El
Chaplin más genial nos legó esta producción de
Las
articulaciones de la extremidad superior (hombro, codo, muñeca) son complejas y
sutiles, y existen en ellas diversos canales y zonas angostas por donde pasan
tendones, paquetes vasculo-nerviosos y diferentes estructuras en ocasiones muy
delicadas, susceptibles de inflamarse, seccionarse parcial o totalmente, y
sufrir diversas lesiones. Este riesgo latente se agrava por el continuo trabajo
y movimiento de manos y brazos, a menudo ejerciendo presión, fuerza, torsiones,
giros y movimientos repetitivos.
La
prevención de las lesiones pasa por tres principios fundamentales:
1. Una adecuada elección de las herramientas y los equipos y un buen uso de
los mismos. Tanto las herramientas manuales como los mandos y partes móviles de
los equipos deben contar con un diseño ergonómico. Los mangos deben adaptarse a
la forma y a la funcionalidad de la mano, y al predominio lateral de la función
(diestros o zurdos). Deben ser también adecuadas en tamaño y en peso. Una buena
herramienta ergonómicamente adaptada es garantía de prevención de lesiones.
2. Un correcto diseño del puesto de trabajo en cuanto a espacios,
distancias, alturas... Evitar tener que levantar objetos o ejercer fuerza por
encima de los hombros, reduce al mínimo la posibilidad de lesiones en esa
articulación.
3. Por último, una organización racional de las tareas, por ejemplo, el
establecimiento de pausas o rotaciones en los trabajos que deban realizarse en
cadenas o líneas de producción, será clave para disminuir la incidencia de los
problemas musculoesqueléticos.
En
cualquier caso, es importante consultar con los especialistas de tu servicio
de prevención en cuanto se produzcan las primeras molestias. Se trata
de problemas a menudo fácilmente corregibles si se detectan a tiempo, pero que
en sus últimas fases precisan a veces intervención quirúrgica o actuaciones más
agresivas.
Jamás
aceptaría pertenecer a un club que me admitiera como socio. Groucho Marx.
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