Es
inevitable. Aquella Bonnie de Bonnie and
Clyde quedó grabada a fuego en nuestras retinas, y Faye
Dunaway será para siempre aquella chica guapa que asaltaba
bancos por los pueblos de la América profunda. Esa fue una de sus primeras
apariciones en la gran pantalla. Le acompañaba Warren Beatty, como después le
acompañaron Dustin Hoffman, Robert Redford, Steve McQueen o Jack Nicholson,
todos ellos grandes entre los grandes (bueno, quizá excepto Hoffman que era más
bien bajito).
Sin
ser una belleza canónica, la Dunaway tenía un sex appeal muy notable. Polanski la metió en la cama con Nicholson
en Chinatown, Sidney Pollack la metió
en la cama con Redford en Los tres días
del cóndor, antes, a Arthur Penn se le había ocurrido ponerla a enjabonar a
Dustin Hoffman en Pequeño gran hombre.
Lo cierto es que Faye estaba espléndida dentro y fuera de las camas, lúbrica y
cubierta de espuma de jabón, o montada en aquella vieja cafetera petardeante,
mientras vaciaba el cargador de su metralleta.
Después
maduró, y mucho después hasta se hizo vieja, algo alejada de los platós
hollywoodienses, y entregada a poco brillantes apariciones en series
televisivas. Nada dura eternamente.
Para recordarla en todo su esplendor, os dejamos aquí abajo (clic en el enlace) un recorrido fotográfico y musical que recoge algunos de sus mejores momentos. Bon apetit.
Faye Dunaway
https://www.youtube.com/watch?v=M6s7LuDCRc4
Próxima entrega: Warren Beatty
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