El
valenciano Juan de Timoneda, nacido
hacia 1518, fue mediano poeta y algo mejor prosista, pero sobre todo fue un
humorista, probablemente el más ingenioso del Renacimiento español. Destacó
como editor, impresor y compilador de narraciones de otros autores que algunas
veces llegó a publicar con su firma haciéndolas pasar por suyas. Se sabe que
antes de ingresar en la República de las Letras, había sido zurrador de pieles
en su Valencia natal. También fue actor, y cuando cambió las tenerías y los
tablados por la pluma y los tipos de imprenta, escribió varias comedias de
mucho gusto y regocijo. Su teatro, al que junto al de Lope de Rueda o Gil
Vicente, se considera precursor del de Lope de Vega, es lo que podría llamarse
parcialmente original, porque a menudo se limita Timoneda a traducir o adaptar
sus modelos. Lo cierto es que lo hace con un gran talento lírico y eficacia
dramática.
Se
le conocen autos sacramentales, entre ellos los únicos conservados en romance
valenciano. En su obra teatral profana abundan las comedias, farsas, pasos y
entremeses, adaptando con resultado de gran comicidad las comedias clásicas de
Plauto o las contemporáneas de Lope de Rueda. Otra de sus facetas literarias
fue la recopilación de canciones y romances antiguos. Pero por encima de todo,
Timoneda brilló en la prosa, adaptando cuentos y narraciones de diferentes
autores clásicos, y dotándoles de una gracia admirable. Hizo dineros editando
en Valencia y vendiendo allí y en otras muchas ciudades, cancioneros rimados y
obritas, muchas del género galante con títulos como Rosa de romances, Flor de enamorados, Sarao de Amor, Villete de Amor,
Enredo de Amor, Guisadillo de Amor o El
Truhanesco, que se vendían muchas veces en pliegos sueltos. Piense el
lector que ya en el siglo XVI, se desarrolló una creciente burguesía ciudadana,
y cada vez más gentes sabían leer, aunque el analfabetismo continuara entonces
y continuaría durante mucho tiempo después, siendo la norma entre las clases
populares.
Podemos
considerar a Timoneda un gran innovador del género novelístico español. Su Sobremesa y alivio de caminantes se
publicó en Zaragoza y en Medina del Campo en 1563. Es una miscelánea de
cuentos, dichos ingeniosos y narraciones breves. En su imprenta de Valencia, y
en 1564, apareció su Buen aviso y
portacuentos de temática similar. Pero por encima del resto de su
producción hay que situar El Patrañuelo,
publicada también en Valencia en 1567. Se trata de un conjunto de novelas muy
interesantes y amenas, que Timoneda denomina ‘patrañas’, cuyos argumentos están tomados de los novellieri italianos, Masuccio
Salernitano, Giovanni Boccaccio, Mateo Bandello o el poeta Ludovico Ariosto.
Alguna de las narraciones tiene su origen incluso en las Gesta romanurum. Los cuentos están en todos los casos no sólo
traducidos, sino adaptados, actualizados y aclimatados al castellano que
resultaba familiar a los lectores de su época.
Timoneda falleció en su Valencia natal en 1583. Os brindamos aquí el enlace con la versión digital de El Sobremesa y alivio de caminantes, una colección de cuentos y chistes que en su momento hicieron sonreír y quién sabe si incluso reír a los lectores cultos del XVI.
https://www.dropbox.com/home/Profesor%20Bigotini?preview=El+sobremesa+y+alivio+de+caminantes.pdf
-¿Por qué no defendes tu rey, majadero?
-Porque
cada gallo canta en su gallinero.
Juan
de Timoneda. El sobremesa y alivio de caminantes.




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