La
sublevación del 36 y los años de la guerra, constituyeron un auténtico desastre
en todos y cada uno de los aspectos de la vida de España y los españoles.
Naturalmente, el tebeo no podía ser una excepción. En la zona republicana
siguieron editándose semanarios infantiles como Pulgarcito, Colorín o Floreal,
cabecera esta última afín a las organizaciones anarcosindicalistas. En
principio las revistas continuaron publicando historietas dirigidas a los niños
y sin el menor sesgo ideológico. Pero conforme fue avanzando la contienda,
surgieron publicaciones antifascistas, y se popularizaron más otras ya
existentes de corte anticlerical como Fray Lazo o satíricas como La Traca, en
las que aparecían caricaturizados los gerifaltes facciosos. Durante lo más
álgido de los combates, cabeceras como Pionero Rojo o El Pueblo en Armas,
claramente más dirigidas a soldados y a adultos en general que a los niños,
aparecieron con el objetivo de elevar la moral de los combatientes. Salvo
contadas excepciones, se resintió mucho la calidad tanto de los dibujos, como
de la impresión de los tebeos. Fueron meses en que los mejores artistas se
afanaban en producir carteles de guerra y de propaganda política. Para mostrar
siquiera unos pocos ejemplos de aquellas publicaciones, os dejamos unas cuantas
páginas de aquellos tebeos republicanos. En una próxima entrega de nuestra
Historia de la Historieta, trataremos de los tebeos del bando franquista
durante la guerra y la primera posguerra.
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