Charles Martin Jones, que desde muy joven se
hizo llamar “Chuck”, nació en 1912 en Spokane, estado de Washington, pero muy
pronto se mudó con su familia a Los Ángeles donde pasó su infancia y
adolescencia. Su casa estaba muy cerca del estudio donde rodaba Chaplin, así
que pasaba horas mirando los gags y dibujándolos en su cuaderno. Ingresó a los
quince años en un Instituto de Artes, y tras graduarse encontró trabajo en el
estudio de animación de Ub Iwerks, un ex colaborador de Disney. Pasó luego por
los estudios de Walter Lantz y Charles B. Mintz, hasta que Leon Schlesinger,
reconoció su talento, y en 1933 lo contrató para la Warner Bros. Allí trabajó
junto a maestros del gremio como Tex Avery, Friz Freleng y Frank Tashlin.
Al
principio sus personajes y animaciones seguían la línea Disney, primando en ellos la ternura. Pero durante los
primeros años cuarenta puede decirse que Chuck Jones vio la luz, y seguramente
influido por Avery y Freleng, se pasó al bando del humor. Decía en una
entrevista ya mayor: …me di cuenta de que
podía hacer reír a la gente, no solo entretenerlos. Durante la guerra
mundial produjo cortos de animación patrióticos para elevar la moral de la
tropa. Entre los cuarenta y los cincuenta creó para la Warner personajes
inolvidables como Pepé Le Pew, El Coyote
y el Correcaminos o Marvin el
Marciano, además de dotar a los ya existentes como Bugs Bunny o el Pato Lucas
de nuevas personalidades mucho más irónicas.
Jones
dirigió los cortos animados de la mejor época de la Warner, rodeándose de
colaboradores brillantes como el guionista Michael Maltese, el compositor Carl
Stalling, y sobre todo el actor de doblaje Mel Blanc, a quien se deben las
voces de los personajes dotadas de una comicidad fantástica. Chuck Jones llegó
a perfeccionar el humor del dibujo animado al extremo de que ya no fueran
necesarios los movimientos exagerados de sus personajes. Con un buen guión,
bastaba a veces con arquear una ceja, para hacer reír al público. Jones
falleció en 2002, a los 89 años. Fue el último superviviente de los grandes de
la animación, y su estilo ha influido en animadores de la nueva generación. Os
dejamos algunos de sus dibujos originales y alguna página de cómic inspirada en
su forma de hacer.
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