Se aproxima el buen tiempo, y muy
pronto se llenarán playas y piscinas. Sin embargo la exposición al sol conlleva
riesgos importantes para la salud.
Aunque la sociedad actual identifica
una piel bronceada con un aspecto saludable, la excesiva pigmentación y la
salud no siempre están relacionados.
La luz solar nos proporciona cuatro
efectos beneficiosos importantes:
1.
Estimula
la síntesis de vitamina D, que previene el raquitismo y la osteoporosis.
2.
Favorece
la circulación sanguínea.
3.
Contribuye
a aliviar algunas dermatosis.
4.
Estimula
la síntesis de neurotransmisores cerebrales responsables del estado de ánimo,
lo que explica que seamos más felices en épocas y climas luminosos y cálidos.
Sin embargo, no todo son ventajas.
Existen una serie de efectos adversos:
·
Hiperpigmentación.
·
Eritema
actínico.
·
Manchas
melánicas.
·
Arrugas.
·
Cataratas.
·
Tumores
superficiales.
Estos efectos adversos dependen
fundamentalmente de las radiaciones solares llamadas ultravioleta, de las que,
según su longitud de onda, se conocen tres tipos:
·
UVC: entre 200 y 280 nm. No llegan a la
superficie de
·
UVB: entre 280 y 320 nm. Son muy energéticas
y responsables del eritema (quemaduras). Penetran a nivel
epidérmico y provocan el bronceado de la piel.
·
UVA: entre 320 y 400 nm. Entre el 30 y el
50% de estos rayos llegan a niveles profundos de la dermis y son más
perjudiciales que los UVB porque tienen menor energía. Son los responsables del
envejecimiento de la piel y del melanoma.
Los efectos adversos no son iguales
en todas las circunstancias ni para todas las personas. Varían en dependencia
de una serie de factores:
Altitud: la intensidad es más elevada cuanto
más grande es la altitud.
Oblicuidad: se recibe diferente intensidad según el ángulo de
incidencia sobre la superficie terrestre.
Latitud: en una misma estación hay diferente
oblicuidad de los rayos solares.
Clima: las nubes y la humedad absorben las radiaciones.
Superficie: la reflexión de los rayos solares
varía según la superficie:
En cuanto a los tipos de piel,
también puede existir mayor o menor riesgo: Por tanto, la respuesta a una misma radiación
será diferente según el individuo que la reciba.
LAS PERSONAS DE PIEL CLARA TIENEN
MÁS RIESGO DE SUFRIR CÁNCER DE PIEL POR
LAS LARGAS EXPOSICIONES SOLARES CON
PROTECCIÓN INSUFICIENTE, AUMENTAN EL RIESGO DE MELANOMA MALIGNO.
MEDIDAS DE PROTECCIÓN
Siempre tenemos que protegernos de
las radiaciones, y hay diferentes maneras de hacerlo. Las radiaciones
ultravioleta del sol se pueden combatir utilizando prendas de vestir adecuadas,
con sombreros, viseras y sobre todo, aplicando adecuadamente cremas de protección solar sobre la piel.
Protectores solares. Consejos y
recomendaciones para su correcta aplicación:
Para obtener un resultado óptimo de
la utilización de un fotoprotector, es necesario seguir cuatro normas básicas:
·
Aplicarlo
30 minutos antes de exponerse al sol. Por
lo tanto, aplicar el fotoprotector en casa, nunca en el lugar de exposición.
·
Aplicarlo
en las zonas de la piel que vayan a quedar expuestas (cara, cuello, brazos,
etc.).
·
Hacerlo
sobre la piel bien limpia (después de la ducha) y perfectamente seca.
·
No
escatimarlo.
Respetadas estas normas, también
será necesario tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
1. Evitar las pulverizaciones de
agua durante las exposiciones.
2. Evitar los perfumes y las
colonias alcohólicas que contienen esencias vegetales, porque son
fotosensibilizantes.
3. Elegir el fotoprotector más
indicado atendiendo al fototipo.
4. Utilizarlo, aunque esté nublado.
5. Protegerse la cabeza con un
sombrero o gorra con visera; los ojos con gafas adecuadas, y los labios con
protector labial.
6. Estar en movimiento. No es nada
aconsejable mantenerse inmóvil durante horas.
7. Beber agua frecuentemente para
evitar la deshidratación.
8. Tener en cuenta que determinados
medicamentos (por ejemplo los antibióticos) pueden provocar reacciones a la
exposición solar.
En función del tiempo de exposición
los filtros, cremas y protectores solares, ofrecen distintos FACTORES DE
PROTECCIÓN (FPS):
Por lo tanto, en caso de exposición
prolongada a las radiaciones solares, los criterios para una correcta elección
del protector solar, serán:
1.
FACTOR
DE PROTECCIÓN DE 50 COMO MÍNIMO.
2.
QUE
SEA RESISTENTE A LA HUMEDAD (CALIFICADO COMOWATERESISTANT O COMOWATERPROOF).
3.
QUE
CUENTE CON LAS DEBIDAS GARANTÍAS SANITARIAS (ADQUIRIRLO EN FARMACIAS Y NUNCA EN
SUPERMERCADOS O DROGUERÍAS).
El mejor amigo del hombre es el chivo expiatorio.