
En
cualquier caso, esta doncella Úrsula fue pedida en matrimonio por un
príncipe pagano, también bretón (aunque puede que de la Bretaña
insular) al que unas fuentes dan el nombre de Ereo y otras el de
Conan. Los que recordamos el cómic y la película de Swarzeneger,
preferimos Conan, que suena más pagano y más bruto.

Hasta
aquí todo muy normal. Lo asombroso fue que Úrsula emprendió el
viaje haciéndose acompañar nada menos que por once mil vírgenes,
que también es capricho. Remontaron todas el Rin como el que va de
excursión, y pasando por Colonia, llegaron hasta Basilea.
Desembarcaron (supongo que dejando a los basilienses boquiabiertos) y
desde allí siguieron a pie hasta Roma. Roma ya entonces era muy
turística, no obstante se desconoce en qué hotel pudieron alojarse
las once mil. El papa Ciriaco dispensó a Úrsula de sus votos y la
despachó con las usuales recomendaciones que se hacen a las mocitas
casaderas. Después emprendieron el regreso. Vuelta a embarcar en
Basilea y ¡hala!, Rin abajo, se fueron las once mil por donde habían
venido.

Dice
la tradición que fueron todas sometidas a horripilantes torturas. No
entraré en detalles morbosos que están fuera de lugar en un blog
inspirado por tan elevados ideales como el nuestro. Remito a los
amantes del bondage, a los frescos venecianos de Carpaccio o a
la polícroma urna de Santa Úrsula de Brujas, obra del maestro
Memling. Allí pueden contemplarse todos los excesos que pueda
imaginar la mente más lujuriosa.


Sea
como fuere, no puede negarse grandiosidad a la escena de la
navegación fluvial de las once mil vírgenes. Al menos daría para
una superproducción de Hollywood, mientras que con las modestas once
muchachas, la cosa no pasaría de un serial televisivo. Es lo que
tiene el latín, que da mucho juego, y era todo más bonito y más
misterioso. Yo, que soy tan viejo que conocí las misas en latín, la
verdad es que desde que se empeñaron en decirlas en castellano, ya
no entiendo nada.
-Toma
este ramito de romero, te traerá suerte.
-Muchas
gracias.
-Ahora
dame algo para pasar el día.
-Toma
este ramito de romero, te traerá suerte.