Lee Falk nació en San Luis, Missouri, en 1911.
Su verdadero nombre era Leon Harrison Gross, pero firmó siempre como Lee Falk
en homenaje a su padrastro. Algunos biógrafos le relacionan con el cómic
únicamente como brillante escritor de guiones, pero lo cierto es que el joven
Lee comenzó en el mundo de la historieta dibujando, aunque es preciso reconocer
que el dibujo nunca fue su fuerte. Viajó a Nueva York, y para ingresar en la
nómina del King Features Syndicate, al parecer hinchó su currículum
considerablemente, inventando fabulosos viajes a tierras lejanas y exóticas.
Realmente el viaje más largo que había hecho hasta entonces, fue el que le
trasladó desde su San Luis natal hasta Nueva York. Sin embargo, durante el
resto de su vida, acaso para redimirse de aquella mentirijilla, Mr. Falk se
convirtió en un auténtico viajero de altura, visitando un sinfín de países en
los cinco continentes, lo que según él, le sirvió para documentar extensamente
sus guiones.
Dos
son las series que han hecho a Lee Falk mundialmente célebre: Mandrake el mago
y El hombre enmascarado. Las
aventuras de Mandrake tuvieron su origen en la fascinación que en Falk
ejercieron siempre los magos y la magia. Él mismo hizo sus pinitos en ese
terreno, y parece que incluso llegó a actuar en algún escenario con un número
de magia. Es por eso que algunos han creído ver en Mandrake una especie de
alter ego autobiográfico de su creador. Lo cierto es que, como será fácil
suponer, todas esas fantasías fabulosas que se suceden en las historietas del
héroe, nada tienen que ver con la vida real, y son por completo fruto de la
fértil imaginación de su autor. Sí es verdad que los rasgos físicos del
personaje de Mandrake se corresponden con los de Lee Falk en sus años jóvenes.
Él mismo reconoció en alguna entrevista, que realizó los primeros dibujos del
mago sentado frente a un espejo, por lo que efectivamente, se inspiró en su
propia fisonomía. Al poco tiempo de aparecer la serie, Falk colgó los lápices
para dedicarse exclusivamente al guión. El primer gran dibujante de Mandrake el
mago fue Phil Davis, a quien sustituyó ya en la última etapa Fred Fredericks.
En cuanto a los argumentos, aunque Mandrake era el típico mago de escenario,
con su capa, su chistera y su bastón mágico, las historias derivaron
constantemente hacia lo policiaco y lo detectivesco, adoptando muchas veces las
fórmulas del cine negro, tan popular durante varias décadas, justamente
aquellas en las que la serie alcanzó su mayor difusión.
Otro
tanto puede decirse de El hombre
enmascarado, o El Fantasma, como
se llamó en otras traducciones (The
Phantom), héroe precursor de muchos superhéroes que en el cómic se crearon
al calor del gran éxito del personaje de Falk. Las aventuras del fantasma
enmascarado fueron dibujadas por diversos artistas: Ray Moore, Sy Barry, Fred
Fredericks, Paul Ryan y algunos otros, pero entre todos destaca el
sobresaliente trabajo de Wilson McCoy,
a quien también dedicamos un capítulo de nuestra Historia del Cómic. Sin duda
las páginas en que colaboraron Falk y McCoy son las más logradas de la serie.
Desde el principio de sus aventuras, el enmascarado se dibujó sin pupilas en el
antifaz que le cubre los ojos. Su creador explicó que se había inspirado en las
estatuas clásicas, siempre carentes de pupilas, lo que confiere al héroe cierto
aire clásico. A diferencia de los superhéroes que le sucedieron, el fantasma de
Falk no posee ningún superpoder. Se trata de un tipo atlético que cabalga un
caballo blanco espléndido y se hace acompañar de un lobo amaestrado. La
ambientación de las historias del hombre enmascarado es mucho más exótica que
la de Mandrake. Sin embargo, curiosamente el héroe es el único personaje de la
serie con un aspecto inusual. El resto de los personajes, hombres y mujeres,
son gente de apariencia muy corriente, ya sean chicas en apuros o desalmados criminales.
Como dijimos ya en el título y las primeras líneas, Lee Falk fue ante todo y sobre todo un escritor. Además de los guiones de cómic, escribió comedias y libretos para musicales que se representaron en Broadway, muchos de ellos con gran éxito. Actores y figuras del cine de la talla de Marlon Brando, Charlton Heston o Paul Newman, actuaron en sus obras, rechazando en ocasiones trabajos en Hollywood mucho mejor remunerados, lo que nos ofrece una idea de la calidad de Falk como escritor y del prestigio que llegó a adquirir. Falleció en Nueva York en 1999 víctima de un ataque cardiaco. No dejó de escribir los guiones de sus historietas desde 1934 hasta muy poco antes de su muerte. Para recordarlo, os dejamos aquí abajo una selección de páginas y viñetas de sus héroes de papel.
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