
En
Valparaíso y en Santiago se relacionó con poetas como Eduardo de Barra o Pedro
Balmaceda. En Valparaíso publicó su poemario Azul, que muy pronto se
convirtió en una especie de manifiesto de la recién nacida corriente modernista,
movimiento del que Rubén Darío fue el principal representante en lengua
española. A instancias de Juan Valera, comenzó a escribir para el diario
madrileño El Imparcial, comenzando
así su relación con España, que sería intensa y prolongada. Como corresponsal
del diario bonaerense La Nación,
viajó por gran parte de Hispanoamérica. En San Salvador se casó con la
hondureña Rafaela Contreras. Tras hacer escala en La Habana, se embarcó hacia
España, desembarcando en Santander. En Madrid frecuentó a las principales
figuras políticas y literarias del momento, deslumbrando con su personalidad
arrolladora a Núñez de Arce, Zorrilla, Valera, Menéndez Pelayo o la Pardo
Bazán, entre otros.

Conoció
en París a Amado Nervo y a Antonio Machado. Convertido ya en una celebridad
mundial, Darío regresó a su Nicaragua natal, donde por fin fue recibido como un
héroe nacional. Fue nombrado embajador en el Méjico pre-revolucionario de
principios de siglo, siguió con sus incesantes viajes entre Europa y América,
deteriorándose su salud por su adicción al alcohol. Derrochó todo su dinero y
contrajo innumerables deudas. Falleció en la nicaragüense ciudad de León, en la
que había transcurrido su infancia, en 1916. Dejó a Francisca y a su único hijo
superviviente en la miseria más absoluta. En 1956, Francisca Sánchez donó al
gobierno de España el archivo del poeta, que se conserva en la biblioteca de la
Universidad Complutense de Madrid.

Su
ingente obra, tanto en verso como en prosa, forma parte de la columna vertebral
de nuestra literatura. Hoy en Biblioteca Bigotini os ofrecemos el enlace (clic en la portada) para acceder a la
versión digital de su poema Margarita,
acaso el más conocido y reeditado de Rubén Darío, una pieza deliciosa que se
recuerda porque durante años ha aparecido en toda clase de antologías y reseñas
del autor, sobre todo en los libros escolares. Disfrutad los versos de este
poeta mayúsculo.
La
virtud está en ser tranquilo y fuerte. Con el fuego interior todo se abrasa.
Rubén Darío.
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