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viernes, 16 de noviembre de 2018

UN HOMBRE DE FE


Estado de Florida (USA), comienzo de la década de los 90. La escena transcurre a las puertas de una clínica privada en la que se practican abortos. Allí se ha reunido un heterogéneo grupo de antiabortistas. Pertenecen al movimiento pro-vida de América. Unos gritan consignas contra el aborto, otros enarbolan esos carteles rígidos que tanto abundan entre los manifestantes americanos. En los carteles hay fotos de niños, de recién nacidos, y de fetos maduros que muestran rasgos faciales reconocibles y hasta incipientes sonrisas. Ante las cámaras de televisión y los fotógrafos de prensa, despliegan una gran pancarta en la que se interroga: ¿está mal detener el asesinato de bebés inocentes?


Entre los que sostienen la pancarta se encuentra el joven Paul Hill. Su imagen de chico bueno, vestido de Lacoste, rubito, repeinado y con gafitas, viajará de costa a costa en los noticieros. El reverendo Paul Jennings Hill, tiene ya treinta y tantos años, pero aparenta diez menos. Es un ministro presbiteriano casado y con tres hijos, afiliado a la Iglesia de Dios en América, también conocida como Ejército de Dios o como AOG, sus siglas en inglés. Hill no pasa desapercibido para nadie. La reportera de CNN, cautivada por la fotogenia del muchacho, pide a su cámara un primer plano. En los próximos días Paul Hill y su compañero el reverendo Michael Bray, serán entrevistados en telediarios y magazines televisivos. Tendrán oportunidad de dejar meridianamente claras sus convicciones: el aborto es un asesinato. Sea cual sea la edad del embrión, aun cuando sólo tenga el aspecto de un microscópico pelotón de células, se trata de un ser humano provisto de alma inmortal. Acaso cuando crezca será un nuevo Abraham Lincoln o una nueva Marie Curie…


El dedo acusador de Paul Hill y sus correligionarios apunta de manera singular a un hombre, John Britton. El doctor Britton es un prestigioso ginecólogo que dirige la principal clínica abortista de Florida. Britton ha practicado en los últimos años miles de interrupciones del embarazo a otras tantas mujeres. ¡Miles de asesinatos de bebés!, claman escandalizados los antiabortistas. El acoso a su clínica se recrudece por momentos, y el ginecólogo recibe cada día insultos y amenazas de todas clases. Tras algún incidente desagradable, Britton decide contratar un guardaespaldas, James Barrett, un curtido ex policía que conoce bien su oficio.


Pensacola, Florida, 29 de julio de 1994. El doctor Britton sale de su clínica seguido del guardaespaldas Barrett y de la esposa de este último que ese día excepcionalmente ha acompañado a su marido, para ser reconocida por el doctor. En la calle aguarda el reverendo Hill, quizá menos sonriente que en sus apariciones televisivas. Hay en su rostro decisión y en su mano una pistola de esas que los americanos compran en cualquier armería de guardia. Hill dispara, vaciando el cargador entero contra el trío, sin dar tiempo a Barrett a reaccionar. El resultado es la muerte del doctor y el guardaespaldas. La esposa de Barrett sufre graves heridas.

Starke, Florida, 3 de septiembre de 2003. Paul Hill es ajusticiado mediante una inyección letal. Había sido condenado a la pena capital en 1994, y agotados todos los recursos de su defensa, firmó su ejecución el gobernador de Florida, que se llamaba Bush y además era hijo de Bush padre y hermano de Bush hijo. La ejecución estuvo precedida de una enorme polémica.

Paul Hill jamás se mostró arrepentido, y declaró que por su acción esperaba una gran recompensa en el cielo. No apreciaba diferencia moral entre matar un embrión y matar al médico, excepto que el embrión era para él un inocente bebé sin culpa alguna, y el médico un peligroso criminal. Era consciente de haber quitado dos vidas, faltando al quinto mandamiento, y lo lamentaba de veras. Temía incluso que su acción pudiera condenarle al infierno, pero esperaba la benevolencia del Señor, y en todo caso, consideraba la muerte del médico como un mal menor, ya que así consiguió salvar cientos, acaso miles de vidas. Antes de decidirse a matar a Britton, había sopesado todos los factores. Quizá si el doctor hubiera sido más viejo… Pero era relativamente joven. Debían quedarle quince o veinte años de ejercicio profesional, y en todo ese tiempo, quién sabe a cuántos miles de bebés inocentes habría podido asesinar…


Hill fue reconocido por expertos psicólogos y psiquiatras. Todos estuvieron de acuerdo en que no era un psicópata ni estaba loco. Paul Hill era un honrado padre de familia, convencido de haber llevado a cabo una acción desagradable pero necesaria. La muerte del guardaespaldas fue sólo un accidente, un daño colateral que le atormentaba incesantemente. Pero en lo referente al médico, estaba seguro de haber cumplido con su deber. Para él resultaba muy duro todo aquel trance, la cárcel, el corredor de la muerte…, pero alguien tenía que hacerlo, y cuanto antes mejor, para evitar nuevas matanzas de inocentes niños. Hubo quien lo tachó de fanático. Tampoco lo era. Durante el juicio quedó demostrado que Hill vivía la religión sin extremismos, y hasta con moderación. Así lo atestiguaron muchos de sus feligreses, que lo calificaron de comprensivo y tolerante con las faltas ajenas…

En fin. Ocurrió sencillamente que el reverendo creía. Era un tipo sinceramente religioso. En este caso, un cristiano sinceramente religioso, como podía haber sido un sincero judío o un sincero musulmán. Tenía fe. Y su fe lisa y llana, desprovista de fanatismo, le llevó a la convicción de que matar al doctor Britton era una acción justa y necesaria. Así de simple y así de terrible. ¿Quién dijo que las religiones son benéficas? Digámoslo de una vez, y perdone el lector que me ponga sentencioso: las religiones, todas las religiones, además de anacrónicas, son supersticiones absurdas, que pueden llevar y de hecho llevan a menudo a sus seguidores, a cometer actos absurdos y supersticiosos, a incitar el odio, el sufrimiento propio o ajeno, morir o matar. ¿Benéficas?...

Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema. Winston Churchill.




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