Translate

lunes, 5 de mayo de 2025

ZANJAS Y EXCAVACIONES: VIAJE AL CENTRO DE LA TIERRA

 


Con el título original de Journey to the center of the Earth, la Fox produjo en 1959 un film que dirigió Henry Levin y protagonizó James Mason junto a Pat Boone y Diane Baker. Basado en la célebre novela de Julio Verne Viaje al centro de la Tierra, narraba las aventuras del intrépido profesor Lidenbrock que acompañado de su sobrino y un fornido islandés, se introducía a través del cráter de un volcán extinto, en las mismas entrañas de nuestro viejo planeta. Naturalmente, los viajeros sorteaban una larga serie de peligros y asechanzas, que incluían dinosaurios y otros seres monstruosos no demasiado realistas, porque los efectos especiales de la época eran todavía un poco chapuceros. Aun así, la película obtuvo tres nominaciones a los premios Oscar y gran éxito en las taquillas. Para los más jóvenes existen un remake hollywoodiense de 2008 con Brendan Fraser, y otro más de 2012 sin Brendan Fraser, ambos realizados en 3D y con unos efectos visuales espectaculares. También circula por ahí otra versión horrible de 1999, interminable y aburrida. Si queréis mi recomendación, yo me inclino sin dudarlo por la novela de Verne, que como todas las suyas, rebosa imaginación, y esa especie de ingenuidad científica tan característica y encantadora.


Los lectores habituales del blog ya sabéis que suelo hacer estas introducciones cinéfilas, para adornar algún tema más árido de riesgos laborales. En esta ocasión quiero tratar de la prevención en trabajos de excavación de zanjas o trincheras. ¿No os parece admirable lo bien que he conseguido hilvanarlo? A mí desde luego, me lo parece, y si no me cebo en la autocomplacencia, es porque mi modestia sobrepasa incluso a mi talento (parece imposible pero es así, amigos). En fin, al grano. Los riesgos más sobresalientes en este tipo de tareas incluyen:

 

  • Desprendimientos de tierras.
  • Caídas de personas al mismo y a distinto nivel.
  • Interferencias por conducciones soterradas.
  • Inundación.
  • Golpes y cortes por objetos.
  • Pisadas sobre objetos.
  • Caída de objetos desde altura.
  • Aplastamientos por vuelco de máquinas.
  • Posturas forzadas y sobreesfuerzos.
  • Exposición a condiciones climáticas adversas.
  • Contactos eléctricos.
  • Dermatitis.
  • Exposición a polvo.
  • Exposición a ruido.
  • Exposición a vibraciones.
  • Proyección de fragmentos o partículas.
  • Atrapamiento por o entre objetos.
  • Atropellos en zonas próximas a la circulación de vehículos.

Para evitar o minimizar estos riesgos, conviene respetar las siguientes medidas preventivas:

  • Se cumplirán siempre y en todo momento las condiciones de seguridad establecidas para todos los medios auxiliares que se empleen en los trabajos.
  • Acceso y salida de las zanjas mediante escalera sólida, anclada arriba de la zanja y sobresaliendo 1 m. de la superficie de su borde superior.
  • Prohibidos los acopios de materiales a menos de 2 m. del borde de la zanja.
  • Las zanjas de profundidad superior a 2 m., se entibarán, biselando a 45º los bordes de la zanja.
  • Si la profundidad es mayor de 2 m. y la zanja permanece abierta, se dispondrá de barandilla de protección a 2 m. del borde. La altura de la barandilla será de 90 cm.
  • Los trabajos en los bordes de las zanjas o trincheras con taludes no muy estables, se realizarán sujetos con cinturón de seguridad o arnés, amarrado a puntos fuertes situados en el exterior de las zanjas.
  • Se procederá al achique inmediato de las aguas que se recojan en el interior de las zanjas, para evitar que se afecte la estabilidad de los taludes.
  • La zanja abierta estará protegida mediante redes de nylon, malla 5x5 y/o barandillas autoportantes en cadena, ubicadas a 2 m. del borde superior del corte.
  • En las zonas de paso de vehículos, se dispondrán sobre las zanjas palastros continuos y resistentes, que hagan imposible la caída.
  • El lado de circulación de camiones o de maquinaria, quedará balizado a una distancia de la zanja no inferior a 2 m., mediante el uso de cuerda de banderolas.
  • En presencia de conducciones o servicios subterráneos imprevistos, se paralizarán de inmediato los trabajos, dando aviso urgente al jefe de obra. Las tareas se reanudarán tras ser estudiado el problema por la dirección facultativa, y siguiendo sus instrucciones expresas.
  • La desentibación se hará siempre en sentido contrario que se haya seguido para la entibación, siendo realizada y vigilada por personal competente durante toda su ejecución.
  • En presencia de lluvia o de niveles freáticos altos, se vigilará el comportamiento de los taludes en previsión de posibles derrumbamientos. Se ejecutarán lo antes posible los achiques necesarios.
  • En caso de riesgo de vuelco o deslizamiento de un talud límite de una zanja, se dará la orden de desalojo inmediato y se acordonará la zona para evitar accidentes.
  • El personal que trabaje en el interior de las zanjas conocerá los riesgos a los que está sometido.
  • Se revisará el estado de cortes o taludes a intervalos regulares, en aquellos casos en los que puedan recibir empujes por proximidad de caminos, carreteras, etc., transitados por vehículos, y en especial, si en la proximidad se establecen tajos donde se usen martillos neumáticos, compactadores o equipos similares.
  • Se revisarán las entibaciones tras la interrupción de los trabajos y antes de reanudarse.
  • Ninguna persona permanecerá dentro del radio de acción de las máquinas o de sus partes móviles.
  • El encargado o capataz inspeccionará las entibaciones antes del inicio de cualquier trabajo en la coronación o en la base.
  • Se paralizarán los trabajos al pie de las entibaciones cuando la garantía de estabilidad sea dudosa. En este caso, antes de reanudarse, se reforzará o apuntalará la entibación.
  • La circulación de vehículos se separará del borde de la excavación como mínimo 3 m. para vehículos ligeros y 4 m. para vehículos pesados.
  • Se prohíbe permanecer o trabajar al pie de una zanja recién abierta, antes de haber procedido a su saneo, entibado y refuerzo.
  • Los productos de la excavación que no se lleven al vertedero, se colocarán a una distancia del borde de la zanja mayor a la mitad de la profundidad de ésta, y como mínimo a 2 m., salvo en el caso de terrenos arenosos, en que esa distancia será por lo menos igual a la profundidad de la excavación.
  • Los taludes se revisarán especialmente en época de lluvias o cuando se produzcan cambios de temperatura que puedan congelar o descongelar el agua del terreno.
  • Antes del inicio de los trabajos se llevará a cabo una inspección para detectar posibles grietas o movimientos del terreno.
  • Las zonas de trabajo se mantendrán limpias y ordenadas.
  • Si no es posible dar a los taludes su pendiente natural, los laterales de las zanjas se entibarán.
  • Si las condiciones del terreno no permiten la permanencia de personas en el interior, los trabajos de entibado se realizarán desde fuera de la zanja.
  • No se utilizarán las entibaciones para el ascenso o descenso de los trabajadores.
  • Las máquinas eléctricas estarán dotadas de doble aislamiento, o en su defecto, estarán provistas de interruptores diferenciales asociados a sus correspondientes puestas a tierra.
  • Se utilizará alumbrado portátil alimentado con tensión de seguridad (24 voltios), con portalámparas estancos dotados de mango aislante y rejilla protectora.
  • Es imprescindible la coordinación con el resto de oficios que intervienen en la obra.
  • Como medida de seguridad, habrá siempre un trabajador en el exterior de la zanja.

Equipos de protección individual:

  • Casco.
  • Mascarilla antipolvo con filtro recambiable.
  • Gafas antipartículas.
  • Arnés de seguridad.
  • Guantes de protección mecánica.
  • Botas de seguridad con puntera reforzada y suela antiperforaciones.
  • Botas de goma con puntera reforzada y suela antiperforaciones.
  • Protectores auditivos.
  • Traje para ambientes húmedos o lluviosos.
  • Chaleco reflectante de autoseñalización para trabajos próximos a vías de circulación o en presencia de vehículos.

Si trabajáis en excavaciones recordad y respetad siempre estas normas, porque vienen a ser el evangelio de los trabajos en zanjas. Ignorarlas o tomarlas a broma se paga con lesiones graves y a veces con la vida. 

¿Cavar trincheras con nuestros hombres cayendo como moscas? ¡No tenemos tiempo de cavar trincheras. Las tendremos que comprar prefabricadas!.  Groucho Marx.


No hay comentarios:

Publicar un comentario