Dustin Hoffman, un californiano de
origen judío… ¿Pero bueno, es que todos en Hollywood van a ser judíos? En fin,
todos no, pero la nómina de yiddish en el show business americano parece
interminable, como lo es la de la ciencia, las artes y las letras. Ténganse en
cuenta las muchas décadas de continua llegada de emigrantes europeos a las
costas americanas y su procedencia. Si trazamos en el mapa de Europa una línea
vertical que atraviese París, la mayoría de los procedentes del Este debían ser
judíos, así que no nos extrañe encontrar sus apellidos por decenas en los
títulos de crédito de cualquier película.
Bien,
pues Dustin Hoffman, un joven californiano (vamos a dejarlo así) que había
estudiado medicina, pero nunca la llegó a ejercer, descubrió que su verdadera
vocación era la de actor. En el Actor’s Studio neoyorquino le confirmaron que,
efectivamente, tenía grandes dotes como actor. Además, Dustin era un mozo
bajito y no demasiado apolíneo, lo que le llevó a sacar la misma conclusión que
Woody Allen: si un tipo físicamente poco
notable aspira a acostarse con muchachas hermosas de curvas de vértigo, sólo
tiene dos caminos, hacerse millonario o trabajar en el cine. Así que el
joven Hoffman optó como el astuto Allen por trabajar en el cine. Claro que como
no era físicamente notable, le costó un poco, y para cuando consiguió su primer
papel importante, había sobrepasado ya los treinta. A pesar de eso, interpretó
a un jovencito recién graduado en El
Graduado, una espléndida comedia de Mike Nichols donde brillaron Anne
Bancroff, otra judía, Katherine Ross, la música de Paul Simon y Art Garfunkel,
también judíos, y por supuesto, Dustin Hoffman. Hizo luego un papelón
extraordinario en Cowboy de medianoche,
y accedió después a la cima de la interpretación con su papel en Pequeño gran hombre, una fábula sobre el
genocidio de los indios americanos contada desde el punto de vista de las
víctimas, que no sentó nada bien entre la sociedad americana más conservadora.
Después de aquel apoteosis se sucedieron sus éxitos, interpretando a toda clase
de personajes, héroes y villanos, y hasta travestidos, como en el caso de Tootsie. En Bigotini le recordamos sobre
todo como falso piel roja ya crecidito, dejándose enjabonar en una bañera por
Faye Dunaway, espléndida y libidinosa esposa de un predicador del far west.
Para que vosotros también le recordéis, os dejamos el enlace con un corto que recoge una selección de las mejores escenas de El Graduado. Que os aprovechen.
Dustin
Hoffman. Mejores escenas de El graduado.
The
Graduate Starring Dustin Hoffman | Most Iconic Scenes - YouTube
Próxima
entrega: Faye Dunaway
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