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martes, 6 de mayo de 2025

HOMERO Y EL NACIMIENTO DE LA LITERATURA

 


La Iliada y La Odisea, las dos obras que tradicionalmente se atribuyen a Homero, inauguran la literatura, al menos en nuestro ámbito cultural occidental, heredero de la cultura greco-latina. Ambas vieron la luz muy probablemente durante el siglo VIII antes de nuestra era, hace casi tres mil años. Cabe presumir pues, que en ese periodo vivió su autor, Homero, personaje tan controvertido desde el punto de vista histórico, que incluso alguna teoría preconiza que nunca existió en realidad. En Bigotini nos gusta pensar que Homero realmente existió, que fue un extraordinario poeta y un aún más extraordinario narrador, y que nos legó esas dos obras monumentales que durante tres milenios han sido y siguen siendo fuente de inspiración, objeto de estudio y cumbre literaria universal.


El propio nombre de Homero se ofrece a especulación desde su misma etimología. Hómêros podría ser una variante jónica del eólico Homaros, con el significado de rehén o prisionero. Esto ha llevado a ciertos estudiosos a conjeturar que un grupo de poetas, Homéridas u Homêridai, que significaría los hijos de los rehenes, habrían sido encargados de memorizar la poesía épica y los sucesos de la guerra a la que no tenían permiso de asistir por dudarse de su lealtad. Así en época en la que no existía todavía literatura escrita, los poemas que cantaban las gestas y las acciones de guerra se transmitirían oralmente para ser cantadas por los aedos que recorrían Grecia de corte en corte.

Otra explicación etimológica del nombre Hómeros, lo hace proceder de la expresión ho me horón, con el significado de el que no ve, por lo que la tradición hace a Homero ciego. Se le ha representado en pinturas y diferentes obras de arte como un ciego provisto de báculo o acompañado de un lazarillo.


En cuanto a su origen, diferentes tradiciones, ninguna de ellas sólidamente fundamentada, le hacen proceder de diversos lugares como Quíos, Esmirna, Colofón, Atenas, Argos, Rodas, Salamina, Pilos, Cumas e Ítaca, entre otros muchos, de manera que sólo cabe concluir que se desconoce su lugar de nacimiento. Tampoco existe certeza alguna sobre el lugar de su muerte, pues diversas ciudades y territorios se disputan ser la localidad donde reposan sus restos, sin que tampoco pueda probarse de ningún modo. Así que ya vemos que el personaje y hasta sus datos biográficos más elementales, están envueltos en la espesa bruma del misterio más insondable.

La incertidumbre y hasta la controversia, alcanza también a sus obras, pues ya desde el periodo helenístico, varios eruditos adjudican a Homero la autoría de La Iliada, pero no de La Odisea, en base a las diferencias que se aprecian entre ambas. Ciertamente La Iliada sólo recoge el último tramo del asedio de Troya por los griegos, y su caída propiciada por la cólera del héroe Aquiles, desatada por la muerte de su compañero Patroclo, mientras que La Odisea relata el largo viaje de regreso de Ulises u Odiseo a su patria de Ítaca, plagado de aventuras y sucesos a lo largo del periplo.


Todos los especialistas parecen estar de acuerdo en que ambas obras se transmitieron oralmente en su origen, y que no se pusieron por escrito hasta una fecha posterior al siglo VIII, seguramente el siglo VII e incluso según otros, siglo VI, cuando su autor, si admitimos que efectivamente fuera Homero, ya no vivía.

Ambas están redactadas en hexámetros dactílicos y en un griego algo artificioso que combina los dialectos jónico-ático y eolio, y que utiliza arcaísmos que ya no solían emplearse en el lenguaje vulgar. Sin embargo, la enorme repercusión de ambas epopeyas hizo que el lenguaje homérico se convirtiera a partir de su popularización, en el lenguaje de la poesía griega posterior, llegando incluso al teatro del periodo clásico.


Además de estos dos extensos poemas, han sido atribuidas a Homero otras obras como la Batracomiomaquia o Guerra de las ranas y los ratones, una especie de epopeya cómica muy divertida y muy imitada, o como Margites, como unos llamados Himnos homéricos, o como un ciclo épico compuesto de poemas sobre la guerra de Troya, sobre la caída de Tebas o sobre la historia de Edipo. Ninguna de estas atribuciones parece tener fundamento suficiente.

En Bigotini somos incondicionales de Homero y de sus dos grandes e inmortales obras, verdaderos monumentos literarios. Os dejamos (clic en el enlace) una versión digital de La Odisea en castellano. Recrearos con la fantástica literatura de Homero. 

https://www.dropbox.com/home/Profesor%20Bigotini?preview=ODISEA.pdf

Canta, oh diosa, la cólera del Pélida Aquiles; funesta cólera que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves. Homero, La Iliada.


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