervio. Es como si una serie de personas estuvieran en un espacio muy reducido, por ejemplo, en una cabina telefónica, y de repente una o varias comenzaran a hincharse como globos. Imagínate que tú eres el nervio mediano, una criatura extraordinariamente sensible. Obviamente, el resultado es dolor, debilidad o entumecimiento de la mano y la muñeca, irradiándose por todo el antebrazo, y llegando en ocasiones a afectar el brazo.



El síndrome del túnel carpiano es de las neuropatías por compresión más comunes. Cuando la muñeca se flexiona o se extiende, la presión puede aumentar, lo que ocasiona isquemia. Esto puede llevar a un círculo vicioso, al aparecer edema vasogénico, aumentando más la presión intratúnel.

El síndrome del túnel carpiano afecta a un 3 % de la población general, con una mayor incidencia en mujeres entre 40 y 60 años. Entre la población trabajadora la incidencia puede superar el 15%. Es una de las más frecuentes patologías laborales.

Los síntomas comienzan gradualmente, con sensaciones de calor, calambre o entumecimiento en la palma de la mano y los dedos, especialmente del pulgar y de los dedos medio e índice. Algunos pacientes sienten los dedos hinchados y torpes, a pesar de no presentar inflamación objetiva. Los síntomas a menudo aparecen primero durante la noche, con sensación de adormecimiento de las puntas de los dedos. Suelen despertar sintiendo la necesidad de sacudir la mano. A medida que los síntomas se agravan, los pacientes comienzan a sentir el calambre durante el día. Hay dificultad para agarrar objetos pequeños o realizar otras tareas manuales. En casos crónicos o sin tratamiento, los músculos de la base del pulgar pueden debilitarse o atrofiarse. Algunas personas no pueden distinguir el frío y el calor. A veces el dolor se manifiesta en la parte superior de la mano y muñeca. Otras veces la mano se queda dormida.

Los síntomas suelen aparecer en trabajadores cuya tarea incluye los movimientos repetitivos de la muñeca, lo que puede provocar inflamación ligamentosa y compresión nerviosa, aunque otras causas como fracturas o lesiones también pueden estar en el origen del STC. La clínica aumenta con la actividad de la muñeca afectada (habitualmente la dominante) y puede remitir sacudiendo o masajeando la muñeca o elevando el miembro afectado (por mejora del retorno venoso y descompresión). Si progresa lo suficiente, el síndrome puede provocar atrofia de la musculatura de la eminencia tenar (la situada junto al dedo pulgar) que limita de manera importante la funcionalidad de la mano afectada.


Resultan especialmente afectados quienes hacen un uso repetitivo de la musculatura del antebrazo (mecánicos, informáticos, fisioterapeutas, dentistas, personal de cadenas de montaje, líneas, etc…). En las trabajadoras del textil y la confección, el STC es la lesión más común. En el año 2006 se aprobó el nuevo cuadro de enfermedades profesionales. En él se recogía que la profesión de camarero se encuentra entre las principales actividades capaces de producir esta dolencia. También es conocida como "enfermedad del guitarrista", ya que por el constante movimiento de brazo, antebrazo y mano, es muy posible que se provoque esta lesión.

En los casos en los que no existe una causa aparente o aquellos de origen funcional el tratamiento se basa en diferentes medidas: por una parte la prevención, adoptando, en lo posible, hábitos de movimiento de la muñeca menos traumáticos o programando períodos alternativos de actividad-descanso. Si esto no es suficiente se inmoviliza la articulación de la muñeca con una férula de descarga y con antiinflamatorios que disminuyan la presión ejercida sobre el nervio mediano. Cuando es necesario se realiza incluso la infiltración local de antiinflamatorios (habitualmente esteroideos), siendo esta técnica una de las más eficaces en el tratamiento agudo del síndrome.

El tratamiento fisioterapéutico es extraordinariamente eficaz, e incluye el uso de calor húmedo, electroterapia y terapia manual. En casos más evolucionados o resistentes al tratamiento conservador, se opta por el tratamiento quirúrgico, consistente en ampliar el espacio de tránsito del nervio, siendo este quizá el tratamiento más resolutivo a largo plazo.

Es el momento de que todos echemos una mano.  Capitán James Garfio (pirata).

jueves, 24 de junio de 2021

EL MANUSCRITO DE BAKHSHALI

 


En 1881 cerca de la aldea de Bakhshali, distrito de Peshawar, que actualmente es territorio paquistaní, pero entonces pertenecía a los dominios de la India británica, fueron hallados los restos de un manuscrito realizado sobre corteza de abedul, unas sesenta láminas. La fecha de su datación ha generado controversia. Muchos expertos la sitúan en torno al siglo III, aunque es muy probable que se trate del comentario a un texto mucho más antiguo todavía. El manuscrito de Bakhshali contiene ejercicios matemáticos y reglas para resolver problemas de aritmética, álgebra y geometría. También recoge un método para hallar raíces cuadradas. Descifrar su contenido no fue sencillo, pues la notación matemática del texto emplea signos un tanto singulares. Por ejemplo, utiliza el signo + colocado detrás de los números para indicar que son negativos. El valor desconocido de las ecuaciones, el que se pretende hallar, viene expresado con un punto grueso, e idéntico signo se emplea para el valor cero.


Acaso lo que confiere mayor importancia al hallazgo es constatar que en época tan remota como parece ser la de su elaboración, su autor o autores ya conocían y manejaban conceptos matemáticos más avanzados de lo que en principio se suponía. También es importante que se trata del primer documento científico indostánico que carece por completo de cualquier vínculo religioso o mínima alusión a ninguna instancia sobrenatural.

Uno de los problemas planteados en el texto reza del siguiente modo: Sea un grupo de 20 personas formado por hombres, mujeres y niños. Cada hombre gana 3 monedas, cada mujer 1,5 monedas y cada niño 0,5 monedas. Entre todos ganan 20 monedas ¿Cuál es el número de hombres, de mujeres y de niños?

Si tomamos h, m y n como número de hombres mujeres y niños respectivamente, la operación será:

h + m + n = 20

3h + (3/2)m + (1/2)n = 20

Es decir, 2 hombres, 5 mujeres y 13 niños, es la única solución válida.

Todo un ejemplo de sutileza y conocimientos matemáticos en un tiempo en que parecía impensable encontrar algo remotamente semejante. Otra sorpresa científica que nos depara la arqueología.

Pide por correo un alargador de pene y le envían una lupa.


domingo, 20 de junio de 2021

FRANK MINNITT, EL REY DE LOS TEBEOS BRITÁNICOS

 


Frank John Minnitt (1894-1958) fue un ilustrador y dibujante británico que dibujó incansablemente para más de cien publicaciones de todo el mundo desde 1920 hasta 1950. La serie que le otorgó fama mundial fue Billy Bunter en la revista Knockout entre 1939 y 1958.

Minnitt nació en el barrio londinense de Southgate, era el más joven de los cinco hijos de Mary Ann Smith y William Robinson Minnitt. Educado en la escuela Hugh Myddleton en Islington, a los 14 años fue campeón Junior de Boxeo de Londres. Más tarde, siguió a su padre para trabajar en la Oficina General de Correos (GPO) antes de servir en la Guardia Costera durante la Primera Guerra Mundial. Fue destinado a Francia donde sufrió importantes lesiones causadas por el gas mostaza que le afectaron durante el resto de su vida.

Después de la guerra, Minnitt regresó a la Oficina General de Correos, luego trabajó como soldador y en una empresa de taxis antes de convertirse en artista. Fue un dibujante completamente autodidacta. Alrededor de 1920 comenzó a enviar sus dibujos a la agencia de cómics Amalgamated Press (AP).


Posteriormente, su trabajo apareció en varias revistas, entre otras Comic Life, Joker, Merry & Bright, Butterfly, Jolly y Sparkler, las más vendidas de aquellos años en Gran Bretaña. A partir de 1936 comenzó a enviar trabajos a D.C. Thomson y sus dibujos aparecieron en la sección Fun de The Sunday Post y The Dandy. Contra lo que muchos piensan, Minnitt no fue el creador de Billy Bunter. Le encargaron dibujar la tira que había creado C. H. Chapman en la revista Knockout de Amalgamated Press en 1939, cambiando por completo la orientación de la serie, con predominio de situaciones de una comicidad completamente loca. Minnitt dibujó un Bunter redondo, radiante y alegre, que al principio siguió el estilo de Chapman, y luego derivó en un estilo propio, centrándose en la bufonada. Con ello no sólo reformó la serie, sino que de alguna forma creó escuela. Los dibujantes de cómic infantil británicos adoptaron el estilo Minnitt que hoy resulta tan reconocible a todos los amantes del género. A partir de los años 40 aparecieron nuevos personajes como Jones Minor, que tenía todas las buenas cualidades que le faltaban a Bunter, pero que no consiguió reformar al simpático y gordito gamberro. El severo maestro, Mr. Quelch, fue historieta a historieta, perdiendo su dignidad. El internado disparatado que presentaba la serie se hizo enormemente popular, y Minnitt continuó dibujando a Billy Bunter hasta poco antes de morir en 1958.

La serie llegó tarde a España, traducida ya en los años 60, y publicada por la editorial valenciana que popularizó la revista infantil Jaimito. Aquí se llamó Guillermito y su voraz apetito. Os dejamos una selección de páginas de Frank Minnitt para que apreciéis su gracia y su talento.













miércoles, 16 de junio de 2021

TONY CURTIS, UN SIMPÁTICO SINVERGÜENZA

 


En su barrio neoyorquino del Bronx, el Tony Curtis adolescente conquistaba a todas las muchachas, así que no le fue difícil conquistar más tarde en Hollywood a un buen puñado de estrellas y estrellitas de diversa magnitud. Ya fuera por su acento barriobajero o por su encantadora sonrisa, Curtis bordaba los papeles de caradura.

Estaba tan dotado para la comedia, que bien pronto se fijaron en él reyes del género como Billy Wilder, Blake Edwards o Richard Quine. Hasta en las comedias románticas sin pizca de humor, no podía evitar un amago de sonrisa burlona cuando besaba a la chica. En resumen: Tony Curtis fue un seductor en toda regla.

Su capacidad de seducción rizó ya el rizo cuando en Los vikingos, un filme de aventuras que dirigió Richard Fleischer, dio la impresión de mantener una especie de relación equívoca con el personaje protagonista que interpretaba Kirk Douglas. Como se habló y se escribió tanto de ello en época (1958) en que ese tipo de cosas eran tema tabú, director, productores y hasta los mismos Douglas y Curtis se apresuraron a desmentirlo. Al parecer el malentendido fue simplemente obra de la casualidad o quizá de la impericia de director, guionistas y montadores, que no cayeron en la cuenta de lo que hacían hasta visionar la película completa.

Será imposible olvidar a Tony Curtis en su papel travestido de Con faldas y a lo loco, posiblemente la mejor comedia de Wilder, o en aquel otro en que interpretó al teniente caradura y encantador de Operación Pacífico, el mejor trabajo de Blake Edwards que hizo para la Universal en 1959. Precisamente os proponemos recordar a Curtis con la breve secuencia de su llegada al muelle donde el capitán (Cary Grant) y sus hombres reparaban aquel submarino que acabó pintado de rosa. Haced clic en el enlace y divertíos unos minutos con el recuerdo de aquel simpático sinvergüenza. 

https://www.youtube.com/watch?v=bULccI2Jesw

Próxima entrega: Betty Grable


lunes, 14 de junio de 2021

ANÍBAL, EL BONAPARTE CARTAGINÉS

 


Aníbal era el hijo mayor de Amílcar, el general cartaginés que había sido derrotado por los romanos en la Primera Guerra Púnica. Su padre se ganó el epíteto de Barca (fulgor en lengua fenicia) por sus grandes hazañas militares. Había salvado a Cartago de la insurrección de los mercenarios, que capitaneados por un antiguo esclavo griego llamado Estipendio, amenazaron seriamente la metrópolis. Amílcar los derrotó con un ejército improvisado y muy inferior en número. Pero al concluir ese episodio bélico que había durado tres años, los cartagineses supieron que sus enemigos romanos, que después de la primera contienda eran dueños de Sicilia, se habían hecho también con Cerdeña, Córcega y Marsala que se apresuraron a latinizar en Marsilia, con lo que dominaban prácticamente el Mediterráneo occidental, y que en Hispania habían avanzado ya al sur del Ebro, con lo que amenazaban los prósperos asentamientos fenicios del levante peninsular.


En efecto, Roma comenzó en aquel periodo de entreguerras su expansión imperialista. La primera provincia que incorporó fue Sicilia. Córcega y Cerdeña formaron la segunda. Derrotados los ligures y los galos del norte de Italia, se constituyó la tercera, la Galia Cisalpina con capital en Mediolanum (Milán). En el noreste Roma se apoderó de Iliria, lo que le permitió dar el salto a Dalmacia, al otro lado del Adriático…

Amílcar pidió a sus compatriotas un ejército para enfrentarse a Roma. Los comerciantes le apoyaron. Sin embargo, la aristocracia agraria era más conservadora. Al final Cartago optó por una solución de compromiso, en vez de un cuerpo de ejército, Amílcar obtuvo sólo una división. Llevó al templo de Baal-Haman a sus cuatro leoncillos, como él llamaba a su joven yerno Asdrúbal y a sus tres hijos: Aníbal, Asdrúbal (otro más) y Magón. Allí les hizo jurar que vengarían a Cartago, les armó con las mejores armas y atavíos, y les llevó con él.

Se dirigió al oeste, cruzó el estrecho, y con su exigua tropa redujo a la obediencia a las ciudades hispanas que se habían sublevado. Cartago no movió un dedo para ayudarle. Todo lo hizo él solo. Excavó minas para extraer el hierro, fabricó armas, monopolizó el comercio de la región para obtener recursos… Pero la muerte le sorprendió en una escaramuza con una tribu rebelde. Le sucedió su yerno Asdrúbal que durante otros ocho años continuó su labor y hasta fundó una nueva ciudad, Cartago Nova la llamaron sus enemigos, Cartagena, una perla incrustada en el litoral. Cuando Asdrúbal cayó apuñalado por un asesino en un episodio no bien aclarado, los soldados proclamaron general a Aníbal. El hijo mayor de Amílcar tenía entonces veintisiete años, había pasado diecisiete en campaña, pero aún recordaba el juramento que prestó cuando sólo tenía diez.


Con permiso de Alejandro Magno, Aníbal fue seguramente el caudillo más brillante de la Antigüedad. Además de su lengua fenicia, dominaba el griego y el latín, y al decir hasta de sus enemigos, era versado en Historia. Era valiente, astuto y frugal. Vestía igual que el más humilde de sus hombres, comía lo que ellos comían y dormía con ellos en el suelo. Conocía bien la fuerza de Roma, pero también sus debilidades, así que se decidió a marchar sobre la misma Urbe. En 218 a.C., tras ocho meses de asedio, conquistó Sagunto, ciudad aliada de Roma. Comenzó así la Segunda Guerra Púnica.

Reclutó soldados entre las tribus ibéricas, y después de encargar a su hermano Asdrúbal el gobierno de sus recientes conquistas y la preparación de refuerzos, cruzó primero el Ebro y después los Pirineos con treinta elefantes, cincuenta mil infantes y nueve mil jinetes, casi todos hispanos y libios. Ya en suelo francés, las tribus galas de Marsella, aliada de Roma, le opusieron resistencia, pero logró llegar a las estribaciones de los Alpes. Allí dejó marchar a diez mil hombres que titubeaban o se negaban a continuar.


Inició entonces el mítico paso de los Alpes. Los historiadores no se ponen de acuerdo en si lo hizo por San Bernardo o por Monginevro. En septiembre de 218 alcanzó las alpinas cumbres nevadas. Su ejército descansó allí dos días. En la ascensión perdió a varios miles de hombres, bien por frío, fatiga, o los ataques de guerrilleros célticos. El descenso fue mucho más difícil y heroico, pero finalmente divisaron la gran llanura padana. Quedaban veintiséis mil hombres, menos de la mitad de los que partieron. Los cisalpinos los acogieron como a libertadores, los abastecieron de víveres y se aliaron con ellos para derrotar a los romanos en Placencia y Cremona.

En octubre de 218 se libró la batalla de Tesino. Los trescientos mil cartagineses con catorce mil caballos derrotaron a las legiones romanas mandadas por el primer Escipión. En diciembre los romanos sufrieron una segunda derrota en Trebia. Aníbal era ya dueño de la Galia Cisalpina.

Cayo Flaminio sustituyó a Escipión con nulos resultados, pues a orillas del Trasimeno, sus legiones fueron literalmente aniquiladas por Aníbal. En Roma cundió un justificado pánico.


Pero a pesar de sus brillantes victorias militares, las cosas no pintaban demasiado bien para los cartagineses. Aníbal contrajo un tracoma que le dejó tuerto, y en Toscana y Umbría sus habitantes no acogieron a los invasores con simpatía. Muchos de los hombres de Aníbal estaban cansados y enfermos, sus aliados galos desertaron. Pidió refuerzos a su hermano Asdrúbal, que pudo mandarle muy pocos, pues en el suelo ibérico libraba una feroz guerra contra los romanos.

En la Urbe nombraron dictador a Quinto Fabio Máximo, un gran estratega que optó por no exponerse a librar batalla con Aníbal en campo abierto. En vez de eso, emprendió sucesivas escaramuzas de desgaste y emboscadas que terminaron por llevar a los cartagineses al borde de la desesperación. Pero en Roma también muchos desesperaban, y contra la experta opinión de Fabio, abogaban por asestar un golpe definitivo y obtener una victoria rápida. Desposeyeron del cargo a Fabio.

Terencio Varrón, un exaltado patriota sin mucha experiencia en la guerra condujo contra Aníbal a ochenta mil infantes y seis mil jinetes. Era lo que el general cartaginés estaba esperando.


En la llanura de Cannas, a orillas del Ofanto, se libró la que probablemente fue la más grande batalla de la Antigüedad. Aníbal situó en el centro de su ejército a los pocos galos que le quedaban, consciente de que eran los más débiles. Varrón mordió el anzuelo. Se introdujo en la brecha y las alas de Aníbal se cerraron sobre él. Todavía hoy Cannas permanece en la historia militar como ejemplo de estrategia.

Dejemos por ahora a Aníbal triunfante. Muy lejos de allí, en Hispania, los Escipiones combatían a Asdrúbal. Se estaba fraguando la completa derrota de Cartago. Pero esa ya es otra historia, seguro que el profe Bigotini nos la acabará contando.

Sé tú mismo, me dicen… ¡Como si no existiera el Código Penal!

 


sábado, 12 de junio de 2021

FRANCISCO DELICADO Y SU LOZANA ANDALUZA

 


Francisco Delicado, clérigo español que pasó en Italia la mayor parte de su vida, nació probablemente en Córdoba entre 1475 y 1480. Se crió en la villa jienense de Martos, donde él mismo situaba su cuna, quizá para ocultar su condición de judío converso que nada convenía a un sacerdote en aquel tiempo. Fue discípulo aventajado del gramático Antonio de Nebrija, y recibió muy joven las órdenes sagradas.

Y muy joven viajó a Italia, concretamente en 1492, el año del descubrimiento de América. Aun situando su nacimiento en 1475, no tendría todavía veinte años cuando llegó a Roma. Allí latinizó su apellido, que originariamente era Delgado, por el de Delicado, con el que firmó desde entonces todas sus obras.

La primera de ellas, De consolatione infirmorum, se publicó en Roma en 1525. Era un breve tratado de intención piadosa. Aunque hablando de piedad, no parece que el clérigo Francisco Delicado tomara muy en serio sus votos, porque se sabe que padeció la sífilis, que en España se llamaba entonces mal francés, en Francia mal italiano y en Italia mal español. El caso es que el morbo gallico (vamos a atenernos a nuestra denominación) se extendió por toda Europa como un reguero de pólvora. Delicado dio en Roma a la imprenta también en 1525 una obra divulgadora sobre el tema, escrita en italiano, que tituló El modo de adoperare el legno de India Occidentale, donde se alababan las excelencias del llamado palo de Indias, un remedio contra los síntomas de la sífilis que el propio autor había experimentado en sí mismo. Perdida la edición romana, nos ha llegado la que se imprimió en Venecia en 1529.


Delicado huyó literalmente de la capital romana en 1527, fecha del célebre Saco de Roma que llevaron a cabo las tropas de Carlos I comandadas por el duque de Borbón, lo que provocó un fuerte sentimiento antiespañol en la ciudad. Nuestro hombre recaló en Venecia, y allí acogido a su Serenísima República y ya lejos del alcance tanto de la Inquisición española como de la romana, continuó su carrera literaria, y olvidando por completo su condición de hombre de Iglesia, también al parecer su carrera amatoria, pues se le atribuyen en su época veneciana varias amigas, y a alguna de ellas se refirió el propio autor en sus escritos.

Establecido en Venecia, se animó también a ejercer como editor. A su iniciativa se debe la publicación de obras como Amadís de Gaula (1533), Los tres libros del caballero Primaleón y Polendos, su hermano (1534), obra que forma parte del ciclo del Palmerín de Ingalaterra. Ese mismo año imprimió también una magnífica edición de La Celestina de Fernando de Rojas y otra de la Cárcel de amor de Diego de San Pedro. Conoció y trató en Venecia al famoso político y humanista Andrea Navagero, quien le animó a escribir un tratado sobre los sangrientos días del Saco de Roma.



Pero la obra por la que Francisco Delicado ha pasado a la Historia de nuestra literatura es sin duda La Lozana andaluza, que vio la primera luz en Venecia en 1528. Se editó bajo el título de Retrato de la Lozana andaluza, aclarando en la portada que va escrito en lengua española muy clarísima, y añadiendo que demuestra lo que en Roma pasaba y contiene muchas más cosas que la Celestina. Esta es promesa que da pistas al lector sobre su contenido. Se trata de una narración dialogada que en lo literario queda a medio camino entre la comedia celestinesca y la novela picaresca tan característica de nuestra literatura tanto renacentista como barroca. Se narra la agitada vida de la andaluza Aldonza, por otro nombre Lozana, que abandona la casa de su tía en Sevilla, huyendo a Cádiz con un joven mercader genovés. El padre del muchacho ordena en Génova a sus servidores que la maten, y Lozana huye a Roma donde debe sobrevivir sin más fortuna que su hermosura y su ingenio. La heroína, un verdadero torbellino de vitalismo y de mañas, triunfa siempre sacando todo lo que puede a sus muchos galanes, y entregando su corazón a su joven criado Rampín, un muchacho sagaz y encantador, un pícaro que sabe cómo hacer feliz a la pícara Lozana.

En La Lozana hay humor, hay explícitas referencias al sexo y algunas otras a la Iglesia, no demasiado piadosas, que valieron a su autor diversas excomuniones. La Lozana tiene reminiscencias celestinescas, como dije más arriba, bebe también en la fuente de la Propalladia de Bartolomé de Torres Naharro, y a su vez, los Ragionamienti del italiano Pietro Aretino, beben en las muy caudalosas de La Lozana.

Es esta Lozana andaluza la que nuestra pícara Biblioteca Bigotini os pone hoy al alcance de un clic. Hacedlo sobre el enlace y disfrutad la frescura, el inagotable ingenio y el humor de la hermosa Lozanica y de Francisco Delicado, su irreverente padre literario. 

https://www.dropbox.com/home/Profesor%20Bigotini?preview=La+lozana+andaluza.pdf

Ella tenía ingenio diabólico y gran conocer, y en ver un hombre sabía cuánto valía y qué le podía sacar. Miraba también cómo hacían las demás y lo que había de aprovechar para ser siempre libre y no sujeta a ninguno. Francisco Delicado. La Lozana andaluza.


jueves, 10 de junio de 2021

PICADURAS DE INSECTOS. CUIDADO CON LOS BICHITOS

 


Con la llegada del verano y del calor, por todas partes bulle la vida. Los insectos no son una excepción, y abundan particularmente en la época estival. Al factor calor debemos añadir la despreocupada escasez de ropa que suele ser la regla en este periodo. Ya sabéis que los científicos tenemos la sagrada obligación de estudiar todos los fenómenos que se producen a nuestro alrededor. Personalmente me he especializado en la observación detenida del atuendo femenino en periodo estival y la graciosa desenvoltura de sus portadoras (no me lo agradezcáis, es mi deber).

En el terreno de la salud laboral, determinadas actividades que se desarrollan al aire libre, como las obras de construcción, la agricultura o la jardinería, entre otras, presentan una mayor exposición a estos accidentes causados por seres vivos. La agresión reviste diversas formas, según el tipo de insecto. Picaduras en el caso de los mosquitos; mordeduras si se trata de arañas, pulgas o la temible mosca negra; introducción de aguijones, como sucede con avispas y abejas; o incluso enclavamiento profundo mediante ganchos, que es la fórmula utilizada por las garrapatas.



Los daños para la salud adquieren también diversos niveles. Los insectos a menudo actúan como vectores de enfermedades, transmitiendo infecciones o infestaciones por parásitos (caso de la malaria). Pero lo que resulta común a todas las especies, es que al picar, chupar o morder, inyectan sustancias que pueden producir, y muy a menudo lo hacen, reacciones locales de tipo alérgico de intensidad variable. Desde la simple irritación o enrojecimiento de la piel, hasta inflamaciones de gran tamaño, abscesos, y en los casos más severos, reacciones generalizadas que han dado lugar a shock anafilácticos graves que en último extremo pueden conducir a la muerte.


Los mosquitos, acaso los agresores más frecuentes, se alimentan de sangre. Suelen ocasionar picaduras en las zonas descubiertas del cuerpo, produciendo habones o ronchas rodeadas de eritema, habitualmente muy pruriginosas. Tienen preferencia por los y las jóvenes (como yo en mis inocentes observaciones), con piel caliente y un fuerte olor corporal. Les atraen los vestidos oscuros y las elevadas concentraciones de dióxido de carbono. Tienden a alimentarse desde el crepúsculo hasta la salida del sol.

En cuanto a los himenópteros (abejas y avispas), no pican para alimentarse, sino que lo hacen como medida defensiva cuando se sienten amenazadas o cuando intuyen peligro para los territorios de sus enjambres o colmenas. Las avispas pueden picar repetidas veces, mientras que las abejas pican una sola vez y mueren, pues al introducir el aguijón, se desprenden de él, y de parte del paquete intestinal. Tanto avispas como abejas se encuentran más activas en las horas centrales del día, y con temperaturas elevadas. Son atraídas por el aroma de las flores y los colores vivos y brillantes. Los aguijonazos producen una reacción local con hinchazón dolorosa que varía en tamaño, según la sensibilidad de la víctima, desde un centímetro, hasta grandes edemas que abarcan zonas extensas de las piernas, la totalidad de la mano o del rostro. En caso de aguijonazos múltiples o cuando participa en la agresión el enjambre o el avispero, la reacción anafiláctica puede ser intensa, y fulminante, produciendo la muerte en pocos minutos si no se inyecta inmediatamente adrenalina para contrarrestar los efectos del veneno.


Medidas preventivas contra las picaduras de mosquitos:

  • Quienes trabajen al aire libre en los meses estivales deben usar ropa de tejidos ligeros y frescos, pero que cubra la mayor parte del cuerpo. Son aconsejables manga larga y sobre todo el pantalón largo y el calzado cerrado. En el caso concreto de la mosca negra, la práctica totalidad de las lesiones se producen de rodilla para abajo.
  • Conviene evitar los colores oscuros y los tonos brillantes.
  • No utilizar colonias, perfumes o lociones con aromas frutales o florales.
  • Existen diferentes repelentes. Los eléctricos sólo sirven para locales cerrados. Trabajando a la intemperie, los más aconsejables son los de aplicación tópica, recordando que tienen una eficacia limitada, y que el sudor corporal tiende a neutralizarlos, por lo que las aplicaciones deberán ser frecuentes.


Medidas preventivas contra abejas y avispas:

  • Procura no usar ropa de colores vivos o brillantes durante la época y los momentos de mayor actividad.
  • Si eres apicultor, protégete con la indumentaria adecuada y emplea el ahumador para tranquilizar a las abejas.
  • Si no eres apicultor, no te acerques a panales ni a avisperos. Si lo haces accidentalmente, procura retirarte con movimientos lentos.
  • Si una abeja o avispa se posa en tu cuerpo, no intentes matarla o espantarla. Permanece inmóvil hasta que se marche.
  • No manipules frutas o comidas en zonas en las que abunden las plantas con flores. En áreas urbanas, procura alejarte de los cubos de basura.
  • Evita caminar descalzo en parques, jardines y campos floridos.
  • No uses perfumes dulces ni spray para el cabello.
  • Procura no segar, recortar setos o podar árboles en las horas de mayor actividad.
  • Las colisiones con avispas y abejas a menudo producen picaduras. Correr, montar a caballo, en bici o en moto sin casco o con poca ropa, son actividades de riesgo. También resulta peligroso viajar en automóviles descapotables, detalle que aporta cierto consuelo a quienes no poseemos este tipo de vehículo, y contribuye a una especie de justicia poética nada desdeñable, aunque (reconozcámoslo) un poco revanchista.
  • En el caso de picadura de abeja, conviene retirar cuanto antes el aguijón, pues cuando queda enclavado con parte del contenido intestinal de la abeja, la glándula del veneno continúa contrayéndose e inoculando sustancia en el torrente circulatorio.

Con carácter general hay que evitar rascar las zonas de las picaduras o las lesiones, ya que al hacerlo erosionamos la piel, permitiendo a las bacterias penetrar al interior.

En cuanto al tratamiento de estas lesiones, los preparados tópicos a base de amoniaco son muy útiles en los primeros momentos tras la picadura. Una vez que aparecen la hinchazón y el prurito, puede optarse por un antipruriginoso de aplicación local. Los antihistamínicos por vía oral contribuyen también a aliviar el picor, y a reducir los efectos de la reacción alérgica. De igual forma actuarán los corticoesteroides. En caso de picaduras masivas, en personas sensibilizadas con antecedentes de reacciones graves o cuando se determine grave riesgo para la vida, se administrará adrenalina 1:1000, hasta 1 ml., en inyección intramuscular o subcutánea, asociando, si es necesario, un tratamiento corticoesteroideo.


Debo concluir con una pequeña reflexión del profe Bigotini: disfrutad del verano y procurad que no os piquen los bichos. Si sois propietarios de un automóvil descapotable y por temor a las picaduras, queréis deshaceros de él, no dudéis en donarlo a mi fundación para el minucioso estudio de jóvenes hermosas apenas vestidas. He comprobado la atracción que sobre las pobrecillas ejercen esos lamentables vehículos.

Envidio a los mosquitos. Siempre mueren entre aplausos.  Woody Allen.



jueves, 3 de junio de 2021

EL HEXÁGONO DE PAPPUS Y LA GEOMETRÍA PROYECTIVA


 

Supongamos que queremos plantar nueve árboles de modo que formen diez filas de tres árboles cada una. La forma más ingeniosa de hacerlo es el uso del Teorema de Pappus.

Si tres puntos A, B, C están situados en cualquier lugar de una recta, y otros tres puntos D, E, F en cualquier lugar de una segunda recta, el Teorema de Pappus garantiza que las intersecciones X, Y, Z de los lados opuestos del hexágono cruzado A, F, B, D, C, E, estén alineados. El problema de formar una décima fila puede resolverse ahora simplemente moviendo el árbol B hasta alinearlo con Y y E. Podéis hacerlo dibujando la figura en un papel y moviendo botones o monedas.


Pappus de Alejandría, que fue uno de los matémáticos helénicos más célebres de su época, debe su fama a su obra Synagoge, escrita alrededor del año 340 de nuestra era. Sus temas de geometría incluyen polígonos, circunferencias, poliedros, espirales y panales de abejas formados por hexágonos precisamente. La obra incorpora también referencias a trabajos anteriores que se perdieron. Fue escrita con el objetivo de revitalizar la geometría clásica.

El teorema supone un acontecimiento en la historia de la ciencia. La geometría clásica se basaba de forma casi exclusiva en medidas: longitudes, áreas y volúmenes. Aquí encontramos por vez primera un teorema que si bien se establece desde la teoría ordinaria de medidas, se ha liberado de todos los elementos de medición. Es decir, demuestra la existencia de una figura determinada mediante la incidencia de líneas y puntos. Sirve igualmente para la superficie mínima que abarca una hoja de papel o para la superficie de Siberia. En palabras de Dehn que recoge Clifford A. Pickover, esta figura constituye la primera configuración de la geometría proyectiva.

La obra de Pappus se popularizó entre las gentes cultas de Europa a través de la impresión de una traducción al latín de Federico Commandino en 1588. Fascinó a los científicos renacentistas, y mucho después interesó a Newton, Descartes y Pascal, que se ocuparon ampliamente del teorema.

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martes, 1 de junio de 2021

HAROLD GRAY Y SU PEQUEÑA ANNIE

 


Nacido en 1894 en Kankakee, Illinois, Harold Gray, hijo de unos granjeros que fallecieron tempranamente, tuvo que ganarse la vida desde muy joven. En Lafayette, Indiana, publicó sus primeros dibujos en el diario local. Tuvo tiempo de estudiar ingeniería, actividad que nunca llegó a ejercer, porque después de la Gran Guerra que pasó instruyendo a los reclutas en el manejo de la bayoneta, obtuvo su primer empleo como caricaturista en el Chicago Tribune.

En los felices veinte colaboró como negro de varios de los historietistas más importantes, y en 1924 vio la luz su primera gran serie que fue prácticamente la única a la que se consagró durante toda su carrera: Little Orphan Annie, Annie la huerfanita, que para 1930 se había convertido ya en un fenómeno a nivel nacional.


Annie fue seguramente el primer melodrama trasladado al cómic. Aunque su trazo y sus dibujos siempre fueron algo toscos, Gray era un formidable guionista. Las historias de su huérfana (como huérfano había sido él mismo) y de su inseparable perrito, eran auténticas novelas gráficas en las que se mezclaban la aventura y el misterio.

Los argumentos de la serie evolucionaron a través de los años al paso que también lo hacía el pensamiento de su creador. Gray, que durante la depresión plasmó temas y tesis cercanas a la izquierda política, fue poco a poco derivando hacia posiciones más conservadoras, llegando en los cuarenta a enfrentarse frontalmente a las políticas del presidente Roosevelt. Al calor del éxito de Annie surgieron algunas series parecidas, como Little Joe, que a partir de 1933 dibujó y firmó con guiones de Gray, su primo Ed Leffingwell, o como Maw Green, otro derivado de la huerfanita.

Dotado de un notable olfato para los negocios, Harold Gray se hizo millonario a base del merchandaise de su serie. Álbumes, postales, cuadernos escolares, juegos infantiles y hasta alimentos para niños estamparon la imagen de Annie pagando por ello los correspondientes derechos de autor. La serie fue llevada al cine al menos en dos ocasiones (1932 y 1982), y hasta sirvió de base a un musical que se estrenó con gran éxito en Broadway y recorrió después medio mundo. Harold Gray se casó tres veces enviudando otras tantas. Falleció en su retiro de La Jolla, California, en 1968, cuando contaba 74 años. En Bigotini hemos seleccionado una muestra de su trabajo que sometemos a vuestra consideración.